sábado, 30 de noviembre de 2019

LAS EMOCIONES Y SU BARRERA DE LOS 90 SEGUNDOS


Una característica fundamental de las emociones es que son temporales. En sí misma ninguna emoción dura por siempre. Es más, aunque te parezca raro, en términos químicos duran aproximadamente 90 segundos.
Lo que sí puede pasar es que la emoción se renueve por sí misma y así dé la impresión de que dura más tiempo. Pero eso depende de la idea a la cual esté asociada. Veamos esto más de cerca.

En el centro del cerebro tenemos una estructura llamada amígdala, que es la responsable de las emociones. Cuando estás frente a un estímulo, la amígdala segrega una sustancia, la que a su vez estimula otros centros que segregan químicos específicos (neuropéptidos) que conforman un “cóctel” propio de cada emoción. Este cóctel cae al torrente sanguíneo y provoca el correlato físico de la emoción, por ejemplo palpitaciones, sudoración, tensión muscular, etc. Esa sustancia tarda unos 90 segundos en ser metabolizada o reabsorbida por el cuerpo. Luego de ese minuto y medio, la sustancia en sangre desaparece junto a todos sus efectos.

Te cuento un ejemplo esclarecedor en este punto. El otro día íbamos caminando muy distraídos con unos amigos por una vereda mientras charlábamos. Unos metros adelante había un portón de metal y del otro lado, lo que en ese momento pensé que era un dinosaurio embravecido. Pero no, se trataba de un perro. El caso es que el animal esperó a que pasásemos junto al portón para en ese preciso instante abalanzarse sobre éste, golpearlo con todas sus fuerzas y comenzar a ladrar. ¡No te puedo explicar el susto que me llevé! Casi al instante, después de un grito y un salto, me di cuenta que el perro no iba a escapar ya que el portón estaba bien cerrado. Sin embargo el susto me duró casi una cuadra más. Seguimos caminando y, entre risas, mi corazón seguía al galope hasta que transcurrieron esos 90 segundos. Al cesar el estímulo, mi amígdala dejó de segregar las sustancias del miedo y mi cuerpo terminó de metabolizarlas al poco tiempo.

Estoy seguro de que a todos nos pasó llevarnos un susto para luego descubrir que no había peligro, pero los signos de la emoción seguían un momento después. Lo mismo pasa con el enojo: quizá una determinada circunstancia te encolerizó, sin embargo inmediatamente después comprendiste que se trataba de un malentendido. Pero debieron pasar esos 90 segundos para que quedaras libre de aquella emoción.

A nivel biológico se da un encadenamiento en cascada de cambios hormonales que van activando –a la vez que desactivando– sistemas en el cuerpo.
Aún hoy existe cierta incertidumbre respecto de cómo funciona todo esto con exactitud, sin embargo no hay dudas acerca de la “barrera de los 90 segundos”.

IDEA FIJA, EMOCIÓN RECURRENTE

Quizá en este punto algún lector quisiera preguntarme: “¿Cómo explicas que estoy sintiendo enojo desde hace tres semanas seguidas o que estoy triste desde hace ya unos dos años, si las emociones duran 90 segundos?”. Bien, esto es porque la duración de la emoción depende de la idea a la cual esté asociada, entonces si la idea es recurrente, la emoción se renueva por sí misma.

La manera más didáctica que encuentro de explicar esto es del siguiente modo. Seguramente recordarás haber dicho o escuchado decirle a alguien cuando está muy enojado: “Serénate un poco, estás muy enojado, cuenta hasta 10, cuenta hasta 100, respira profundo unos segundos”. 

Precisamente se cuenta hasta 100 para que pasen esos 90 segundos y nos “desintoxiquemos” del cóctel químico en sangre propio del enojo. También es eficaz tomar distancia dando una pequeña caminata, respirar profundo y pausado, beber agua o hacer cualquier cosa que permita cambiar la compostura química de la sangre y sacar de tu foco de atención aquello que motivó el enojo. 

Pero si en lugar de ello sigues haciendo foco en lo que te enoja, renuevas la emoción. Así hay quienes dicen “Ok, voy a contar hasta cien porque estoy muy enojado” pero mientras cuentan dicen “1, 2, 3… ese maldito me las va a pagar, 4, 5… seguro lo hizo a propósito… 6, 7, 8… por quién me ha tomado este… 9, 10, 11… quién se cree que es… 12, 13, 14, siempre me hace lo mismo, 15, 16… que no se me aparezca porque lo ahorco…” y así continúan. Entonces, ¿qué está haciendo la persona al contar así? Su foco de atención continúa en lo mismo, de modo que la amígdala sigue segregando la sustancia de la misma emoción. El tiempo del enojo sigue esta ecuación: Emoción = 90” x tiempo de idea fija. Hete aquí el secreto de la duración de la emoción: en sí misma o en términos químicos dura 90 segundos, ¡pero depende de la idea a la cual esté asociada! Si seguís pensando en una situación, la seguís reviviendo y tu amígdala seguirá segregando la sustancia propia de la emoción que sentiste.

Esto corre para todas las emociones. Si te focalizas constantemente en lo que te molesta o enoja, estarás renovando el enojo. Cuando algo te hace mucha gracia y te quedas tentado, estarás rompiendo en una carcajada recurrente cada vez que se te venga a la cabeza la imagen graciosa. El amor que sentís por tu hijo dura muchísimo más que 90 segundos, en efecto lo amas desde antes que naciera y lo vas a seguir amando de por vida. Esto es porque tu hijo, o mejor dicho la idea que tienes de tu hijo, es que es lo más especial en tu vida, de modo que la emoción será siempre coherente con lo que pienses. Hasta tanto no cambie lo que pienses de tu hijo, seguirás sintiendo lo mismo. En cambio, el amor de pareja suele ser más inestable que el amor por un hijo, porque la idea que tenemos de nuestra pareja suele cambiar con

mayor facilidad.

Yo considero que es muy importante que sepamos que las emociones en sí mismas son temporales y que su duración depende de la idea a la que estén asociadas, porque son muchas las personas que creen que las emociones son demasiado duraderas o incluso eternas. Hay quienes al momento del casamiento juran amor eterno y creen que esto es suficiente para mantener viva la llama del amor, olvidando que el amor requiere del sostenimiento de decisiones y actitudes en el tiempo. Otros piensan que nunca saldrán de una depresión o que jamás superarán una fobia, por ejemplo. Justamente estas son creencias que generan más de lo mismo (Efecto Mateo, que veremos más adelante). Es decir, al pensar “de esta depresión no salgo más”, estás sosteniendo precisamente la idea que no deja lugar a la esperanza (lo que a su vez

es verdaderamente entristecedor), renovando la emoción por más tiempo.
Pero insisto, para bien o para mal en sí misma toda emoción es efímera por naturaleza.

Extracto del libro «Modo Creativo» – Lic. Lucas J.J Malaisi

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CONSEJOS PARA EL AMOR: HAZ QUE SEA DURADERO


¿Te preguntas cómo mantener vivo tu amor? Las relaciones románticas, con toda su complejidad, son un componente fundamental de nuestras vidas. Sin embargo, como ya dijo el poeta Rainer Maria Rilke: “Apenas hay algo más difícil que amarse unos a otros”.
Una relación romántica puede reconocerse fácilmente por su fuerza motriz intensa y a menudo, irracional. Cuando nos enamoramos, la pasión alimenta nuestro comportamiento, guía nuestros pensamientos, cambia nuestro funcionamiento físico y químico, y altera nuestras vidas.

EL AMOR Y LA AMISTAD, DOS PILARES

Aristóteles afirmaba que los humanos amamos tres tipos básicos de amistad: las que son útiles, las que son placenteras y las que son buenas, y hay un tipo de amistad que corresponde a cada amor.
Las amistades útiles surgen entre compañeros de estudios o de trabajo, nacen de la necesidad y la conveniencia. Las amistades placenteras se basan en el disfrute que proviene de pasar un agradable tiempo juntos. El tercer tipo (y según Aristóteles el más maduro y deseable) es la amistad basada en la bondad. Cuando descubrimos el buen carácter en alguien, nos hace querer estar cerca de esa persona, además, puede inspirarnos a querer mejorarnos a nosotros mismos. Este sería la base perfecta sobre la que edificar los cimientos de un amor romántico pleno y duradero.
La atracción personal puede, a primera vista, parecer que no tiene ninguna razón o explicación lógica, y a veces da la sensación que emana casi de otra dimensión. Pero en realidad hay algo de lógica en todo esto, aunque no siempre lo parezca. Siempre ha de existir algún tipo de afinidad, una cercanía y una complementariedad…
Pero el amor romántico también puede surgir lentamente, construyéndose poco a poco sobre una base firme de amistad, con un historial de vida compartido que permite que la razón tenga el control durante al menos un período crítico inicial. En cualquier caso, no importa cómo encontramos a nuestra pareja perfecta; normalmente sabemos cuándo ésta ha llegado, y el resto será historia.
Para que la una relación de amor florezca y sea tan bonita como duradera, dependerá de la implicación y el deseo de superar las piedras del camino que ambos tengan. En este artículo te traemos unos prácticos consejos que te ayudarán a nutrir y conservar una relación cercana y romántica con tu media naranja, si lo deseas.

13 ESTRATEGIAS ÚTILES PARA MANTENER TU AMOR EN PAREJA

1. Fomenta la pasión, no la obsesión
En las etapas iniciales de una relación amorosa, lo normal es que ambos experimenten un fuerte deseo de estar el uno con el otro en todo momento. Pero a medida que pasa el tiempo, en algunas parejas, esta pasión y preocupación puede pasar a ser una obsesión y provocar la pérdida de la individualidad.
En una relación sana, los primeros sentimientos de enamoramiento se transforman con el tiempo en un amor profundo que permite a cada persona mantener sus amistades, pasatiempos y un sentido general de identidad. Si sentimos que te hemos perdido nuestra individualidad, y a menudo son nuestros amigos quienes lo notan por primera vez, es importante recordar cuáles eran nuestros intereses y actividades para retomarlas, ya que eso puede ayudarnos a encontrar el equilibrio personal.

2. Busca lo positivo de forma activa
La psicología sostiene que las emociones positivas pueden ayudar a las personas a florecer, pero no podemos esperar a que sucedan sin más. Las parejas que son más felices nutren activamente estas emociones. Hacerlo requiere práctica y entender que estos sentimientos caen en un continuo, desde aquellos de gran excitación como la pasión, la diversión y la alegría (que a menudo experimentamos al comienzo de una relación), hasta emociones más tranquilas como la serenidad, la gratitud y la inspiración. Si cultivar estas emociones no nos sale de forma natural o espontánea, es importante entonces “priorizar la positividad”, lo que significa programar actividades en común que en su día nos llevaron a experimentar emociones agradables y positivas.

3. Comprende que las emociones suben y bajan
Las emociones no dejan de ser unas “etiquetas” que le damos a los procesos químicos que se generan nuestros cuerpos, combinados con las formas en que nuestro organismo pensamiento e impulsos reaccionan ante ellos. Podemos, de hecho, cambiar una emoción, nuestra química, al cambiar nuestras percepciones o perspectivas, nuestros comportamientos o las situaciones en las que nos colocamos.
Es conveniente a veces realizar algunas respiraciones lentas y profundas mientras observamos nuestros cambios internos. Cuanto más rápidamente dejemos que se disipe la influencia de los factores desencadenantes externos y nos guíe nuestro centro interno, antes podremos ver hacia dónde nos dirige nuestro corazón. En la vida hay momentos buenos y momentos malos, las emociones nos indican cómo nos encontramos, pero no es conveniente dejarnos “secuestrar” por ellas. No existen emociones malas, pero sí hay que procurar tener momentos de reflexión e introspección, cuando algo nos preocupa o incomoda, aceptando ese momento vital y tratando de buscar soluciones de forma madura y racional.

4. Practica la ternura y el cuidado
El amor romántico y el noviazgo se caracterizan en un inicio por sus actos y palabras de gran pasión y dedicación incondicional el uno por el otro. Con el tiempo, la amistad y la honestidad deben sustentar ese amor para que sea duradero, ofreciendo ternura y cuidado a la otra persona, lo que ayudará a mantener nuestros niveles de oxitocina, permitiéndonos ver más allá de nuestros propios intereses personales.

5. Evita hacer suposiciones
Aunque los amantes quieran creer que saben y entienden todo el uno del otro, la vida garantiza que lo desconocido (el misterio del futuro) siempre esté presente, tal vez un poco más profundo, un poco más amplio y un poco más en la distancia de lo que creemos. Mantén vivo el romance gracias al misterio del porvenir, permitiéndote llegar a ser mañana mejor persona de lo que puedas llegar a ser hoy.

6. Aprecia las sorpresas del otro
Parte de la magia de la vida así como de nuestra pareja, es precisamente lo que no se sabe: descubrir que a nuestra pareja le encantaba ir a la montaña cuando era niño, tocaba el clarinete en la escuela o estudiaba francés en secundaria, es algo que nos puede sorprender y ofrecer una nueva visión del otro. Cuando vemos como disfruta jugando con un cachorro o comiendo un sabroso helado de chocolate, nos deleitamos con esos momentos de felicidad simple pero real. Los descubrimientos que hacemos sobre nuestra pareja menudo nos permiten verla con nuevos ojos, y no cansarnos de estos pequeños descubrimientos.

7. Reconoce la importancia del contacto físico
Una relación romántica se caracteriza, entre otras cosas, por la alegría que resulta del contacto físico entre ambos. Las sensaciones de química y la electricidad de los dos experimentan al tocarse son en sí mismas seductoras, creando un anhelo de contacto continuo y repetido. Ya sea porque la dopamina nos esté recompensando con placer o la oxitocina con una embriagadora sensación de calidez y acceso a nuestros propios sentimientos, el contacto físico no tiene sustituto: el sexo puede ser el tipo de comunicación más honesto y poderoso.

8. Comparte tus miedos y alegrías
Cuanto más comprendamos cómo se siente nuestra pareja, qué piensa y por qué se comporta de la manera en que lo hace, más sinceramente podremos abrazarnos. La energía requerida para esconder un secreto de la conciencia propia o ajena, tiene un efecto negativo al restringir la energía disponible para el flujo de emociones sinceras. La pasión crece cuando se eliminan estas barreras.

9. Acepta al otro en su conjunto
Tratar de cambiar a alguien en lo que quiere que sea, a menudo condena una relación al fracaso por asfixia. Deja que los juicios de valor te cieguen y permítete aceptar las limitaciones y vulnerabilidades propias y ajenas: no rechaces las partes de la persona completa, aunque no te gusten tanto. Conocer y aceptar a la persona de la vida real (en lugar de la idealizada) es un proceso que dura toda la vida, pero es esencial para mantener la magia.

10. Céntrate en las fortalezas de cada uno
Las personas, desgraciadamente, solemos fijarnos en las debilidades de los demás antes que en sus fortalezas. Que las parejas descubran los principales puntos fuertes del otro, los tengan presentes y los valoren de forma explícita, sirve de potenciador del cariño y refuerzo mutuo. Por ejemplo, si la fortaleza de alguien es su amor por el deporte y la del otro es su interés por el aprendizaje, podrían hacer un recorrido en bicicleta por una ciudad histórica para incluir en el viaje las pasiones de ambos.

11. Acepta los celos y no dejes que destruyan tu relación
Los celos pueden alertarnos fácilmente, a menudo sin motivo. Inevitablemente surgen cuando nuestro compañero romántico presta su atención hacia otras cosas en lugar de a nosotros. No solo sentimos una gran incomodidad debido a la desconexión emocional que percibimos, sino que el objetivo de su atención puede sentirse como una amenaza. Ya sea que se trate de otra persona, una actividad, una demanda como un niño enfermo o una fecha límite de trabajo, el desapego temporal que se genera, nos hace sentir en un “segundo plano”. Sin embargo, debemos tener cuidado de sentirnos “traicionados” cuando nuestra pareja se enfoca en otro aspecto importante de su vida. La mejor solución para lidiar con esto es reconocer nuestra incomodidad, hacer todo lo posible para satisfacerla de manera más adecuada aprovechando para atender a nuestras propias necesidades, expresar nuestros sentimientos directamente al otro y brindarse mutuamente el espacio para relacionarse con otras personas, lugares y pasiones.

12. Sé agradecido
A medida que avanzamos en una relación, solemos dar por sentados los sentimientos del otro. La gratitud es una forma de ayudarnos a seguir viendo las virtudes de nuestra pareja.
Para ello, es importante expresar este sentimiento empleando lo que se llama gratitud centrada en el otro, que cambia la atención de “Yo” a “tú”. Puedes decir con frases como: “Gracias por cuidar a nuestro hijo cuando necesitaba terminar este proyecto”. Con estas simples palabras de agradecimiento, demuestras que eres una persona atenta, amable y considerada.

13. Enfrenta el futuro
El verdadero misterio reside en lo que está por venir, en lo que aún no ha ocurrido y en lo que podemos llegar a ser. Deja espacio para crecer, soñar e imaginar una vida juntos. Permite que las posibilidades de las experiencias compartidas se conviertan en realidades. Deja que las diferencias os refuercen y se atesoren, para que la unión sea duradera y mantenga firme vuestra amistad. Haz planes, busca la sorpresa en común y simplemente no te preocupes demasiado por el futuro, pues vendrá lo que tenga que venir.

Marta Guerri

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EL SUFRIMIENTO Y EL SUFRIMIENTO. Francisco de Sales


En mi opinión, si uno fuese capaz de comprender el sentido real del sufrimiento, y conociese realmente el origen del que procede, podría evitarse la mayoría de los sinsabores, de las angustias, las desazones, los abatimientos, y el largo etcétera que provocan el hecho de dejarse arrastrar por el sufrimiento como si fuese algo inevitable, algo ajeno en lo que no se puede intervenir para evitarlo, como si fuese un castigo que hay que penar inexcusablemente, cuando la realidad es que el sufrimiento es sobre todo un asunto mental y emocional que, si se sabe comprender, se puede diluir y eliminar. (Me refiero en todo momento al sufrimiento emocional y no a ese otro sufrimiento físico que se deriva del dolor corporal)

Según la persona que lo padece, puede haber diferentes motivos que lo activen y puede haber distintas intensidades. En algunos casos el ego se entromete inadecuadamente y convierte en sufrimiento algo que no debería de pasar de la categoría de anécdota, y sufre por causas y cosas ajenas en las que uno ni siquiera es partícipe, y aún menos responsable.

Otras veces es la implicación excesiva e innecesaria en algunos asuntos lo que provoca el sufrimiento. Cosas que nos son ajenas, que no nos deberían afectar, las acogemos como propias y se sufren como si fueran personales. También en este caso de un modo innecesario. Hay cosas que no dependen de uno y por tanto uno no debe responsabilizarse de ellas.

Desdramatizar las cosas y no oponerse a lo inevitable son consejos muy apropiados que pueden evitar unos estados anímicos personales que sólo aportan inestabilidad, padecimiento, malestar, desesperación, y una bajada drástica de la autoestima y del concepto global de la propia vida. Si uno sufre –aunque sea innecesario hacerlo- en su inconsciente y en el auto-concepto de sí mismo queda grabado que uno es un sufridor y que su vida está llena de sufrimiento. Eso es lo que queda marcado como idea global por la que uno se rige.

La mayoría de los sufrimientos se basan en la no aceptación de la realidad. La oposición a aceptar lo que sea tal como es, porque no cumple nuestras expectativas o porque no nos agrada, es una de las principales causas del sufrimiento.

Hay que recordar que no es algo de origen físico –aunque se somatiza y parece que sí lo es- y que es una manifestación psíquica, de la mente; se puede colaborar con la mente para que no le dé excesiva importancia a lo que no es tan importante. Este es un trabajo de reflexión propia y de revisión y actualización de la escala de valores.

Conviene hablar con la propia mente, o sea consigo mismo, y tratar de quitarle drama a lo que pasa y objetivar las cosas. Como se dice, “no tomárselo como algo personal”, tener una visión de las cosas más a largo plazo, porque ya hemos visto que algunas cosas que nos parecían graves con el paso del tiempo van perdiendo fuerza y hasta nos sorprendemos de haber sufrido tanto por algo que ahora parece casi una nimiedad.

El sufrimiento que no aporta, que es innecesario, inútil, auto-agresivo y peligroso. Es mejor eliminarlo.

El sufrimiento, bien entendido, puede llegar a ser nutritivo. Es aquel del cual separamos lo molesto y nos quedamos con lo que nos aporta de utilidad. El que nos sirve para darnos cuenta de algo y aprender. El que nos vale para no volver a repetir algunas cosas, para tomar decisiones eficaces, para comprender, para crecer y dar pasos.

Prácticamente todos los sufrimientos llevan incorporada una valiosa información. Para extraerla hay que preguntarse por qué una cosa despierta el sufrimiento. Por qué reaccionamos así. Por qué existe la oposición a aceptarla.

“Porque no quiero”, “porque no me gusta”, y otras respuestas similares para no aceptar la realidad no son más que respuestas infantiles en una pataleta infantil.

Las cosas son como son y no siempre como nosotros queremos que sean. Y hay que aceptarlo así. Hay cosas que no dependen de nosotros. Comprende esto… y te ahorrarás mucho sufrimiento.

Te dejo con tus reflexiones…


martes, 26 de noviembre de 2019

Los “ismos” nos separan, nos detienen. Por Ashamel Lemagsa.



Amados…

Pasan los siglos, décadas, años, con sus días y horas, pero el ser humano continúa sosteniendo infinidad de “ismos”, como creencias que no logran soltar, ni transformar, pues los consideran parte de la estructura inamovible de la sociedad.

Los “ismos”, son los que sostienen la Dualidad dentro de la sociedad y el antagonismo en cada uno de nosotros mismos, aunque muchos consideren que con esas creencias, lograrán la igualdad o la integración de la Humanidad, para llegar a una Comunidad de paz y equilibrio, en realidad, es continuar con más de lo mismo… Separación.

Los “ismos”, son el reflejo de la división interna de cada Ser Humano.

Recordemos el origen etimológico del “ismo”:

ISMO. El sufijo griego -ismo significa "doctrina, sistema".

Sufijo muy usado en el idioma español que denota como doctrina, sistema, tendencia, movimiento, actitud, cualidad, disciplina deportiva o términos científicos.
(Fuente internet: https://definiciona.com/)

Los “ismos”, sostienen estructuras, doctrinas, que una vez aceptadas por un grupo de la sociedad, perduran en el tiempo, no permitiendo evolucionar con mayor celeridad, por ello los cambios sociales, son tan lentos y generalmente cuando llegan, son reemplazarlos por otros “ismos”…

Comunismo/ Capitalismo; Socialismo/ Neoliberalismo.

Si no logramos soltar y perdonar a los “ismos”, viviremos en un estado de esclavitud y dependencia, tanto emocional, como mental, y en su conjunto determinarán un modo de vida limitado por creencias duales, que demorarán nuestro progreso tanto espiritual, como el puramente humano.

Algunos ejemplos: racismo, feminismo, machismo, imperialismo, comunismo, dogmatismo, monoteísmo, politeísmo, proteccionismo…

Podríamos, continuar con una larga lista de palabras con “ismos”, que casi cotidianamente utilizamos, sin darnos cuenta, que esos “ismos” condicionan nuestras estructuras individuales y nos conducen generalmente a extremos…

Recordemos esta frase tan vigente: “Divide y triunfarás”

Los “ismos” es sus estados extremos conducen al… Fanatismo” y de él es muy difícil salir ileso, pues cuando un extremo confronta con otro extremo, se produce una colisión de fuerzas antagónicas.

Las guerras fomentan las tendencias extremas, siempre sostenidas por los “ismos”: racismo, feudalismo, absolutismo. Toda tendencia llevada al extremo genera en sus integrantes el fanatismo y con el mismo, es imposible lograr la unidad y la integración, pues en la órbita del fanático, no puede coexistir la convivencia respetuosa de la diversidad de pensamientos.

Los extremos condicionan a un modo de vida limitante, absurda, ególatra e inmadura, pues quien no logra desprenderse de sus propias ideas para sentir las posturas de los otros, aunque no esté de acuerdo, pero intentar comprenderlas sin juicios previos, vive encerrado en sus propias creencias, negándose la evolución.

Evolucionamos cuando trascendemos los opuestos desde el amor respetuoso, de la aceptación de una realidad diversa, complementaria, integrada.

Podemos pensar, sentir y actuar distinto, pero cuando se busca imponer a los otros nuestras ideas, nos transformamos en cuasi fanáticos, y se deja de percibir la totalidad, para quedarnos con nuestra porción de la realidad.

Soltar los “ismos”, no implica dejar de tener preferencias, es aceptar que otros piensan distinto y nosotros al escuchar otras posiciones, nos damos la oportunidad de ampliar nuestro conocimiento de la realidad.

Recordemos que en el Plan Divino la diversidad en la creación es una constante, que debemos respetar, como origen mismo de la Divina Cósmica Universal.

Si la Creación Divina es Diversa, limitarnos con nuestras propias creencias, de sostener los “ismos”, es detener nuestra propia evolución…

Cuando logremos comprender que nuestras creencias solo nos muestran una parte de la realidad puramente Humana, pero en el Gran Tablero Divino, las creencias existen por nuestra voluntad, nosotros las sostenemos y las creamos, hasta que un día aceptamos que ellas son una barrera, para contener nuestra inmadurez…

Los “ismos”, existen por los miedos de sentir la libertad, la integración de todos y de todo desde la esencia Divina que somos.

El feminismo existe, como mecanismo de defensa ante el miedo a la agresión, la crueldad, el abandono y la injuria de la energía masculina hacia la energía femenina.

El machismo, existe ante el miedo de no poder dominar o controlar la energía femenina de la intuición, que siente más allá de lo creado.

Tanto el feminismo, como el machismo son “ismos”, creados como mecanismos de defensa ante un gran miedo, es el miedo de la incomprensión de las verdades que nos ocultaron hace milenios, para sostener un plan de dominio de toda la Humanidad… “Divide y triunfaras”.

Amados…

Hace mucho tiempo, miles de milenios atrás, no se sostenías los “ismos”, pues se respetaban mutuamente las diferencias desde el amor, se vivía en armonía…

La Energía Femenina y Masculina, no se oponían una a la otra, eran complemento perfecto…TAO

El Yin y el Yang, no se enfrentaban, no eran opuestos, pues ambos eran consciente que en su interior albergaban la energía del Yin o del Yang, según correspondía en cada caso, entonces, como oponerse al otro, si en la Esencia misma había una parte del otro…

El sexo no se ejercía, como una competencia, para ver quién puede más…

El sexo era una Creación entre las energías Yin y Yang desde la Divinidad interior, entonces, ambas partes se complementaban en una danza de amor y sanación mutua.,,

Pero un día descendimos a la materia densa, para reiniciarnos en un trabajoso ascenso de la integración interior…Reconocer y reconectarnos a nosotros mismos desde el amor Divino de nuestra misma Esencia.

Los “ismos” nos separan de nosotros y nos enfrentan a todo, pues sentimos la vida separada de nosotros, cuando somos nosotros, reflejados en cada acto, pensamiento y sentimiento.



Amados…
Suelto los “ismos”, pues ellos no me permiten sentir la Vida en su verdadera Esencia Divina. 

Suelto los “ismos”, pues ellos son hijos del fanatismo, creación limitante y retrógrada para mi propia Evolución álmica. 

Soy Esencia Divina, Yo Soy, 

Dios en mí… 

Que descendió a esta densidad, para sanarla. 

Para elevarla desde mi propia Consciencia… 

Despierta desde el Amor Divino. 

Así es!!! 



Los Amo!!!!!

Con Amor Ashamel Lemagsa.


domingo, 24 de noviembre de 2019

El Misterio del Ser


"Todo lo que un ser humano puede hacer es maravillarse
ante el esplendor de la creación de Dios."
Maestro Eckhart

Silencio y Vacuidad

¿De dónde viene la mente? ¿A dónde va? ¿Dónde está la fuente de la consciencia? ¿Dónde se crea la experiencia? La respuesta a todas estas preguntas es ninguna parte; todo es la misma realidad, la misma energía, sin origen ni principio. No existe una separación real entre pasado y presente, aquí y allá. Siempre estamos dentro de la realidad. Nuestra mente no está separada de la iluminación. ¿Cuál es entonces la diferencia entre la iluminación y la existencia ordinaria? El estado iluminado tiene una gran riqueza, apertura y plenitud de ser, mientras que el estado "samsárico" tiene un tremendo sufrimiento, ignorancia y confusión. Sin embargo, desde el punto de vista de "shunyata" [apertura absoluta] los dos estados coexisten; no hay separación entre ellos. Cuando comprendamos que el fundamento de la iluminación no está en ningún lugar ni en ninguna persona, sabremos que nunca hemos estado separados de esta mente despierta. Veremos que la iluminación impregna todo nuestro ser y no puede separarse más de nosotros que el sonido puede separarse de la música. "Shunyata" es nada y todo. Toda nuestra experiencia está incluida en esta perfecta realización de apertura.

Tarthang Tulku, Hidden Mind of Freedom.


En la meditación auténtica ponemos el énfasis en estar conscientes: no en estar conscientes de los objetos, sino en descansar en la conciencia primordial. Esta conciencia primordial es la fuente de la que surgen y desaparecen todos los objetos. Al irte relajando en la conciencia, en la escucha, se irá atenuando la contracción compulsiva de la mente sobre los objetos. Serás más consciente del silencio del ser, que te da la bienvenida al descanso y a la aceptación. Si tu actitud es de abierta receptividad, exenta de cualquier objetivo o anticipación, tu condición natural de silencio y quietud se manifestará con más facilidad.

Adyashanti, The Impact of Awakening.


La soledad de lo que es ordinario, imaginario y falso es algo muy grandioso. Significa que por primera vez sé que "yo soy". Es una soledad libre de todo lo conocido y de todo lo que no es ahora, el momento presente, fuera del tiempo. Esta soledad aparece como un vacío. Pero no es un vacío de la desesperanza. Es una transformación completa de la calidad del pensar. Cuando la mente está libre de toda cháchara, de todos sus miedos, sus quereres y pequeñeces, se vuelve silenciosa. Entonces viene una sensación de una completa nulidad que es la esencia misma de la humildad. Al mismo tiempo, siento realmente que entro en otro mundo, un mundo que parece más real. Soy una partícula de una realidad mayor. Experimento la soledad no porque algo falta, sino porque todo está, todo está aquí.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.


Cuando vamos más allá de los últimos vestigios del pensamiento dualista, nos convertimos en lo Incognoscible. Cuando la identificación con el cuerpo-mente desaparece, lo único que queda es el juego efímero de la energía – el aparecer y desaparecer de las sensaciones. Escucha las palabras del Buda: “En lo que se ve, solo debe haber lo visto, en lo que se escucha, solo debe haber lo escuchado, en lo que se percibe, solo debe haber lo percibido, en lo que se piensa, solo debe haber lo pensado ”. ¿A qué se está refiriendo? Amaro Bhikkhu lo interpreta de esta manera: “Hay formas, colores, etc., pero no hay nada (ninguna cosa) ahí. No hay verdadera sustancia, ni solidez, ni realidad autoexistente. Todo lo que hay es la cualidad de la experiencia misma. Ni más, ni menos”. No tenemos más sustancia que las notas de una sonata tocada con una flauta, que sale de la nada y desaparece con la misma rapidez. La libertad mística es radical y absoluta: nuestros límites desaparecen y nuestra unidad con el Todo nos inunda. Nos convertimos en la libertad misma, el fugaz y evanescente flujo de lo que es.

John Greer, Seeing, Knowing, Being.


Hay un océano de quietud en el que vivimos, que impregna todo lo que nos rodea. Mientras el movimiento nos llame la atención, no tenemos contacto con esta quietud. Si podemos retirar parte de nuestra atención de las actividades de nuestros centros, sus movimientos, entonces podemos al mismo tiempo entrar en contacto con esta quietud... Todos ustedes han probado esta quietud, este silencio viviente, en un momento u otro. Y, cuando lo experimentas, sabes que es algo que es inmóvil e inmutable, así que cuando lo encuentras y parte de ti se fusiona con él, no estás en el tiempo de la manera ordinaria, porque el tiempo para nosotros es algo que asumimos del movimiento, del cambio, la sucesión. Y aquí, cuando participamos en esta quietud – en ella, no hay movimiento, no hay cambio, no hay sucesión. De esta manera, no está limitada por el tiempo tal como lo conocemos. Tampoco está limitada en absoluto por el espacio tal como lo conocemos, por lo que tiene un elemento de lo infinito y un elemento de lo eterno. Y está abierta a todos nosotros para experimentarla. Es a través de este contacto que estamos conectados con el fundamento mismo de nuestra existencia, con una fuente de fuerza y ayuda interior.

Hugh Brockwill Ripman, Questions and Answers Along the Way.


La presencia es el conocimiento directo de que toda experiencia no tiene fundamento; simplemente surge y desaparece. Aquí es donde nos abrimos al misterio del ser. Comenzamos preguntando: "¿Qué es la experiencia?" La experiencia consiste en pensamientos, sentimientos y sensaciones, y todos surgen en la mente. Por lo tanto, hacemos la siguiente pregunta, "¿Qué es la mente?". No vemos nada, pero en esa nada, la claridad de la conciencia está presente. La mente no es simplemente nada. Es vacía, ninguna cosa, y claridad al mismo tiempo. Nada impide el surgimiento de la experiencia. Los tres aspectos de la mente –vacuidad, claridad y experiencia sin impedimentos– son el verdadero misterio del ser. En el espacio abierto de la conciencia, la experiencia surge y desaparece, pero lo que surge no está separado de la conciencia. La presencia descansa en la conciencia, sabiendo que la naturaleza de la mente es vacía, clara y sin impedimentos, y sabiendo que no hay separación de lo que experimentamos.

Ken McLeod, Wake Up to Your Life.


Aprendemos a ser conscientes de la vida y del Ser encarnado en nosotros, conscientes de un orden rítmico en el que estamos incluidos. Esto no es cuestión de observar desde afuera, y mantenernos separados, sino ser uno con la experiencia y ser transformados por ella. Por lo general, no puede transformarnos porque nos desconectamos de la realidad, perdidos en nuestro "yo" ordinario. La verdadera consciencia está enterrada y desempeña un papel secundario. Debemos dejar que todas nuestras imágenes e ideas preconcebidas se disuelvan para tomar conciencia de su origen. Tenemos que dejar que emerja la consciencia y desempeñe el papel principal. Entonces uno puede vivir de acuerdo con el Ser. Este reconocimiento activo de la vida interior trae un sentido de obligación de escuchar la "consciencia", de cambiar y vivir de acuerdo con lo que comprendemos. Finalmente, un hombre llega a la sumisión y a confiar en la vida y en el Ser. Se entrega al movimiento cósmico de flujo y reflujo, comprendiendo con todo su ser que todas las formas son creadas en el vacío, en silencio, y se reabsorben una vez que han cumplido su papel. Comprende que se encuentra a sí mismo perdiéndose a sí mismo. Se libera de ciertos límites subjetivos, pero se da cuenta de que su Ser es un participante responsable en la gran vida del universo. Él participa en el Todo.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.


El silencio, la quietud y la conciencia no son estados y, por lo tanto, no pueden ser producidos o creados. El silencio es el no-estado en el que todos los estados surgen y desaparecen. El silencio es en sí mismo el testigo eterno sin forma ni atributo. A medida que descansas más profundamente como el testigo, todos los objetos adquieren su funcionalidad natural, y la conciencia se libera de las contracciones e identificaciones compulsivas de la mente, y regresa a su no-estado natural de Presencia. La simple pero profunda pregunta "¿Quién soy yo?" puede entonces revelar a uno mismo que no es la tiranía interminable de la personalidad del ego, sino la Libertad del Ser sin objeto – la Consciencia Primordial en la que todos los estados y todos los objetos van y vienen como manifestaciones del Ser eterno no-nacido que TÚ ERES.

Adyashanti, The Impact of Awakening.


Tener acceso a ese reino sin forma es verdaderamente liberador. Lo libera del vínculo y la identificación con la forma. Es vida en su estado indiferenciado, anterior a su fragmentación en la multiplicidad. Podemos llamarlo lo No Manifestado, la Fuente invisible de todas las cosas, el Ser que hay en todos los seres. Es un reino de profunda quietud y paz, pero también de alegría e intensa vividez. Siempre que usted está presente, se vuelve en alguna medida "transparente" a la luz, a la pura conciencia que emana de esta Fuente. Usted también se da cuenta de que la luz no está separada de lo que usted es sino que constituye su misma esencia.

Eckhart Tolle, The Power of Now.


Este silencio es algo que está presente todo el tiempo. Es el fondo normalmente desconocido en el que escuchamos el ruido, al igual que la pantalla en la que vemos la película. Vemos la alternancia de luz y oscuridad sin ver normalmente la pantalla. Cuando pensamos en el silencio de manera ordinaria, pensamos en la cesación del ruido, pero este silencio es bastante diferente. Está en otra dimensión. No solamente es, como debe haber experimentado, una ausencia de ruido o sonido, sino un silencio viviente. Nuestras vidas ordinarias están llenas de experiencias que se experimentan en el tiempo y el espacio, y la razón por la que interpretamos las experiencias en términos de tiempo es porque cambian. Si nada cambiara, no tendríamos ninguna medida del paso del tiempo. Y si uno hace contacto con este silencio viviente, no hay cambio, por lo que este silencio no es del mundo que está limitado por el tiempo.

Hugh Brockwill Ripman, Questions and Answers Along the Way.


Todo sube y baja, aparece y desaparece. Sin embargo, detrás de estos movimientos, algo permanece quieto, inmutable. Debo tomar conciencia de ello, no permanecer en la superficie, sino concentrarme lo más profundamente posible en un nivel que apenas puedo penetrar, y mucho menos permanecer… Cada día tengo que dar todo el tiempo que sea necesario –a veces más, a veces menos– para llegar a una percepción clara de una Presencia interna, una vida en mí que es mucho más elevada que mi cuerpo. Necesito conocer esta Presencia como algo realmente existente, no simplemente una posibilidad que a veces alcanzo.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.


No hay muerte. La vida no puede morir. El revestimiento se agota, la forma se desintegra. La muerte es un fin – el fin de todo lo conocido. Es algo aterrador porque nos aferramos a lo conocido. Pero la vida es. Siempre está aquí, incluso si para nosotros es lo desconocido. Podemos conocer la vida solo después de conocer la muerte. Debemos morir a lo conocido y entrar en lo desconocido. Necesitamos morir voluntariamente. Tenemos que liberarnos de lo conocido. Una vez libres, podemos entrar en lo desconocido, el vacío, la quietud completa, donde no hay deterioro – el único estado en el que podemos descubrir qué es la vida y qué es el amor.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.
La Realidad Intemporal

Necesitamos darnos cuenta de que todas las cosas son impermanentes. Cambian, nacen, tienen su vida, mueren. Son impermanentes ciertamente en diferentes escalas. Algunas son partículas subatómicas; su vida se limita a una pequeña fracción de nuestro tiempo que es inimaginablemente pequeño, quizás una millonésima de una millonésima de una millonésima de segundo, un tiempo que no podemos ni imaginar cuán corto es. Algunas otras vidas pueden durar miles de millones de años. Pero todo en el universo tiene su vida; nace, dura un cierto tiempo y muere en esa forma. Pero detrás de todo esto está el Ser. Y a medida que llegamos a conocer, detrás de toda esta actividad que constantemente consideramos nuestra vida, a medida que conocemos la experiencia del ser, nos damos cuenta de que no estamos y nunca podemos estar solos.

Hugh Brockwill Ripman, Questions and Answers Along the Way.


El Ser es la Vida Una, eterna, siempre presente, que está más allá de las miles de formas de vida que están sujetas al nacimiento y a la muerte. Sin embargo, el Ser no sólo está más allá sino también profundamente en el interior de cada forma como su esencia más invisible e indestructible. Esto significa que es accesible a usted ahora, como su propio ser más profundo, como su verdadera naturaleza. Pero no busque asirlo con su mente. No trate de comprenderlo. Sólo puede conocerlo cuando la mente está en silencio, cuando usted está presente, completa e intensamente en el Ahora. Recuperar la conciencia del Ser y permanecer en ese estado de "sensación-realización" es la iluminación.

Eckhart Tolle, The Power of Now.


Los diferentes campos en los que el ser humano tiene experiencias son el pensar, el hacer, el percibir y el sentir. Estas experiencias cambian de un momento a otro, pero la única experiencia constante que no cambia es la experiencia inmutable del "principio YO SOY", la pantalla en la que aparecen y desaparecen las otras experiencias. Con esta profunda comprensión, el sabio ignora las experiencias fugaces y permanece anclado en la experiencia central Yo Soy, en paz, armonía y satisfacción, en belleza y amor. Cuando el pensar-hacer-percibir-sentir desaparece, el aparente pensador-hacedor-perceptor-sensor también desaparece, y yo permanezco como la pura Consciencia. La persona ignorante, en su confusión, cree que el cuerpo-mente vive, mientras que de hecho muere al final de cada percepción, pensamiento, sentimiento o acción. Es el principio YO SOY el que continúa sin cambio durante todo este proceso. El hecho es que el principio YO SOY y la "realidad" fenoménica manifestada solo pueden ser Uno y no dos. La verdadera "realidad" no es ni lo conocido ni lo desconocido, sino la base o fundamento de ambos. En otras palabras, el YO SOY subjetivo y la manifestación objetiva son uno y lo mismo.

Ramesh Balsekar, Confusion No More.


M: Más allá de la mente movible está el fondo inmutable de de la conciencia, que nunca cambia. La mente tiene que llegar a conocer al verdadero ser y respetarlo y dejar de cubrirlo, como la luna que obscurece al sol durante un eclipse solar. Dese cuenta de que nada observable ni experimentable es usted, ni lo limita a usted.

P: Para hacer lo que me dice tengo que ser consciente todo el tiempo.

M: Lo que necesita es ser consciente de que es consciente. Sea consciente deliberada y conscientemente, amplíe y profundice el campo de la conciencia. Usted siempre es consciente de la mente, pero no es consciente de sí mismo como ser consciente.

Sri Nisargadatta Maharaj, I Am That.


La presencia es la fuente de toda experiencia. Cuando el acento se pone en ser consciente, y no en el pensamiento ni en la percepción, gradualmente nos relajamos profundamente, tanto en el nivel neuromuscular como en el plano mental. Si observamos desinteresadamente el surgimiento y desaparición de todos los estados que experimentamos, pronto nos daremos cuenta de que cada estado, cada percepción, cada pensamiento se reabsorbe en un desconocido tácito, sabiendo que es. Esta continuidad es la única realidad, que está ahí antes de que comience la actividad. Sumérgete profundamente en esta quietud cada vez que se sienta. No puedes esperar que aparezca la realidad, porque siempre es. Los acontecimientos aparecen y desaparecen. Nunca olvides el carácter pasajero de toda experiencia, esto es todo lo que necesitas hacer y la puerta a la gracia se abrirá ante ti.

Jean Klein, I Am.


Con la consciencia, veo lo que es, y en la experiencia "Yo soy", me abro a lo divino, lo infinito más allá del espacio y el tiempo, la fuerza superior que las religiones llaman Dios. Mi ser es el Ser. Ser uno, completo frente a la vida, es todo lo que importa. Mientras sigo consciente de esto, siento una vida dentro de mí y una paz que nada más puede darme. Estoy aquí, vivo, y a mi alrededor existe todo el universo. La vida que me rodea está en mí. Siento esta vida universal, la fuerza del universo. Y siento que existo como parte del mundo que me rodea. Aquí todo ayuda, incluso el cojín en el que me siento. Estoy presente, despierto a lo que soy. Y veo que lo más importante es ser. Lo sé, ahora, y como lo sé, me siento relacionado con todo lo que me rodea. No hay antes, no hay después, solo la vida misma. Tengo la impresión de salir de un sueño. Todo es real. Me siento libre y en paz. En este estado, no busco, no deseo, no espero nada. Solo hay lo que "yo soy" en este momento. Ahora sé cómo estoy aquí y por qué estoy aquí.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.


Usted sabe que está sentado aquí. Esté atento sólo a ese conocimiento. Sea en su eseidad. Aférrese a eso; no ha de hacerse nada más. Devenga uno con eso y todas sus necesidades estarán satisfechas. Haga lo que haga, su atención debe estar ahí. Cuando usted come alimento, ¿quién come? Sólo esa Eseidad. Todo lo que usted hace es la eseidad; preste atención a esa eseidad.

Sri Nisargadatta Maharaj, Seeds of Consciousness.


El mundo que vemos ahora está lleno de diversidad. Debemos practicar ver la fuerza unificadora, el espíritu unificador que es el sustrato para toda esta manifestación. Ese es el Ser, la realidad, Dios, o el nombre que le des. Al igual que en el cine, la pantalla panorámica es el sustrato de la manifestación, y lo que está sucediendo aquí en este universo es el filme, la película. Siempre se está moviendo pero la pantalla es permanente. Si sabemos que lo que vemos en el mundo se está moviendo, entonces nos hemos dado cuenta de la Verdad y no vemos el mundo como tal. Lo vemos solo como algo móvil dentro de la existencia inmóvil o inmutable. Entonces el mundo tiene una forma diferente para nosotros, no lo vemos como diversidad, lo vemos como uno.

Premananda, Blueprints for Awakening.


¿Qué es real: aquello de lo que soy consciente, o la consciencia misma? En el fondo de mi ser ya soy lo que busco. Este es el ímpetu de toda mi búsqueda. Cuando la consciencia está aquí, me doy cuenta de que la consciencia soy yo. Yo y todo lo que me rodea somos la misma consciencia. Mi verdadera naturaleza es la consciencia. La búsqueda de mi ser se convierte en la búsqueda del Ser, cada vez más profunda. El Creador aparece como el "Yo", el "Ser". Ya sea que se manifieste o no se manifieste es irrelevante cuando uno permanece vuelto hacia él. No hay objetos que conocer. El Ser es siempre el Ser. Cuando se conoce la verdadera naturaleza, hay Ser sin principio ni fin – consciencia inmortal.

Jeanne de Salzmann, The Reality of Being.


Usted es lo que es en todos los momentos de su vida, pero nunca es consciente de ello, salvo, quizás, en el momento de despertarse del sueño. Lo único que necesita es ser consciente de ser, no como una afirmación verbal, sino como un hecho siempre-presente. La conciencia de que usted es, le abrirá los ojos a lo que usted es. Es todo muy sencillo. Antes que nada, establezca un contacto constante consigo mismo, esté consigo mismo todo el tiempo. Todas las bendiciones fluyen hacia la conciencia de sí. Comience como un centro de observación, de reconocimiento deliberado, y crezca hasta convertirse en un centro de amor en acción. "Yo soy" es una pequeña semilla que se convertirá en un poderoso árbol, de forma muy natural y sin ningún esfuerzo.

Sri Nisargadatta Maharaj, I Am That.


Tú eres quien lo ve todo, lo sabe todo y observa todo lo que está sucediendo. Eres la fuente inmóvil y silenciosa de todo lo que es, el Ser que anima el cuerpo-mente, el Ser en el que surge todo, incluido el individuo aparente. Ese Ser, esa conciencia, es lo que eres. No eres una parte del todo, sino la fuente del todo. Porque tú eres, todo lo demás es. Todo lo que vemos, todo lo que pensamos, es nuestra historia de vida, lo que creemos que es el mundo, es solo una apariencia del Ser y del amor incondicional que aparece como la invitación para abandonar el sentido del "yo", para abandonar la idea de que hay alguna separación, para abandonar la idea de que hay un individuo sentado en esta sala. Solo existe el Ser, viviendo en y como cada cuerpo-mente aparentemente diferente.

Tony Parsons, Invitation to Awaken.
Fuente: Gurdjieff and the Fourth
https://www.nodualidad.info/

Principio del vacío


Sabes que significa el poder del vacío y de que trata la ley de atracción?

¿Guardas “por si acaso” cosas que desde hace tiempo que ya no usas?

¿Tienes la costumbre de acumular ropa que nunca más usarás, o bien papeles inútiles que sabes que antes o después tirarás?

¿Guardas objetos innecesarios por si acaso dentro de unos meses e incluso años llegas a precisarlos?

¿Y dentro tuyo? ¿Tienes el hábito de guardar resentimientos, rencores, tristezas y miedos?

Si haces esto (y la mayor parte de personas lo hacen) deberías saber algo: ESO ES LO PEOR QUE PUEDES HACER si deseas lograr resultados con la Ley de Atracción.Principio del vacío
La Ley del Vacío: si quieres algo, resérvale un espacio

De la misma manera que reconoces que cuando tu casa está desordenada y llena de objetos que no usas ¡Va contra tu prosperidad!, es preciso que reconozcas la necesidad de dejar espacio… un vacío, para que cosas nuevas lleguen a tu vida. Es preciso que te deshagas de todo lo inútil que hay en tu casa y en tu vida, para que llegue la prosperidad.

Si deseas que algo nuevo llegue a tu vida, crea un vacío a fin de que ese algo se encargue de llenarlo.

De eso trata precisamente la Ley del Vacío, que dice que si deseas atraer algo, ya antes debes reservarle un espacio. La fuerza de ese vacío es lo que absorberás y atraerás todo lo que desea.

De ahí que la técnica de crear vacío resulta indispensable si deseas lograr resultados con la Ley de Atracción.

En esencia eso es, si deseas que la prosperidad llegue a tu vida, antes hay que hacer espacio para recibirla.

Mientras esté material o emocionalmente cargado de sentimientos y cosas viejas e inútiles, no tendrá espacio para nuevas oportunidades.

Con lo que si quieres atraer exuberancia y prosperidad a tu vida, debes tener siempre esta oración presente: PARA ATRAER ALGO ANTES HAY QUE RESERVARLE UN ESPACIO.

Por eso, si tienes más objetos de los que precisas y utilizas (ropa, accesorios, bolis, papeles, muebles… ¡TODO!) llegó el instante de empezar a vaciar y crear espacio para lo que venga.

Cree que lo que pasa afuera, ocurre adentro… Y no puedes atraer prosperidad si afuera manifiestas sentimientos de falta, dolor o temor a perder lo que tienes.
Las consecuencias de llenar todos los espacios

¿Sabías que las personas no aceptamos el vacío y de ahí que tendemos a llenarlo de lo que sea?

No importa si no es lo que queremos… Tendemos a guardar todo por si acaso un día nos falta, y eso exactamente lo que estamos transmitiendo al Universo: escasez y conformismo. Y como vas a saber, eso es un grave fallo.

Los bienes necesitan circular. Limpie los cajones, los armarios, el garaje; que la actitud de guardar un montón de cosas que no utiliza, solo encadenan su vida. ¿Sabías, asimismo, que no dejar espacios es síntoma de rehusar el cambio y la prosperidad?Ley de atracción

Debemos entender que no son los objetos que guardamos los que estancan nuestra vida, sino el significado de la actitud de guardar, ya que cuando se guarda, se exalta la posibilidad de falta, de carencia y, con esa idea, le estamos enviando dos mensajes a nuestro cerebro:


1º. Que no confiamos en el mañana y

2º. Que pensamos que lo nuevo, lo mejor y la abundancia, no son para nosotros. Por eso nos autojustificamos y nos sentimos bien guardando cosas inútiles.

Cuando más te resistas a crear vacío, menos dispuesto estarás a cambiar.

Y mientras vayas acumulando cosas que no usas y no necesitas, vas a ser inútil de atraer algo nuevo y mejor para ti.

Entienda que las telarañas de su vida, son sus telarañas mentales. Deshágase de lo que ya perdió valor por el paso del tiempo, de los regalos de personas que ya han desaparecido de su entorno. Deje entrar lo nuevo a su casa… y a su vida.

Lo de guardar cosas “por si acaso”, no sirve, no funciona, y trae justo lo que quieres evitar: que la Ley de Atracción no te dé los resultados que esperas.

Lector/a amigo, atraiga la prosperidad. Practique la ley del vacío y deje que el bienestar y la paz lleguen a su vida.

Por poner un caso: ¿Verdad que si deseas poner un cuadro en la pared del comedor o de tu habitación te asegurarás que haya espacio para él ya antes de comprarlo?

Básicamente, eso marcha de este modo. Si deseas un premio reserva un lugar en tu estante para él… Pero no puedes decirle al Universo que te traiga algo mientras que le estés transmitiendo que en tu vida no hay sitio para esto.

Algo tan sencillo como no saber que HAY QUE CREAR UN ESPACIO para lograr el éxito con tus atracciones, ha provocado que miles y miles de personas se quejen frecuentemente, se frustren todos y cada uno de los días, pongas trabas y límites a la hora de manifestar, se enojen, se lamenten… Y todo eso por pasar por algo la relevancia de la Ley del Vacío.

Consciente que el dinero y el tiempo son demasiado apreciados para desperdiciarlos, nunca los gaste en cosas que NO sean verdaderamente importantes. Y convencido que su cuerpo es un soporte para su mente y para su espíritu, trátelo sin dudarlo como el TEMPLO que es… y no como un depósito de basura. Si no creas vacío, dices al Universo que no necesitas nada nuevo

Recuerda que tus pensamientos, emociones y acciones definen tu realidad.

¿Qué ocurre cuando guardas en el guardarropa ropa, ropa y más ropa que llevas tiempo sin utilizar y que seguramente nunca volverás a utilizar pero que sin embargo dejas ahí “por si a caso”?

Sin darte cuenta, con esa simple acción…

1) Estás transmitiendo al Cosmos que lo viejo aun te sirve y que no precisas nada nuevo.

2) Estás desconfiando de tu capacidad para atraer nuevamente esas cosas a tu vida.

3) Estás dudando de la Ley de Atracción y su poder para darte lo que le pides.

4) Llenas vacíos impidiéndote a ti manifestar lo que quieres.

Por tanto, ¿qué debes hacer para atraer exuberancia y prosperidad a tu vida? Efectivamente: CREAR VACÍO.

Lo que queremos que comprendas es que mientras guardes cosas superfluas solamente por si acaso algún día llegas a precisarlas nuevamente, NO conseguirás resultados con la Ley de Atracción porque le estás transmitiendo que no las necesitas y no existe espacio para ellas.

Si creas un espacio para cada una de tus futuras atracciones, vas a estar mandando al Cosmos la señal de que ya estás listo para percibir lo que quieres. Y además, tus pensamientos, emociones y vibraciones van a estar dándote la razón.

Deseamos proponerte un ejercicio eficiente que te servirá para crear vacío. Ya sabes, la mejor manera de lograr resultados es encaminándonos hacia ellos tomando acción.

Ahí va el ejercicio:

Piensa a lo largo de unos minutos en algo que quieras atraer y que aún no hayas conseguido… ¿Qué es?

Escribe la respuesta en tu comentario acá abajo de este artículo y ahora piensa por qué no lo tienes (¿qué espacios estabas llenando innecesariamente?) y ahora crea de nuevo vacío.

Es decir: si por servirnos de un ejemplo deseas atraer más dinero a tu negocio (ese sería tu deseo), puede que no lo hayas logrado porque tenías guardados “por si acaso” decenas y decenas de expedientes de viejos clientes del servicio que hace años dejaron de serlo (esa sería la cosa innecesaria que llena el vacío), y lo que puedes hacer para crear vacío es colocar un archivador vacío en tu escritorio con la etiqueta de “nuevos clientes” (eso sería crear vacío).

Parece simple, ¿verdad?? Pues con este sencillo ejercicio lograrás grandes cambios.

Escribe tu respuesta aquí abajo y lee la de los demás… ¿Te imaginas la energía que va a haber concentrada en una misma página?

Recuerda que no aceptamos el vacío… Entonces si lo creas, el Universo se ocupará de llenarlo y lo hará precisamente con lo que quieres. ¡Y eso es excelente!

Cuéntanos aquí en los comentarios algún ejemplo en el que hayas creado espacio y sobretodo que ha sucedido?. ¿Cuánto hace que no creas espacio?. ¿Qué es lo que deseas tener, sentir, pero aun no has hecho el ejercicio de crear vacío?.

Gracias por hacer espacio en tu vida para que Formarse pueda estar presente siempre.


Cuando el móvil no es el culpable de todo



Si hay algo que el ser humano sabe hacer es echar la culpa a otro cuando se exigen responsabilidades. Y qué mejor víctima para acusar que aquel que no puede defenderse. Con total seguridad el teléfono móvil es uno de los inventos más importantes que ha revolucionado la comunicación humana para siempre.


De alguna forma, el móvil se ha convertido en una herramienta muy valiosa en el día a día; ya nadie sale de casa sin comprobar si lleva su móvil.

El uso que le podemos dar a este aparato desde que nos levantamos es abrumador. Lo utilizamos como despertador, reloj, calendario, agenda, calculadora, cámara, álbum de fotos y como una consola portátil para jugar, así como también para:

Revisar el correo electrónico
Saber en qué minuto pasa nuestro autobús
Leer las noticias de actualidad mientras desayunamos
Ver y hablar con un amigo que vive en otro continente
Ver un informe de la calidad de nuestro sueño o de los kilómetros caminados esa semana
También lo usamos para saber si hay huelga de metro, pedir un taxi… la lista se hace interminable.

Pero pese a ese despliegue de virtuosidad, cada día se convierte en el blanco de acusaciones que le sitúan como principal responsable en casos de absentismo escolar, cyberbullying, rupturas maritales y accidentes de circulación.

Lo cierto es que, antes de la existencia de los teléfonos móviles, los adolescentes ya hacían novillos, acosaban a otros compañeros, existían los divorcios y, desde luego, la gente moría en la carretera. Sin embargo, es cierto que el uso inadecuado del móvil puede tener consecuencias muy negativas.

¿Qué consideramos un mal uso del móvil?

Debemos detenernos a reflexionar sobre qué servicios queremos usar de nuestro teléfono móvil y, por ende, cuáles no. Como norma general, podríamos establecer que la presencia del móvil está infundada cuando no necesitamos ninguno de estos servicios.

Puede parecer sencillo, pero cuando alguien se separa del móvil y ello le genera una sensación de intranquilidad, inquietud o nerviosismo, podríamos sospechar que existe una situación de dependencia, entendido como el uso compulsivo del móvil a pesar de las consecuencias negativas.

También es posible que nos venga a la mente alguna palabra como “adicción” y, realmente, no estaríamos muy lejos de definir lo que un consumo excesivo e inadecuado del móvil y, en general, de las TICS (Tecnologías de Información y Comunicación) puede provocar en una persona.

¿Podríamos determinar que el mal uso del móvil es una conducta adictiva?

No necesariamente. Si bien es cierto que muchas veces podríamos evitar su uso, las características de las conductas adictivas se podrían agrupar en las siguientes:

Obsesión. El uso del móvil se convierte en la parte central de la vida de la persona. En el caso de los estudiantes aparecen estados de ansiedad e impaciencia hasta poder disponer del teléfono y, a su vez, responden con irritabilidad cuando se les priva de éste.

Falta de control. Una persona pierde el control cuando desarrolla una actividad determinada (chatear, jugar, compartir en RR.SS.) y continúa con ella, sin regulación temporal, a pesar de las consecuencias negativas.

Consecuencias negativas. Generalmente aparece, de forma progresiva, una falta de interés en las obligaciones laborales, académicas, sociales o de pareja.

Negación. La persona dependiente tiende a negar o a minimizar esa adicción.
Necesitamos un examen introspectivo sobre nuestros hábitos con el móvil. Debemos evaluar hasta qué punto queremos que sea nuestro centro neurálgico. Y habrá quien razone y defienda su uso constante y no por ello se le debe catalogar de «adicto».

Algunas reflexiones que nos podemos plantear


Si no lo usamos como despertador, ¿por qué duerme a nuestro lado?

Si no vamos a iniciar una conversación mientras comemos o cenamos, ¿por qué lo tenemos sobre la mesa?
¿Necesitamos leer los mensajes mientras conducimos o estar pendiente de las notificaciones nuestras redes sociales?
¿Es realmente necesario estar disponible las 24 horas del día?
¿Podríamos dejarlo apagado todo un día, por ejemplo, un domingo, sin pensar en las llamadas o mensajes que no estamos atendiendo?Mucha gente leerá estas preguntas y, tras un suspiro, dirá “ya, es verdad”. Nos cuesta asimilar la necesidad de un cambio. Nos quejamos de aquellas cosas que podemos cambiar, pero no las cambiamos, porque todo cambio cuesta y cada día que pasa cuesta más. “Dichoso móvil, estoy harto/a” es otra de las grandes frases que no es difícil oír.

No es la herramienta en sí la causante de los problemas sino cómo la utilizamos. Al igual que una cuerda se puede usar para jugar, también se puede usar para maniatar, o al igual que un cuchillo se puede usar para cocinar, también se puede usar para amenazar. Y el móvil no es una excepción, ya que al igual que se puede usar para hacer una videollamada a nuestra madre, también se puede usar para divulgar fotos privadas de nuestra expareja.

Una vez pregunté a una persona en una entrevista si tenía armas en su casa. Me miró con asombro y me dijo: “Mi casa está llena de armas”. Se produjo entonces un interesante silencio que aproveché para intentar descifrar su respuesta y luego preguntó: “¿O te refieres a armas de fuego?”

Aquello me recordó que el uso que le damos a las cosas es lo que las convierte en un elixir o en un veneno.

Gonzalo Villanueva

Atrévete a ser feliz.


sábado, 23 de noviembre de 2019

Pensamiento catastrófico: Hacer una tormenta en un vaso de agua – y ahogarse


Mientras salimos a correr o vamos de camino al trabajo, un meteorito puede golpearnos. Es una posibilidad, pero tan remota que normalmente no pensamos en ella. Las personas catastróficas, en cambio, sí lo hacen. Dedican gran parte de su día a imaginar las peores calamidades dibujando un escenario postapocalíptico.

Lo cierto es que todos, de vez en cuando, ponemos en practica un pensamiento catastrófico que nos sume en un océano de posibilidades tan aterradoras como improbables. Es lo que hacemos cuando comenzamos con mal pie la jornada y pensamos automáticamente que se nos ha arruinado el día. Sin embargo, cuando esa forma de pensar se convierte en la norma tendremos un problema y es probable que terminemos sufriendo ansiedad o depresión.

¿Qué es el pensamiento catastrófico?

El pensamiento catastrófico o catastrofismo es un sesgo cognitivo que nos lleva a imaginar los peores escenarios posibles, lo cual nos conduce a alimentar una serie de creencias irracionales que terminan afectando nuestras actitudes, comportamientos y decisiones.
Se trata de una creencia irracional porque suponemos que se producirá un desastre, aunque no tengamos motivos razonables o pistas fiables que nos hagan pensar algo así. Es como cuando una persona hipocondríaca se autodiagnostica una enfermedad grave ante un pequeño dolor.
El catastrofismo, en Psicología, implica suponer que ocurrirán hechos negativos que finalmente no llegan a concretarse, pero a pesar de que nos equivocamos sistemáticamente en nuestras suposiciones, no logramos incorporar la evidencia y seguimos alimentando ese pensamiento catastrófico.


¿Cuál es el origen del pensamiento catastrófico?

El pensamiento catastrófico tiene sus raíces en la evolución. Nuestro cerebro reacciona de manera automática ante los menores signos de alarma porque ello podría salvarnos la vida. También tenemos una extraordinaria facilidad para reaccionar con miedo ante escenarios ambiguos e inciertos. En práctica, nuestro cerebro se prepara para lo peor para protegernos y defendernos.

Eso significa que el catastrofismo es una respuesta normal, el problema comienza cuando esa reacción se mantiene permanentemente activada y afecta todas las áreas de nuestra vida. En ese momento el catastrofismo se convierte en un estilo de afrontamiento desadaptativo que nos causa más daño que bien, puesto que nos mantiene en un estado de alerta constante, como si al doblar cada esquina nos aguardara un peligro inminente.


¿Por qué algunas personas se quedan atrapadas en un bucle de pensamientos catastróficos?

Más allá de nuestros condicionamientos evolutivos, el catastrofismo también es algo que se aprende. Las experiencias de nuestra infancia pueden dejar una profunda huella, sobre todo si nos han transmitido el mensaje de que el mundo es un sitio peligroso y hostil, de manera que debemos estar preparados para defendernos en cualquier momento.
Experiencias de vida posteriores y negativas también pueden dejar su impronta, de manera que el miedo se generaliza hasta convertirse en un patrón de respuesta automática. Una vez que ese patrón se instaura, los pensamientos catastrofistas serán cada vez más comunes y dispararán una respuesta emocional intensa que nos hará sentir mal.


Formar una tormenta en un vaso de agua y ahogarse en ella

Las personas catastrofistas tienden a convertir un pequeño revés en un escenario dantesco, terminan haciendo una tormenta en un vaso de agua e incluso es probable que terminen ahogándose en ella.

Sus creencias irracionales generan preocupación, ansiedad y miedo a vivir. De hecho, los pensamientos catastróficos por ansiedad se han vinculado a una mayor tendencia a enojarse y expresar la ira de manera desadaptativa. También se han relacionado con más ideas sobre la venganza y el resentimiento, así como con una menor tolerancia al dolor.
Es obvio que si exageramos las consecuencias de las cosas negativas que nos suceden, nos sentiremos más tristes y enojados. También es obvio que imaginar todo lo malo que puede ocurrir genera un estado de ansiedad y estrés permanentes que terminará pasándonos factura.
De hecho, lo peor de todo es que las predicciones catastrofistas terminan siendo proféticas porque nosotros mismos nos encargamos – inconscientemente – de que esos temores se cumplan. Una persona hipocondríaca, por ejemplo, puede terminar desarrollando enfermedades más graves precisamente por el estado de estrés constante en el que vive debido a sus pensamientos catastróficos.

Técnicas para eliminar los pensamientos catastróficos

  1. Activa la mente racional. Recurre a las estadísticas.

El primer paso consiste en detectar el pensamiento catastrofista. Puede parecer una verdad de Perogrullo, pero lo cierto es que la mayoría de las personas que activan estas creencias están convencidas de que sus temores son completamente fundados.
Necesitamos comprender que nuestro cerebro estima constantemente las probabilidades que existen de que se produzca determinado evento. Para ello, puede seguir dos pautas de análisis: una lógica y racional y otra basada en sus experiencias.

Según la lógica, los aviones son el medio de transporte más seguro, pero una persona que tenga miedo a volar no se fiará de esas estadísticas, sino que se basará en sus propios temores o experiencias. Como resultado, no distinguirá entre la realidad y sus miedos, no diferenciará entre lo que es objetivamente cierto y cuánto ha añadido su imaginación.
Por tanto, es conveniente que nos preguntemos: ¿Qué pruebas tengo a favor de mis pensamientos? ¿Qué pruebas tengo en contra? ¿Realizo este tipo de juicios cuando me siento bien o únicamente cuando estoy ansioso, triste o frustrado?

  1. Piensa en las consecuencias del evento. Usa las palabras adecuadas.

Una vez que activemos la mente racional, debemos intentar pensar en las consecuencias de ese evento de manera objetiva. Si el tren se retrasa 10 minutos, ¿será una molestia o una catástrofe? ¿Qué es lo peor que puede pasar con ese retraso?

En algunos casos, podría provocar serios problemas, pero en la mayoría de los casos no será más que un simple contratiempo. Las personas catastrofistas necesitan prestar más atención a las palabras que usan porque estas terminarán influyendo en su visión del mundo.
Por tanto, es importante poner las cosas en perspectiva y usar las palabras adecuadas para calificar las situaciones y sus consecuencias, escapando de la tendencia a usar las típicas calificaciones catastrofistas. Una técnica para eliminar los pensamientos catastróficos consiste en pensar lo que le diríamos a una persona que esté pasando por algo similar, es probable que nuestras palabras sean más conciliadoras y tranquilizadoras de las que nos dirigimos a nosotros mismos.

  1. Cambia la idea catastrófica. Sin caer en el optimismo ingenuo.

Una vez que hayamos identificado el pensamiento catastrófico, es conveniente reemplazarlo con un pensamiento más realista. No obstante, es importante no minimizar sus consecuencias y evitar el optimismo tóxico ya que nuestro cerebro no se deja engañar tan fácilmente.
Si nos ha ocurrido algo muy decepcionante, tampoco podemos solucionarlo diciéndonos que todo está bien y fingiendo que no ha pasado nada. Esa actitud no es saludable. Necesitamos comprender que las cosas pueden ser moderadamente malas, pero también pueden llegar a ser muy malas, y cuando lo son, necesitamos reconocerlo para buscar soluciones.

Sin embargo, cuando las cosas no son tan malas, conviene reestructurar nuestro pensamiento para poder analizar lo que ocurre desde una postura más objetiva. Por ejemplo, en vez de pensar que “la lluvia ha arruinado completamente mi día”, podemos pensar que “me siento decepcionado porque no he podido hacer lo que quería” y así podremos buscar una alternativa que nos satisfaga.

Fuentes:
Okifuji, A. & Turk, D. C. (2016) Chronic Pain and Depression: Vulnerability and Resilience. Neuroscience of Pain, Stress, and Emotion; 181-201.
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Frey, L. et. Al. (2013) Pain intensity mediates the state-trait catastrophizing relationship: a path analysis study. The Journal of Pain; 14(4): S21.
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