viernes, 10 de octubre de 2014

Libro: "Amar Sin Condiciones". Louise L. Hay.Tercer parte: Encontrar ayuda.


16. Los médicos: su papel en nuestro proceso curativo.

Afirmación: «Dios también se vale de la profesión médica».

Los médicos pueden convertirse en parte predominante de nuestra vida si tenemos una enfermedad grave. La relación con ellos es muy importante en el proceso de curación. Muchos médicos tienen miedo de las enfermedades graves porque saben muy poco sobre ellas, y dan la sentencia de muerte de forma automática. Hemos de tener muy claro que no estamos atados a las limitaciones y los lúgubres pronósticos de la medicina. No somos estadísticas. Cada uno de nosotros es una expresión única e individual de la vida. 
Estamos bajo la ley de nuestra conciencia, y no bajo la ley de las autoridades médicas. 
«Puede que sea verdadero para usted, pero no lo es para mí.» Esta es una buena afirmación para emplearla siempre que escuches un pronóstico fatídico.
Incluso es bastante probable que sepas más sobre tu enfermedad que tu médico. Después de todo tú eres quien la tiene y sólo tú sabes exactamente los efectos que produce en tu cuerpo. De modo que te recomiendo encarecidamente que estudies todo lo que puedas encontrar sobre tu enfermedad. Necesitas estar bien informado, conocer todas las maneras de tratarla que existen. 

Tienes que formar un equipo sanador con tu médico. Recuerda que un médico es un asesor, un consejero, no una autoridad suprema, y ciertamente no es Dios. Debe haber respeto por ambas partes. Necesitas a alguien que te escuche y que respete tus temores e interrogantes, que te explique los diversos tratamientos y sus ventajas, que te informe sobre los efectos secundarios de los
medicamentos, y que busque alternativas. Necesitas a un médico que apoye tus nuevas opciones alimentarias y otras modalidades alternativas de curación. Si tu médico no cumple estos requisitos, busca a otro.
Mi amigo el doctor Bob Brooks está totalmente de acuerdo en que el enfermo trabaje en íntima colaboración con el médico. He aquí una breve descripción de su experiencia.

«Deseo compartir con ustedes algunas de las conclusiones a que he
llegado con respecto al proceso de curación.
»Creo que vivimos en muchos dominios diferentes al mismo tiempo. Dos dominios muy claros son la realidad física y nuestra experiencia de la vida. La mayoría de las personas considera que sus experiencias son el fruto de las circunstancias. Sin embargo, este concepto es cuestionable, Yo pienso que nuestras experiencias son el fruto de nuestra interpretación de las circunstancias.

»Estoy convencido de que el bienestar reside en nuestra manera de
tomarnos la vida. Podemos obtener bienestar de cualquier circunstancia, aunque sea desfavorable. Y a la inversa, las circunstancias de nuestra vida pueden ser envidiables, podemos tener riquezas y un cuerpo sano y fuerte, y no experimentar bienestar.
»El verdadero bienestar es una elección individual. Implica un cambio de posición, pasar de considerarse una víctima de las circunstancias a considerarse un creador de experiencias. Este cambio requiere una enorme disposición para asumir la responsabilidad individual. Literalmente, implica estar dispuesto a experimentar al propio yo considerándolo lo suficientemente poderoso para ser la causa de las propias experiencias.

»Es muy difícil hablar de esto, porque muchas personas entienden
"culpa cuando se menciona la palabra "responsabilidad". Es la
consecuencia de la forma en que se nos trató cuando éramos niños.
Cuando hacíamos algo que nuestros padres no aprobaban, nos llamaban "irresponsables", lo cual en realidad era una imputación de culpa. Cuando veo a enfermos que se niegan a reconocer su responsabilidad, me doy cuenta de que en realidad rehúsan ser inculpados. 
Naturalmente que podemos negar la culpa, pero no podemos abdicar de nuestra responsabilidad. Sencillamente somos responsables, al margen de que estemos demasiado confundidos para reconocerlo.
»La medicina, como disciplina de la ciencia física, es impotente para crear un verdadero bienestar. La prevención o la erradicación de la enfermedad no equivalen necesariamente a bienestar.

»Para introducir el bienestar en el tratamiento médico tenemos que
ampliar el contexto de la medicina. Pienso que cualquier cosa que genere una sensación de bienestar favorece los procesos curativos que tienen lugar en el cuerpo. A continuación señalo algunos elementos que creo necesarios para crear lo que a mí me gusta llamar atmósfera curativa.

» 1. Intención: La clave para todo tipo de curación es la intención. Es lo que suele llamarse "voluntad de vivir". Sin ella, los enfermos no generan el tipo de comportamiento que favorece la supervivencia. He visto a personas muy enfermas, prácticamente agonizantes, que de pronto han desarrollado una fuerte voluntad de vivir, logrando como consecuencia de ello recuperaciones milagrosas. También he visto a personas que podrían haber
vivido muchísimo más tiempo dado su estado de salud, y que han muerto prematuramente sencillamente porque ya no deseaban vivir.

»2. Contacto humano y amor: En esta sociedad nuestra de tan
avanzada tecnología, al parecer hemos olvidado el poder del simple
contacto humano y del amor. Los psicólogos han comprobado los profundos efectos de la carencia de contacto y cariño en los bebés, y han llamado a este trastorno "síndrome de privación materna". Sin embargo, yo creo que para muchas personas adultas existe, en el mundo actual, un síndrome de privación, aunque en un grado menor. Sus consecuencias no son tan visibles, si bien por lo que respecta a sus efectos sobre la salud es igualmente grave. Todos necesitamos ser amados y acariciados. En ningún lugar se nota tanto esta falta de contacto humano como en nuestros modernos hospitales. En general, nos comportamos como si se pudiera
prescindir de estos requisitos básicos de la existencia humana. Lo cierto es que ningún avance tecnológico podrá reemplazar jamás lo que es básico en nuestra naturaleza humana. Creo que muchas personas están comenzando a caer en la cuenta de esto; y es esto también lo que se esconde tras el temor y la ansiedad de muchas personas ante la idea de ingresar en un hospital moderno. Es como si nuestro inconsciente nos estuviera haciendo una señal de advertencia cuyo significado es: "Peligroso para el ser humano".

»3. Objetivo en la vida: La evitación de la muerte no es una razón para vivir, y las razones para vivir jamás serán creadas por la ciencia ni por la tecnología. Una persona tiene mayores posibilidades de sobrevivir a una enfermedad grave o catastrófica cuando tiene algo por lo cual considera que vale la pena vivir. Las razones para vivir provienen de otros dominios distintos al de la ciencia; provienen de aquellos dominios profundamente íntimos que nos hacen especialmente humanos. Los buenos médicos lo
saben, aunque no sean capaces de expresarlo verbalmente. Todos los médicos hemos tenido la experiencia de asistir a enfermos sumamente comprometidos con algo o alguien, y que movidos por este compromiso han generado o bien una curación o bien un largo período de mejoría más allá de lo que hubiera cabido esperar dadas sus circunstancias. Uno no puede expresar este tipo de acontecimientos en términos científicos, pero sí que puede apreciar la experiencia de encontrarse en presencia de una persona tan comprometida.

»4. Disposición a mirar dentro de nosotros. Es verdaderamente
sorprendente la forma en que consideramos la autoridad externa en
Occidente. Para muchos de nosotros, si lo leemos es un libro, es verdad, y si lo experimentamos directamente, lo ponemos en duda. Se nos ha enseñado a desconfiar de nuestra intuición y de nuestras experiencias humanas básicas. Y sin embargo, la sabiduría de todos los tiempos ha alentado al hombre a mirar hacia adentro en busca de las respuestas a los interrogantes más difíciles de la vida. Yo creo que la trayectoria hacia la curación comienza con una mirada hacia adentro, hacia nosotros mismos, y con un "llegar a conocer" nuestras propias verdades y nuestros poderes curativos.
»Me gustaría acabar esta corta exposición con una breve declaración de mi posición respecto al tema. Yo creo que la medicina moderna ha aportado enormes avances al bienestar del ser humano. Sobre esto hay pocas dudas. No obstante, la profesión médica ha descuidado e ignorado lamentablemente una gran cantidad de esa humanidad necesaria y vital para nuestra supervivencia como individuos y como especie. Creo que ahora estamos entrando en una era de síntesis y de cooperación. Así como
las superpotencias deben aprender a convivir si hemos de evitar la extinción final en un holocausto, también la medicina debe aprender a convivir con otras disciplinas que contribuyen al bienestar. A menos que los médicos se hagan más humildes y aprendan a respetar otros métodos de curación y de bienestar, continuarán perdiendo el respeto de aquellos mismos a los que
se han comprometido a servir. Es el momento para un verdadero holismo.
Es el momento de mirar lo que tiene de valioso toda tradición y todo enfoque. La ciencia sola ya no tiene sentido.»

Afirmación para encontrar al médico adecuado
Así como los médicos deben empezar a respetar las medicinas
alternativas y los enfoques holistas, nosotros debemos hacernos
responsables de la elección de nuestros médicos. Los médicos que
atraemos reflejan nuestras propias imágenes mentales de nosotros mismos y de la profesión médica. Si estás buscando un médico o estás pensando en cambiar el que tienes, te sugiero que primero hagas un pequeño trabajo mental. Decide qué deseas en tu relación con esta persona y luego creas una afirmación; tal vez podrías escribirla. Algo así como: «Ahora tengo un médico maravilloso. Nos respetamos mutuamente. Ambos formamos parte de un equipo de curación. Nos resulta fácil comunicarnos y entendernos. Mi médico me apoya y está convencido de que puedo sanar. Está informado de las terapias holistas y las apoya. Todo lo que hacemos unidos contribuye a mi proceso de curación. Amo a mi médico y él me ama a mí».

Añade cualquier otra cosa que desees tener en tu relación con tu
médico. Luego lee esta afirmación varias veces al día. También haz
constantemente esta otra afirmación: «Ahora estoy atrayendo al médico perfecto». Si tienes pensamientos negativos sobre los médicos en general o has escuchado historias terribles sucedidas a tus amigos, simplemente di: «Puede que eso sea cierto 'de otros médicos, pero el mío no es así».
Realiza este trabajo mental positivo para encontrar al médico que necesitas.
Tutea a tu doctor o doctora. Eso lo pondrá a tu mismo nivel. No le ocultes ningún aspecto de tu vida. Si él o ella ha de asistirte en tu senda de curación, debe conocer todas las facetas de tu vida. Esto demuestra que confías en él. Cualquier médico que se ofenda por ello es demasiado inseguro para colaborar contigo. Un médico es un ser humano igual que tú, con ciertos conocimientos especializados, pero no un ser superior.

Declaración de los Derechos del Enfermo
Mi amigo el doctor Albert Lerner ha formulado una Declaración de los Derechos del Enfermo, para demostrar que nosotros, como enfermos, somos responsables de nuestro bienestar.
«Que el enfermo se haga cargo de su existencia implica todos los
aspectos de su ser y todas las fases de su vida. La relación entre el médico y el paciente es fundamental.
» 1. Usted tiene la capacidad, con la información suficiente y el consejo de su médico, de decidir sobre su propio método de curación.
»2. Usted tiene el derecho a formar una sociedad con su médico:
a) Comprendiendo la importancia de que se le escuche con atención.
b) Expresando claramente el propósito de su visita.
c) Manifestando claramente otras necesidades distintas al problema inmediato. Por ejemplo: necesidades a largo plazo, como apoyo y consejo para mantenerse sano.
d) Compartiendo con el médico su naturaleza emocional y explicándole la forma en que te lo arregla con el estrés. Hágase las siguientes preguntas:
- ¿Reprimo o manifiesto los sentimientos de amor, rabia o tristeza?
- ¿Qué pasa en mis relaciones personales y de trabajo? ¿Cómo las
afronto?

»3. Usted tiene derecho a saber lo que piensa y cómo es su médico:
a) ¿Cuáles son sus ideas filosóficas sobre la curación?
b) ¿Sabe dialogar?
c) ¿Cómo reacciona ante la crítica positiva?
d) ¿Se muestra a la defensiva, crítico y duro, o abierto y
accesible?
e) Cuando va a visitarlo, ¿siente usted que le mete prisas, que lo
desanima, que lo rebaja?

»4. Desmitifique la medicina. Usted tiene derecho a conocer:
a) Cómo se llega al diagnóstico.
b) Cuáles fueron los resultados de los análisis y qué significan.
c) Qué otras cosas se descubrieron.
d) El plan de tratamiento. Asegúrese de que sea el menos agresivo.
e) Los efectos secundarios, si los hay, referentes a todo tipo de
medicamentos.

«5. Finalmente, esté dispuesto a expresar sus inquietudes. No se
intimide.»

Hay muchos médicos maravillosos, que se preocupan y apoyan, que se informan y son amables, que realmente están interesados por tu bienestar, que son abiertos y receptivos a muchas formas de curación. Y tú los puedes encontrar, especialmente si te amas. Hay un número cada vez mayor de médicos, como el doctor Bernie Siegel, que se dan cuenta de que el enfermo tiene mucho que ver en la aparición y la curación de una enfermedad. Estos médicos están dispuestos a superar las limitaciones de la práctica médica estándar y a incluir al enfermo en el proceso de curación.
Estos médicos creen en el trabajo de equipo.

Tratamiento.
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
Soy un ser valioso y amado por el Universo. A medida que aumento el amor que me tengo, también el Universo lo refleja, aumentando el amor que recibo cada vez con mayor abundancia. Sé que el Poder Universal está en todas partes, en cada persona, lugar y cosa. Este poder amoroso y curativo fluye a través de la profesión médica y está en cada mano que toca mi cuerpo. Sólo atraigo a personas altamente evolucionadas en mi senda de curación. Mi presencia hace surgir las cualidades espirituales y curativas de
cada médico. Los médicos y las enfermeras están sorprendidos por sus dotes curativas al trabajar en equipo conmigo. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

17. Las instituciones médicas
Afirmación: «Cada mano que me toca tiene el poder de curar».

Los hospitales
Se ha comprobado que los mejores índices de recuperación entre las personas que padecen cáncer se dan entre aquellos enfermos considerados «malos» o «difíciles». El enfermo que se somete dócilmente a todo lo que se le hace, sin preguntar ni objetar, es a menudo aquel que no lo logra. Si te encuentras en un hospital, haz todo lo posible por cuidar de ti. Pide una habitación con ventana y
con buena vista. Haz preguntas e insiste en obtener respuestas. No te sometas a ningún tratamiento a no ser que sepas por qué se hace. Lleva contigo una cinta magnetofónica para grabar tus conversaciones con el personal médico. Tú pagas el servicio y tienes derecho a preguntar. ¿Es este tratamiento el correcto para tu
cuerpo, o es que están haciendo simplemente lo que hacen con todo el mundo?
Si te encuentras demasiado mal para defender tus intereses, lleva contigo a un buen amigo. Preocúpate también de tener todo lo que necesitas. Llévate cintas para el magnetófono: con música que sea de tu agrado, con ejercicios de relajación, con fantasías guiadas especialmente dirigidas a la curación, etc.
Aprovecha este tiempo para estudiar y aprender. Haz visualizaciones, escribe afirmaciones. Llévate algunos objetos personales que embellezcan tu habitación, y pijamas o camisetas para usar en lugar de las batas del hospital. Procura que alguien te lleve alimentos nutritivos para complementar la dieta del hospital. Ten siempre a mano fruta fresca.

Encuentra una forma positiva de colaborar con los médicos y sus tratamientos. Si deseas seguir este camino, recuerda que tu disposición a participar en la acción del tratamiento es un requisito indispensable. Cuando tomes el medicamento, siente que es por tu bien. Nunca pienses en los efectos secundarios que ha producido a otras personas; tú sólo sabes el bien que te va a hacer a ti.
Esto te resultará más fácil si haces una afirmación, siguiendo un ritual diario, o semanal, cada vez que toma el fármaco. Podrías decir algo así: «Este es el tratamiento perfecto para mí, y dará resultado y me hará sentir maravillosamente bien». Es importante no aceptar nunca de mala gana las advertencias de la comunidad médica ni sus tratamientos. Muchos tratamientos químicos han puesto fin a una serie de enfermedades.

Los medicamentos
Consulta a tu médico antes de emprender cualquier tratamiento químico. Muchos medicamentos están aún en fase experimental, y podrías poner innecesariamente en peligro tu salud.
Ten presente que la ciencia siempre está tratando de encontrar una toxina que mate la enfermedad y no al paciente, de modo que infórmate sobre los tratamientos alternativos. Hay muchas terapias holistas que han contribuido eficazmente a la recuperación de personas con toda clase de enfermedades.
También puedes colaborar en el proceso curativo de otras personas, simplemente visitándolas en el hospital. Saber cómo tratar a una persona enferma es una puerta hacia la alegría y la curación de todas las personas implicadas.

Tratamiento

Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría. Bienes desconocidos e inesperados acuden a mi encuentro hoy. Yo soy muchísimo más que las reglas y las normas. Existe un número cada vez mayor de médicos iluminados y que se encuentran en el camino espiritual. Atraigo ahora a estas personas dondequira que yo esté. Mi atmósfera mental de amor y aceptación es un imán para los pequeños milagros en cada momento del día. Donde estoy hay una atmósfera curativa que bendice y da la paz a todo el mundo. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

18. Cuando un ser querido está enfermo
Afirmación: «Mi corazón se abre a un nivel más profundo».

Si un amigo tuyo tiene una enfermedad grave
Si alguno de tus amigos padece una enfermedad grave, exprésale tu amor llamándolo diariamente por teléfono si puedes, escribiéndole, o si vives cerca, visitándolo con frecuencia y ofreciéndole tu ayuda. A veces las tareas más sencillas pueden resultar una gran carga para las personas enfermas. Ofrécete a tu amigo para hacerle recados y tareas domésticas. Llévalo al médico, o acompáñale a excursiones que se adapten a su nivel de energía. También podrías apuntarte a algún grupo de apoyo y aprender cómo ayudarlo al mismo tiempo que te ayudas a ti. Ámate y ámalo incondicionalmente; sé amable contigo mismo y con él.

Si un familiar tuyo está enfermo.
Si te enteras de que algún familiar tuyo está enfermo, haz lo imposible para que sepa que lo amas y que deseas apoyarlo en todo. Él necesita que se lo digas. El amor y el apoyo que le ofrezcas serán de más utilidad que cualquier medicamento.
Se trata de una gran oportunidad. Si hay algo que le has ocultado, o si te quedan algunos viejos agravios, ahora es el momento de hablar de ello con él, de forma racional, para poder luego olvidarlo todo. Es muy importante encontrar apoyo y amor en la familia.

Cuando un niño está enfermo
Con el fin de comprender plenamente a los niños y la enfermedad, debemos aprender a ampliar nuestra visión del mundo y hacerla más cósmica. Los niños se encuentran bajo la influencia de la conciencia de los adultos que los rodean.
Adoptan con facilidad las pautas de pensamiento de su entorno y responden a esas pautas. Una de las formas más rápidas de sanar a un niño es sanar las pautas de pensamiento de los adultos. El niño adquirirá rápidamente el cambio de conciencia y lo reflejará con una mejoría de su salud.
Verdaderamente creo que escogemos a nuestros padres. Escogemos a los padres perfectos para proporcionarnos el tipo de experiencia que necesitamos en este momento de nuestra evolución espiritual. Las almas nuevas eligen experiencias fáciles, algo así como ir al jardín de infancia. Las almas antiguas escogen experiencias más difíciles para sus lecciones de aprendizaje. Los niños que tienen
enfermedades muy graves, en mi opinión, han escogido estas experiencias antes de encarnarse.
A veces, cuando llegamos a este mundo, no necesitamos una vida muy larga para aprender nuestra lección. Puede que necesitemos sólo unas pocas horas o unos pocos meses o años, y ya está. Vivimos muchísimas veces. Cada vida es diferente. Experimentamos cada vida desde un punto de vista distinto. Si no
sabemos manejar nuestras experiencias en una vida, lo equilibramos en la siguiente. Si en una vida somos violadores, en la siguiente seremos violados. Hay muchísimos buenos libros que hablan de la reencarnación. Investiga por tu cuenta.
Esto no significa que hayamos de endurecer nuestro corazón hacia las personas y decirles: «Bueno, pues, te lo mereces porque bien te lo ganaste en otra vida». No es eso lo que quiero decir de ninguna manera. Necesitamos ayudarnos unos a otros a trascender nuestras viejas pautas negativas. Lo que intento mostrarte es una visión de la vida más amplia, para que te des cuenta de que todo momento que vivimos es importante. Todo lo que decimos, hacemos y pensamos tiene significado, y de ahí que necesitemos sanar nuestra vida ahora.
Si un hijo tuyo está enfermo, permanece a su lado. Di a todos tus familiares y vecinos cuánto amas a tu hijo. No te preocupes por lo que «ellos» puedan pensar o sentir. Avanzarás muy lejos en tu propio camino de crecimiento espiritual. Todos los grandes maestros desde los inicios de la historia hablan del amor
incondicional: saber amar incondicionalmente es la lección más grande que hay que aprender en la vida. Levantamos muchos obstáculos para la plena expresión de este amor, pero todos ellos son superables. Si en todas las situaciones procedemos desde el espacio de amor de nuestro corazón, nos elevamos por encima de los juicios y nada puede dañarnos.
Tratar a un ser querido como «mercancía defectuosa» o como «pecador», o decirle que «se lo merece», no contribuirá a la curación de nadie. No tenemos tiempo para entretenernos en conceptos tan limitadores. Estamos en este planeta para ayudarnos mutuamente y para hacer de él un mundo de amor, de paz y de
curación.

Visitas en el hospital
No es fácil disponer de tiempo para hacerlo, pero visitar a los enfermos en el hospital se está convirtiendo en algo bastante común. Algunas personas visitan diariamente a amigos íntimos y otros seres queridos que están pasando por intensas experiencias físicas. Son momentos bastante violentos para todos.
Tenemos pocas guías de conducta a las cuales ceñirnos, y es difícil saber qué hacer por el enfermo que realmente le sirva de ayuda.
A medida que aumentan nuestros conocimientos sobre nutrición, comprendemos que no es lo más conveniente para el enfermo que le llevemos caramelos o bombones. Si le llevamos alimentos o bebidas, es mejor que se trate de productos naturales, de calidad. La fruta fresca y los zumos de fruta fresca son mucho más saludables para el cuerpo que los dulces y los refrescos industriales. El zumo de zanahoria fresco es un buen complemento de la comida del hospital.
Cuando visitamos a una persona en el hospital tenemos que pensar: «¿Qué puedo hacer para colaborar en su proceso de curación?», «¿Cómo puedo aliviarla?». Tal vez le gustaría que le leyesen algo en voz alta. Podrías llevarle una cinta con alguna grabación positiva e incluso un grabador para escucharla si no lo tiene. El tiempo transcurre con lentitud para las personas hospitalizadas, y cualquiera de la muchas cintas para levantar el ánimo que hay disponibles puede ayudarles a hacer de ese tiempo una experiencia positiva. También deja el recuerdo de tu solicitud cuando ya no estés allí.
Recuerda, lo más importante es tu presencia. No necesitas ser ingenioso ni extraordinariamente animoso. Es suficiente con que te acerques al enfermo y digas: «Te amo y deseo darte un poco de energía positiva». Y luego tócalo. La «imposición de manos» se ha utilizado desde el comienzo de los tiempos. Es un gesto natural cuando a alguien le duele algo. Hasta con nosotros mismos, si nos
hacemos una herida o alguna magulladura, inmediatamente colocamos la mano sobre el lugar para «aliviarlo». Este dar y recibir energía es una bendición para ambas partes.
Cuando visito a alguien en el hospital me gusta hacerle masajes en los pies.
Generalmente esto es de lo más apreciado. Pide permiso primero y luego masajea suavemente los pies del enfermo. No es necesario ser un experto. Sigue simplemente las instrucciones de tu propio guía interior. Lleva una loción para las manos con este fin. Éste es probablemente el mejor regalo que le puedes hacer a alguien que se encuentre hospitalizado: atención amorosa y energía relajante. Los
reflexólogos aseguran que los pies llevan energía a todas las partes del cuerpo, y que al masajear los pies se beneficia todo el cuerpo.
Y también te da algo que hacer y así no tienes que estar allí sin saber qué decir, incómodo, tratando de pensar en las palabras apropiadas.

Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría. Siento tanto amor que podría sanar a todo el planeta. Ahora hago que este amor salga a la superficie para poder usarlo en beneficio de mis seres queridos. Estoy rebosante de apoyo y de esperanza, y sé que puedo ofrecer mis servicios de muchísimas
maneras. Estoy aquí para amar incondicionalmente, y ahora tengo la oportunidad de hacerlo. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

19. La muerte
Afirmación: «Estamos en paz con el ritmo y el flujo de la vida».

No tenemos todas las respuestas. En realidad, conocemos muy pocas. Una de las cosas que necesitamos lograr es estar en paz con nosotros mismos, estemos donde estemos y pase lo que pase, y saber que la muerte no es un fracaso. Es una de las experiencias que tenemos en la vida. Y, como he repetido tantas veces, cuando nos morimos es que ha llegado nuestra hora. Francamente creo que
hacemos un pacto con nuestra alma acerca de cuándo nos iremos.
Tenemos la idea de que estamos aquí para vivir mucho tiempo, pero en realidad estamos aquí para experimentar la lección que vinimos a aprender en esta vida, y luego avanzamos hacia una dimensión mucho más libre, o puede ser que nos reencarnemos enseguida. La muerte está justo en el otro extremos de nuestro
nacimiento. Por la puerta del nacimiento llegamos a este planeta y por la puerta de la muerte lo abandonamos, y todo esto es natural. Nos hemos estado ocultando de la muerte durante mucho tiempo, no queriendo hablar ni saber nada de ella. Y de pronto nos vemos ante la necesidad de tratar de este tema y de comprender que será adecuado que nos vayamos cuando llegue el momento de hacerlo.
También es preciso recordar que la muerte no es un castigo ni un fracaso. La muerte es el igualador fundamental, es el sanador fundamental. La muerte es la forma en que abandonamos el cuerpo cuando ya no nos sirve, la forma en que abandonamos el mundo físico. Así como venimos a este planeta muchas veces y tenemos muchas experiencias diferentes, también dejamos el planeta de muchas formas y a distintas edades. Las cosas no son buenas ni malas, simplemente son.

Si tienes una enfermedad grave y decides que es mejor abandonar esta vida pronto, hazlo con alegría y también con amor. Tranquilízate al respecto. Comparte tu tranquilidad y tu paz con aquellos' que te rodean. Hazles saber lo que puede ser una muerte con amor. Si te asusta la muerte, lee el libro del doctor Raymond
Moody Vida después de la vida. Nos ofrece muchos ejemplos de personas que han tenido experiencias de casi muerte y han vuelto. Todas hablan de un lugar lleno de amor y luz. La experiencia cambió su visión de la vida y les quitó el miedo a la muerte. Es un libro muy hermoso y reconfortante.
Desearía que hubiera muchas más personas recuperándose. En realidad encuentro muy pocas que estén dispuestas a asumir el compromiso de curarse a sí mismas. Se necesita determinación para comprometerse en un cien por ciento, al menos entre seis meses y un año. Escucho repetidamente: «Bueno, hago algo de trampa en la dieta». ¿Trampa a quién? Cuando se trata de una situación de vida o muerte no hay tiempo para trampas.
Cuando entro en las salas de los hospitales y veo las botellas de refrescos, los pasteles de chocolate y las cajas de caramelos, me dan ganas de llorar.
Sí, cuesta algún trabajo este asunto de ponerse bien. Sí, obliga a cambiar el estilo de vida. Sí, puede que exija hacer nuevas amistades. ¿Lo vales? ¿Te amas lo suficiente? ¿Tienes alguna razón para vivir? ¿Cuál?
Algunas personas se sirven de su enfermedad para abandonar el planeta. Se han creado una vida que al parecer no se puede enderezar, de modo que prefieren irse ahora para poder actuar más positivamente en otra ocasión.
Llega un momento en la vida de cada persona en que debe aceptar que la muerte está ahí, que ha llegado su hora. Necesitamos estar tranquilos y en paz en ese momento, cuando quiera que sea. Debemos aprender a aceptar la muerte y la experiencia que nos ofrece.

El proceso de duelo
Está bien enfadarse. Es normal sentir rabia cuando alguien a quien uno ama se va. A veces nos sentimos culpables por ello. Pensamos: «No debería sentir rabia».
Pero la sentimos y es correcto.
No estamos acostumbrados a convivir con la experiencia de la muerte. Es una experiencia para la cual no estamos preparados. Hemos estado esquivando la idea de la muerte durante mucho tiempo y ahora de repente está aquí, en medio de nosotros. Lo único que podemos hacer es ayudarnos mutuamente, tender una
mano y decir: «Estoy aquí para ayudar».
El proceso de duelo dura al menos un año. Hay que pasar por todas las estaciones, porque son muchas las cosas que uno ha hecho con esa persona, y cada estación trae nuevos y dolorosos recuerdos. Pasado un año, el dolor comienza a disminuir.
He oído a muchas personas lamentarse de que éste o aquél está «haciéndolo todo» y aún continúa enfermo, o que ése y aquél «lo hicieron todo» y sin embargo murieron. Esta actitud viene a ser algo así como decir: «¿Para qué intentar cambiar mi vida si igual puedo morir?». Creo que esta es una visión muy limitada de la vida.
Todo el mundo se muere. Esto es algo que muchos de nosotros no queremos aceptar. Los árboles, los pájaros, los peces, los ríos, e incluso las estrellas, todo muere, y nosotros también. Y todos en el momento y el lugar adecuados. Pienso que todos venimos a este planeta para aprender a crecer. Cuando nuestra clase particular ha acabado, nos vamos. Hemos hecho un pacto con nuestra alma, y ella sabe cuándo es el momento oportuno para irse.

Si miramos nuestra vida desde el punto de vista de una víctima, y consideramos la muerte como un fracaso o un castigo, entonces ciertamente tendremos un sentimiento de desesperanza y derrota. No obstante, este es para nosotros un momento de crecimiento, y nuestro objetivo no ha de estar limitado a añadir unos pocos días o meses a nuestra vida. ¿Con qué objeto vivir más tiempo si no mejoramos la calidad de nuestra vida?

Está bien morir
La enfermedad no es un fracaso. La muerte no es un fracaso. Son experiencias de vida. La muerte es un método para nacer en la siguiente fase de una vida que durará siempre. Cuidar de nosotros lo mejor posible, aprender a disolver el resentimiento, perdonar a los demás y perdonarnos a nosotros mismos, amarnos incondicionalmente, todo esto nos capacita para vivir la experiencia de la enfermedad o la muerte de forma tranquila, en paz, de la manera adecuada.
Algunas personas dicen: «Bueno, si hicieras todo esto, no te pondrías enfermo».
Sí, es posible. Podríamos llegar al punto en que nunca generaríamos nada desagradable para nosotros mismos. Oí decir al Dalai Lama: «Si tuviéramos bastante amor, no necesitaríamos ninguna hierba del Tíbet». Y sin embargo, si realmente llegáramos a ese estado de amor total e incondicional, podría ser que
ya no necesitáramos regresar a este planeta, puesto que estamos aquí para aprender a amar. Las formas socialmente aceptadas de morir son la enfermedad y los accidentes. De modo que los creamos para poder abandonar este mundo.
Al parecer también olvidamos la ley de causa y efecto, es decir, que lo que se da se recibe. Nuestros pensamientos, palabras y obras regresan a nosotros como experiencias. Una enfermedad repentina podría ser algún viejo asunto que vuelve para que nos ocupemos de él. Y la lección podría ser: ¿cómo vamos a ocuparnos de él? ¿Caemos en seguida en las viejas pautas de culpa? ¿Sentimos que no valemos nada? ¿Nos castigamos por haber tenido una experiencia desagradable?
Todo momento es un tiempo de aprendizaje y de crecimiento. Si hemos estado aprendiendo a amarnos a nosotros mismos, periódicamente nos haremos un examen para ver si es verdad y cuánto hemos avanzado. ¿Cómo sabemos si realmente nos amamos a nosotros mismos si no pasamos por una situación en la cual nos hubiéramos condenado y reprendido en el pasado? ¿Nos tratamos ahora con amor y suavidad?
He visto llegar a mi grupo a personas solitarias, amargadas y asustadas. A los pocos meses de trabajo se han convertido en personas amorosas y dispuestas a perdonar, no totalmente, pero mucho más que al comienzo. Entonces han sufrido un recrudecimiento de la enfermedad, sólo que esta vez ha sido muy diferente.
Estaban mucho más tranquilas y en paz, y se trataban con mayor suavidad a sí mismas. Estaban rodeadas de muchas personas amables que las asistían en aquella experiencia. Algunas incluso han tenido que poner freno a las visitas, tantas personas deseaban manifestarles su amor y su deseo de ayudar.
He visto a otras personas pasar por la experiencia de la muerte tan acompañadas y alentadas por gente cariñosa que estaban realmente sorprendidas. Fue preciso que pasaran por la agonía para darse cuenta de cuántas personas las querían de verdad, cuántas personas estaban dispuestas a dedicar gran parte de su tiempo a cuidarlas. Fue alto el precio que tuvieron que pagar para enterarse. Podrían
haberlo aprendido mucho antes y de forma más fácil. Podemos permitir que nos llegue el amor en cualquier momento. Podemos hacer nuestra vida más rica y plena ahora mismo.
La enfermedad no es un fracaso. La muerte no es un fracaso. Son experiencias por las que pasamos. La forma en que las experimentamos depende de nuestro crecimiento interior. Hacer las cosas correctamente no significa que uno nunca vaya a tener problemas. Significa que uno va a enfrentarse a ellos de otra manera.
En lugar de convertirse en «tragedias», van a ser simplemente algo que «sucede».
Y por mucho que uno se ame a sí mismo, va a abandonar este planeta algún día, va a morir. El estado mental en que se encuentre cuando llegue el momento tiene mucho que ver con su disposición a aclarar viejos asuntos antes de irse.
Cuanto antes aclaremos viejos asuntos (perdonar a la familia, estar en paz con nosotros mismos, amarnos tal como somos, dejar que otros nos amen...) antes podremos disfrutar de nuestra vida.
Todos tratamos de tener un criterio amplio de la vida, de comprender la perspectiva de conjunto que nos ofrece la metafísica. Hacemos todo lo que podemos con el entendimiento, el conocimiento y la sabiduría que poseemos en cada momento. Crecer y cambiar no es fácil. A la mente le gusta instalarse,
permanecer inalterada. Saltará a la primera oportunidad para resistirse a la nueva forma de pensamiento.
Sin embargo, tú puedes tener el control de tus pensamientos. No te dejes gobernar por la mente. No tenemos que saltar hacia atrás y volver a las viejas formas de pensamiento simplemente porque aparece un contratiempo. No permitas que la mente encuentre otra forma de resistirse ni que te trastorne.
Que tus objetivos sean la paz mental y la mejoría de la calidad de tu vida hoy, en este momento. ¿Cómo podemos amarnos más? ¿A quiénes más podemos perdonar? Creo que lo más importante que nos llevamos con nosotros cuando abandonamos el planeta es nuestra capacidad de amar. ¿Cómo podemos aumentar esa capacidad?

Cómo afrontar las muertes múltiples
Hemos notado que las personas de nuestro grupo de apoyo a los enfermos de sida ingresan en el hospital o abandonan este planeta en oleadas. Todo está tranquilo, y de pronto, varios empeoran, o mueren uno tras otro. Esto siempre es doloroso para el grupo. Nos alegramos cuando uno se pone bien, y nos entristecemos profundamente cuando nos vemos de nuevo ante nuestras propias
vulnerabilidad y mortalidad.
Otra vez nos enfrentamos al temor. Surge la rabia frustrante, y tenemos que hacerle frente. Es muy dañino acumular dentro las emociones, y entonces es cuando más sirven los grupos de apoyo. Podemos volvernos los uno hacia los otros.

Joseph Vattimo, que trabaja en estrecha colaboración conmigo y ofrece un enorme apoyo, a veces se siente avasallado por las emociones, igual que yo.
Entonces nos echamos el uno en los brazos del otro y sollozamos
desconsoladamente. Después de echar fuera estos sentimientos de rabia y desesperación, volvemos al trabajo, porque hay mucho que hacer.
He visto marcharse a muchas personas en los últimos años, y he notado que aquellos que sienten más dolor y sufrimiento al irse, son los que se tienen más odio a sí mismos y sienten más culpa. La culpa y el odio a uno mismo van de la mano. La culpa siempre busca el castigo, y el castigo genera dolor. Estas personas no han querido olvidar el dolor del pasado. Además, puede que tengan
una visión terrorífica del más allá.
Si nos han educado en una religión que insiste en el fuego del infierno y aún elegimos creer en ello, entonces lo más probable es que la muerte nos aterrorice.
Aquellos que han pasado por la experiencia de la muerte y luego han vuelto, la describen como una hermosa experiencia. Y dicen que jamás volverán a tener miedo de morir. Creo que es bueno reunir la mayor información posible sobre todos los aspectos de la vida, incluida la muerte.
Generalmente, las personas que se van tranquilas y en paz, aceptando plenamente la muerte, han puesto en orden sus asuntos, han disuelto sus viejos resentimientos y han perdonado. Con frecuencia han sanado las desavenencias con su familia y están en paz con ellas mismas. Han aprendido a amarse y aceptarse tal como son. Tienen un concepto positivo de la muerte, y saben que
esta vida no es sino una etapa en su eterno viaje.
Algunas personas son rechazadas totalmente por su familia y mueren en total soledad y llenas de temor. Todos necesitamos a nuestros padres en momentos de estrés. Necesitamos que ellos nos sostengan y nos digan que todo irá bien y que estamos a salvo.
En situaciones como esta, nuestro grupo de apoyo puede hacer mucho bien.
Puede ser la familia suplente, aportando amor y satisfaciendo necesidades. Nosotros podemos ser nuestros propios padres.
Nuestro grupo de apoyo puede ser también de gran ayuda a las familias mismas que están asustadas y confundidas y muchas veces lo ignoran prácticamente todo del tema.

Testamentos de Vida
El Testamento de Vida es aquel por el cual se expresa hasta qué punto se acepta que los hospitales empleen medidas heroicas, mecánicas o manuales, para mantener vivo el cuerpo.
A veces el cuerpo llega a un punto en que ya no vale la pena seguir luchando. El hospital siempre tendrá alguna forma más para forzarlo a vivir unas pocas horas o días más allá de este punto. ¿Deseas soportar eso? Este es un asunto que hay que considerar, hay que decidir cuando aún se está en buena forma. Si uno se
retrasa demasiado, puede que no esté en condiciones de tomar la decisión.
En el Testamento de Vida también debe constar quién tomará la decisión. A veces es mejor que tome la decisión algún amigo que conozca bien la situación y no uno de los padres si acaba de llegar y no sabe nada.
Todos morimos. Creo que así como todos hemos nacido muchas veces, también hemos muerto muchas veces. La muerte no es una vergüenza, ni un castigo, ni un fracaso. No somos malos ni incapaces si, aun tratando de sanar nuestro cuerpo, nos morimos. Es la forma natural de irse de este planeta, así como el nacimiento es la forma natural de llegar a él. Tenemos muchas oportunidades de hacerlo, y podemos escoger entre múltiples maneras. Con frecuencia el proceso de la muerte es más fácil que el del nacimiento. Cuando nacemos tenemos que luchar y abrirnos camino por el canal del nacimiento. Cuando morimos, sencillamente nos dejamos ir y nos deslizamos hacia la luz.
He visto muchas muertes hermosas y pacíficas, de personas que han arreglado sus asuntos con los demás y consigo mismas y saben que la muerte es una experiencia positiva. Ven claramente la luz cuando están preparadas para irse y saben cuánto amor las espera. También he presenciado muertes dolorosas, de personas que tienen miedo y no desean irse. Tal vez es que creen en el demonio
y en el fuego eterno.
Si te toca ayudar a un amigo o a otro ser querido a pasar por esta ocasión especial, haz todo lo que esté en tu mano para que sea una experiencia de alegría. Escúchalo, facilítale la expresión de todo lo que desee decir. Aliéntalo.
Tómale las manos, masajéale los pies. Dile cuánto lo amas. Hazle saber que
entrará en la luz y será recibido con gran amor. No hay nada que temer. Hazle saber que está a salvo y que lo hará perfectamente.
Todos llegamos a esta vida en mitad de la película y nos vamos en mitad de la película. No hay un tiempo correcto ni un tiempo equivocado, sólo nuestra hora.
Todo está en el Correcto Orden Divino y sucede en el punto justo del espacio y el tiempo. Nunca perdemos nada ni a nadie. Siempre estamos conectados a algún nivel.
Ten siempre en tu mente este amor y esta conexión, aun cuando estés pasando por el proceso de duelo. La muerte no es el fin de nuestra relación con esa persona. Más bien, si la interiorizamos, somos capaces de profundizar en nuestra vida y de guiamos a nosotros mismos por el sendero de la aceptación y del amor.

Tratamiento

Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivido con alegría. Aunque caminemos por el valle de las sombras de la muerte, estamos en paz. Porque sabemos que tanto la muerte como el nacimiento son experiencias de la vida normales y naturales. Ahora estamos rodeados de amor, y cuando dejemos este planeta seremos liberados por aquellos que nos aman. A su vez, nos darán la bienvenida con alegría aquellos que nos esperan con los brazos abiertos y amantes. El amor infinito se extiende más allá del Universo y más allá de la propia muerte. La conciencia es eterna y también lo somos nosotros. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro
mundo.

20. Terapias alternativas
Afirmación: «Puedo nutrir mi organismo con amor».
Si has decidido elaborar un programa de terapias que te ayuden en tu proceso de curación, tienes varias áreas donde explorar. Todas estas terapias han demostrado ser beneficiosas para algunas personas. Sin embargo, cada cuerpo es diferente: busca entre estas diversas alternativas hasta encontrar las que te sirvan. Sí, eres tú quien ha de hacerse cargo de esto. Tienes que estar en contacto con tu cuerpo y decidir qué terapias te van mejor.
Si aún sigues tomando drogas y te excedes en el alcohol, ahora es el momento de parar. Debes eliminar las toxinas de tu organismo. Entre estas toxinas se encuentran los fármacos no prescritos, diversos productos químicos, las infecciones, los parásitos, e incluso algunos aditivos para los alimentos.

La nutrición
La nutrición es una parte esencial del proceso curativo. Para la mayoría de nosotros, criados con la dieta estándar norteamericana, es una revelación enterarnos de las propiedades curativas o dañinas de los diversos alimentos y bebidas. Puede ser muy perjudicial para el cuerpo comer alimentos congelados o enlatados, platos preparados, pasados por el microondas, alimentos que
contienen conservantes químicos... Estos alimentos no nos convienen cuando estamos sanos y poco a poco van contribuyendo al deterioro de nuestro organismo. Y si estamos enfermos obstaculizan la capacidad del cuerpo para sanarse a sí mismo.
Casi todos los dietistas están de acuerdo en que para mejorar nuestra dieta es necesario limitar el consumo de azúcar, bebidas gaseosas, productos hechos con harina blanca, productos lácteos y carne roja. Y también los alimentos elaborados con levadura, especialmente si se tiene una infección por hongos. Se trata de
alimentos que nutren muy poco y contribuyen a la aparición de problemas.
También todos los dietisas están de acuerdo en que hay que consumir preferentemente alimentos frescos tales como verduras, fruta, cereales integrales (arroz, cebada, avena, centeno, trigo, alforfón, quinoa, mijo) y algo de pescado y aves. Estos alimentos frescos contienen propiedades vivificantes. A las células del
cuerpo les agrada recibirlos porque incluyen todos los elementos necesarios para reparar y renovar las células y los órganos. Es mejor comer en casa. Ámate lo suficiente como para preparar tu propia comida. Asegúrate de que tu nutrición es la correcta, de que comes lo que necesitas. Rara vez encontrarás la comida adecuada en un restaurante. Nútrete y aliméntate con amor y buenos alimentos. Te lo mereces.
Si has publicado muchas obras que tratan del tema de la nutrición. En mi opinión una de las mejores es El poder curativo de los alimentos de Annemarie Colbin2.
Es un libro muy útil si se quiere seriamente aprender la relación entre los alimentos y el cuerpo, pero naturalmente, no es el único disponible.
Las vitaminas y los minerales son un buen complementos pero no te recomiendo que vayas a un establecimiento de alimentación dietética y adquieras complejos vitamínicos así como así. Es necesario que te pongas en contacto con un buen dietista o herborista para que elabore un programa adaptado a tus necesidades
particulares. Puede que no sepas lo que realmente necesitas, así que consulta con alguien que sí lo sepa.
Para nosotros los norteamericanos, no es nada nuevo esto de los malos hábitos alimentarios. Vamos ya por la segunda generación de la Gran Dieta Americana, y pienso que lo que solemos comer no nos alimenta. Sobre este planeta hay toda clase de frutas, verduras y cereales para conservar la vida de la mejor forma posible. Nos hemos alejado de estos alimentos naturales y nos hemos convertido
en una cultura en la que predominan los alimentos sintéticos. A muchas personas les parece normal vivir a base de bebidas gaseosas, pasteles y comidas preparadas, enlatadas o empaquetadas, que son muy poco nutritivas.
Los primeros niños que fueron criados con esta clase de dieta ya han crecido y tienen hijos, que a su vez se están haciendo adultos, y su organismo no es nada resistente ni vigoroso, su sistema inmunitario no es tan fuerte como el de las personas que hace unos 25 años tenían su edad.
Puedes objetar: «Bueno, pero entonces, ¿por qué continúa creciendo la expectativa de vida?». Esto se debe a la capacidad de la medicina de obligar al cuerpo a existir durante más tiempo, no a la buena alimentación.
Física y psicológicamente, los malos hábitos alimentarios se transforman en más estrés. ¿Cuántas veces no has contemplado un restaurante de platos rápidos y pensado para tus adentros: «¡Puaj!»? La basura es basura y sabemos reconocerla intuitivamente.
El cuerpo sólo puede aguantar este tipo de estrés debilitante hasta un cierto punto.
Bueno, pues, ha llegado ese «cierto punto». Un cuerpo normal y sano es absolutamente capaz de cuidarse a sí mismo. Esto se refleja en la reacción de nuestro sistema inmunitario, que está pensado para echar fuera o destruir a los invasores. Si lo debilitamos con drogas, alcohol y alimentos que no alimentan, entonces estamos indefensos, abiertos de par en par a la enfermedad.

Al mismo tiempo que la mala nutrición se hacía la norma, hemos visto estallar la cultura de la droga en nuestra sociedad. Nunca he podido comprender por qué las autoridades permitieron que la droga ganara terreno. Hubiera sido tan fácil aplastarla en un comienzo... Ahora tenemos miles de drogadictos que necesitan
sus dosis y son capaces de hacer cualquier cosa por obtenerlas; entre otras: robar, asaltar, timar y hasta asesinar. Las drogas y el alcohol se han convertido en una forma de vida para mucha gente.

Las hierbas medicinales
He notado que para cada enfermedad que crea el ser humano hay una respuesta en la naturaleza. Todo es cuestión de encontrarla. Si hemos creado la enfermedad, tenemos que encontrar la cura. Las hierbas medicinales son tan antiguas como el planeta. En los tiempos modernos nos hemos alejado de ellas para buscar alivio instantáneo a nuestras molestias en los productos químicos de
las empresas farmacéuticas. No obstante, los fármacos suelen tener efectos secundarios que pueden ser casi peores que la enfermedad original. Las hierbas medicinales tardan algo más en producir su efecto. No son simples supresoras de síntomas. Cuando hacen su trabajo, el cuerpo vuelve al equilibrio y la salud.
La enfermedad significa que el cuerpo está desequilibrado. Los fármacos suprimen los síntomas; se cuidan del problema inmediato, pero hacen muy poco para devolver el equilibrio al cuerpo. Y es el desequilibrio el que ha creado el problema en primer lugar. Las hierbas medicinales van directamente a la causa de la enfermedad, y cuando ésta se corrige, los síntomas desaparecen gradualmente.
Las hierbas medicinales pueden servir para desintoxicar el cuerpo, para mejorar la circulación sanguínea, para tonificar los órganos y realizar muchas otras acciones curativas. Las hierbas son más lentas que nuestros rápidos medicamentos occidentales, pero no suelen provocar efectos secundarios y además atacan la
causa del problema. Hay muchos buenos herboristas. Vale la pena considerar esta terapia alternativa. La tradición china en cuanto al uso de hierbas medicinales se está dando a conocer más extensamente en la actualidad, y muchas personas están obteniendo buenos resultados.

La homeopatía
La homeopatía tuvo su origen a finales del siglo pasado, y durante la primera parte de este siglo su uso estuvo muy extendido en los Estados Unidos. Luego, con el advenimiento de la medicina alopática, cayó en desuso. La familia real británica aún emplea exclusivamente medicamentos homeopáticos. Es un sistema basado
en el uso de sustancias naturales para curar las enfermedades.
La raíz griega horno u horneo significa «lo mismo» o «parecido». Así, en realidad, la homeopatía es el tratamiento de las enfermedades con sustancias semejantes a las que las producen. Se supone que para cada enfermedad hay una sustancia que la cura, una sustancia que «actúa» como o se «parece» a la propia
enfermedad.

El ejercicio
El ejercicio es otro hábito positivo que te conviene adoptar. Es algo personal, de modo que elabora un programa que te venga bien. El ejercicio también estimula la energía del cuerpo. Si no lo practicas en exceso, te hará sentir mejor. Sería magnífico si pudieras realizar una sesión de ejercicios en el gimnasio tres veces por semana. Media hora de caminata cada mañana o cada tarde es algo muy
bueno para el cuerpo. Sal y muévete si puedes. En casa también puedes hacer ejercicios sencillos e imaginarte que haces ejercicios mucho más fuertes. Pasado un tiempo te encontrarás con que eres capaz de realizar estos ejercicios más enérgicos.
Recuerda que la mente siempre tiene efectos sobre el cuerpo, y que una rutina de ejercicio mental te ayudará a salvar el bache hasta que puedas seguir nuevamente a nivel físico.

La acupuntura
Infórmate sobre la acupuntura, ese método chino de cinco mil años de antigüedad basado en el flujo de la energía que recorre el cuerpo. Cuando enfermamos, nuestra energía suele estancarse. Hay muchos puntos sobre los meridianos que se utilizan para reforzar y activar nuestro sistema de defensa. Yo empleo la acupuntura periódicamente para mi bienestar general. Entre sus efectos positivos tenemos un aumento de la energía y el bienestar, mejores hábitos de respiración, alivio de los sudores nocturnos y de la diarrea, y el abandono del alcohol y otras drogas.

El trabajo corporal
Masaje terapéutico
Y, por supuesto, te conviene explorar el masaje terapéutico. Muchos de nosotros llevamos encima una gran cantidad de miedo y tensión. El masaje relaja el cuerpo y la mente. Haz del masaje una parte regular de tu vida. Si no te puedes permitir acudir a un o una masajista profesional, entonces un amigo o una amiga y tú podéis daros masajes mutuamente. O forma un pequeño grupo de masaje de tres o cuatro amigos que os vayáis turnando para daros masajes.

Reiki
Se trata de una forma de canalizar la energía divina curativa en las personas. En palabras sencillas, se trata de la imposición de manos. Nuestras manos son poderosos instrumentos en el proceso de curación. Todo lo que tocamos siente nuestra propia energía personal. Y cuando concentramos nuestra energía en la curación, ésta se realiza. Durante las reuniones de los miércoles, siempre saco las mesas de Reiki. Algunas de las personas que intervienen son profesionales y otras simplemente desean colaborar. De todas maneras la energía curativa funciona igual.

Trager
Se trata de otra terapia muy beneficiosa que fue desarrollada por Milton Trager, un sencillo procedimiento que implica sólo una parte del cuerpo por vez. Digamos, por ejemplo, que el resentimiento está todo almacenado en el brazo; entonces el
terapeuta coge el brazo entre sus manos y con ellas lo va meciendo y sacudiendo, meciendo y sacudiendo, y a medida que esto ocurre, el enfermo comienza a disolver su tensión y su resentimiento. Y así se continúa hasta que se disuelven todas las negatividades. Es excelente para aprender a liberarse y olvidar.

Roffing
Es un método más específico y concentrado que el de Trager. Hay gráficos especiales que nos enseñan dónde se almacenan las emociones reprimidas, los resentimientos, el odio, etcétera. Entonces, mediante un masaje concentrado en esa zona, reduciendo el lugar de almacenamiento hasta su desaparición, se va
trabajando gradualmente. Este método fue creado por Ida Rolf, y en su opinión, requiere un esfuerzo más concentrado e intenso.

El trabajo mental
La curación por medio de los cristales
Durante miles de años se ha conocido y empleado el poder de los cristales. Desde los antiguos egipcios hasta los eruditos de Grecia y Roma, se ha sabido que los cristales poseen propiedades especiales que contribuyen a la curación espiritual y también a la curación física. Básicamente, los cristales almacenan y amplifican los
pensamientos, la luz y cualquier otro tipo de energía.
Hay incluso un método de curación mediante los cristales, a base de dirigir específicamente el cristal corrector a la parte del cuerpo que lo necesita. Aquí, nuevamente, lo único que se precisa es un pensamiento, un pensamiento positivo de salud, seguridad y salvación, que es todo lo que nos hace falta del Universo. El
cristal almacena este pensamiento, luego lo lleva amplificado al Universo, que, a su tiempo, lo reflejará en su curación personal.
Existen muchos libros que tratan de los complejos y diversos aspectos del uso del cristal.

Actitud mental
Como he dicho repetidamente en este libro, tu actitud mental tiene mucho que ver
con tu bienestar emocional, que a su vez afecta a la salud de tu cuerpo. Tu
programa precisará la inclusión del estudio y la práctica de lo que Gerald
Jampolsky llama «curación de las actitudes», es decir, cambiar la forma en que
elegimos mirar las situaciones. Infórmate acerca de estudios como Un curso de
milagros, toma clases del método Silva de control mental o de autohipnosis.
Extiende tu espiritualidad y comprenderás el aspecto más amplio de la vida.
Busca a alguna persona a la que puedas ayudar. Sal de ti mismo. Ayudar a otro es
beneficioso para ambos. Podría ser alguien de tu grupo de apoyo; podría ser
alguien que no tiene absolutamente a nadie. Sea cual sea tu situación, puedes
hacer algo por otra persona. Una simple llamada telefónica puede ya significar
mucho para otra alma dolorida.
Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría. El alimento espiritual que precisan mi mente y mi cuerpo es un constante flujo de amor. Me demuestro amor a mí en un sinfín de firmas. Veo expresado este amor en las cosas que elijo. Lo siento en el amor con que me rodeo. Me amo lo suficiente
como para alimentarme sólo con comida y bebida nutritivas. Me amo lo suficiente como para seguir una dieta de pensamientos y actos positivos. Me presto amante ayuda en todos los aspectos de mi vida. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

21. Sistemas de apoyo
Afirmación: «Nos amamos y apoyamos mutuamente».
Los grupos de apoyo son muy importantes, en especial cuando tenemos algún problema. Todos necesitamos amor y apoyo siempre; pero cuando el problema parece insuperable, entonces el grupo de apoyo es indispensable, es vital. Un grupo de apoyo puede ser algo tan sencillo como tres amigos que se reúnen para hablar de forma positiva, o tan grande como mi grupo de West Hollywood, de seiscientas personas. Tanto si el grupo es grande como si es pequeño, los principios son los mismos. Yo no era una experta cuando inicié mi grupo. Pero con los años he aprendido mucho, y quisiera ofrecerte algunas indicaciones que tal vez te convendría considerar si tienes la intención de iniciar un grupo.

Cómo iniciar un grupo de apoyo
¿Cómo? Sencillamente reúnete con dos o tres amigos y sigue los principios que leerás a continuación. Si lo haces con amor en tu corazón, el grupo crecerá, y la gente se sentirá atraída hacia ti como si fueras un imán. No te preocupes por si encontraréis dónde reuniros cuando el grupo crezca. Ten la seguridad de que el
Universo hallará la forma.
1. Si el grupo es pequeño, que cada uno se presente al comienzo de la reunión y diga por qué está allí.
2. No pierdas el tiempo en el juego de «qué terrible, ¿verdad?».
3. Reúne información positiva sobre la enfermedad. Fotocopia esta
información para que cada miembro del grupo tenga un ejemplar.
4. Escucháos mutuamente. Que cada persona tenga su oportunidad y su tiempo para participar si lo desea. Que haya intercambio de respuestas positivas.
5. Cuando alguien tenga un problema, que todos contribuyan con sus recursos
para encontrar una respuesta positiva.
6. Practica afirmaciones. Créalas para situaciones específicas. Esto unirá todas las mentes de forma positiva y constructiva.
7. Haz una visualización en cada reunión. Que la dirijan distintas personas. La visualización puede ser espontánea o leída, o incluso podéis escuchar una cinta magnetofónica. Asegúrate de que relajas el cuerpo al comenzar.

Las reuniones de los miércoles
En nuestro grupo de apoyo de los miércoles, comenzamos con una bienvenida.
Luego dedicamos diez minutos para transmitir información. En seguida, bajamos la intensidad de las luces y cantamos o entonamos un himno durante unos cinco minutos, seguidos de una corta meditación.
Después de la meditación, se abren las mesas de curación. Tenemos varias mesas plegables y algunas mesas de masaje. Las personas que desean recibir energía curativa se tienden sobre las mesas y las que desean dar amor y energía las rodean y colocan las manos sobre ellas. Tenemos varios practicantes de Reiki que siempre están dispuestos a ofrecer sus manos sanadoras. Las mesas están
dispuestas durante toda la reunión, y las personas tendidas en ellas pueden también escuchar todo lo que pasa.

Discusión abierta
Entonces yo hablo durante unos momentos sobre el tema de esa noche. Y luego dejamos espacio para la participación. Las personas pueden hacer comentarios sobre el tema de que se trata, o bien contar sus propias experiencias en ese aspecto. Pueden hacer preguntas o hablarnos de sus problemas. La discusión
puede tomar cualquier dirección. Yo creo que es esta flexibilidad lo que hace que esta noche resulte ser exactamente lo que necesitamos. Muchas noches tenemos magníficos conferenciantes invitados.
Nos concentramos en los principios que yo enseño, básicamente en el de considerar nuestra vida desde el punto de vista de que tenemos el poder de hacer cambios positivos en ella. ¿Cómo hacerlo? De eso fundamentalmente tratan las reuniones. Trabajamos muchísimo en disolver los resentimientos, en perdonar y, lógicamente, en amarnos más a nosotros mismos. Hemos decidido no prestar atención a los mensajes negativos sobre el sida que recibimos de los medios de comunicación. Y cuando vemos un caso de sida con esta actitud fatalista, recordamos repetirnos a nosotros mismos: «No es verdad que todos estén muriendo. Yo sé de personas que están vivas y sanándose a sí mismas». No podemos ceder ante aquellos que están decididos a considerar el sida como una enfermedad que mata a todo el mundo. No tenemos por qué estar de acuerdo con ellos. Bendigamos a los medios de comunicación con amor y sepamos que no tienen poder sobre nosotros. Nosotros decidimos en qué creemos. Creemos en la vida, en el amor y en la curación.
Hacia el final de la reunión, retiramos todas las sillas contra las paredes y, o bien nos sentamos en círculo en el suelo tomados de las manos y practicando la visualización, o bien hacemos lo que llamamos «tríadas curativas».

Las triadas curativas
En las tríadas curativas se trata de que tres personas se sienten juntas y se quiten los zapatos. Entonces una de ellas se echa en el suelo, otra se coloca sentada a su cabeza y la otra a sus pies. Hay que procurar que la persona tendida se encuentre lo más cómoda posible, tal vez con una pequeña almohada o una chaqueta bajo la cabeza, o apoyando la cabeza en el regazo de la persona sentada a su cabeza. Si alguien tiene un cristal, se coloca en la zona del corazón con la punta hacia arriba: esto da algo de energía extra. Entonces bajamos la intensidad de la luz y escuchamos música, todo el rato la misma. A mí me gusta Bamboo Flute, porque tiene ciertas cualidades que yo asocio con la curación. Nos centramos haciendo unas cuantas respiraciones, y luego entonamos tres «om»,
aquel antiguo sonido sanador.
Las dos personas sentadas se frotan las manos hasta sentir calor y un ligero hormigueo en los dedos. Entonces las colocan sobre la persona tendida y simplemente le envían amor y energía sanadora. Todo el mundo lo hace perfectamente, porque nuestra inteligencia interior guía nuestras manos.
Permanecemos de cinco a diez minutos en esa posición, durante los cuales practicamos la meditación o la visualización. Para acabar cada triada digo la frase «así sea»; con ella sabemos que ha terminado la meditación. Luego cambiamos las posiciones. Cada persona tiene que experimentar cada posición, puesto que
cada una es totalmente diferente de las otras dos. Al final de la tercera meditación, nuevamente entonamos tres «om», para cerrar el ciclo.
Entonces nos incorporamos, nos sentamos tomados de la mano y cantamos nuestra canción, con la cual hemos cerrado la reunión desde que comenzamos.
Se llama I love myself (Me amo). Jai Josefs la escribió hace unos años para el grupo de Ken Keyes. La letra es tan perfecta para nuestro trabajo que se ha convertido en nuestra sintonía.

La creación de un Círculo Sanador
Mi amigo de Nueva York Samuel Kirschner tiene otro grupo llamado Healing Circle (Círculo Sanador). Yo encuentro que crear un Círculo Sanador es muy útil para conseguir la intimidad necesaria para el poder curativo. He aquí algunos extractos
de su folleto sobre cómo hacerlo:
«El motor que mueve un Círculo Sanador, es decir, que hace que cada una de las personas y todas ellas atraviesen la puerta y elijan abrirse y hacerse vulnerables en un grupo formado en su mayor parte por desconocidos, es el anhelo de crecimiento, la búsqueda de poder e iluminación para crecer y aprender más. Es la búsqueda de un lugar o espacio seguro y fértil.
»El espacio tiene mucho que ver con el Círculo Sanador. El círculo es una forma geométrica muy poderosa, flexible pero inviolable, continua y sin embargo
inclusiva, capaz de expansión infinita y sin embargo fuerte, permanente y fiable.
Un círculo no fuerza a nadie a alinearse ni pone a las personas dentro de una caja, ni las amenaza con bordes afilados. El círculo es una forma protectora, que nutre, como el vientre en donde todos comenzamos a crecer y a recibir nuestras primeras lecciones de amor.
»Después de asistir a algunos de los seminarios de Louise Hay hace tres años, varios de nosotros comprendimos que necesitábamos una forma de continuar el trabajo por nuestro lado, el trabajo de aprender a amarnos a nosotros mismos. Al comienzo lo único que necesitamos fue entusiasmo y una buena disposición para
man tener el espacio para todos y cada uno. No me puedo imaginar la vida sin este grupo de personas. Algunas de ellas se han convertido en mis seres queridos, otros en mis amigos. Cada semana siento que crece mi deseo de que llegue el día de formar el Círculo Sanador, para que podamos estar juntos nuevamente, y para recibir otra inyección de energía curativa.
»Una de las cosas más gratificantes que me ha reportado esta experiencia es que sus semillas empiezan a germinar. No sólo hemos logrado mantener semanalmente este espacio mutuo para todos nosotros, sino que ahora estamos comenzando a formar otros grupos en distintos barrios del área metropolitana.
»Si un Círculo Sanador es lo bastante poderoso como para sembrar otros a través de la ciudad, tal vez entonces no haya límites para la siembra que se puede realizar. Podemos tomar las energías generadas por el grupo y proyectarlas por toda la ciudad. Los Círculos Sanadores pueden llegar hasta a las prisiones, pueden visitar a antiguos miembros del Círculo que están demasiado enfermos para asistir, y pueden incluso prestar apoyo a profesionales de la salud que estén al borde del agotamiento.
»La puesta en marcha: ¿Cuáles son los elementos básicos? ¿Cómo crear un espacio que proporcione a las personas un sentimiento de plenitud? ¿Qué es un Círculo Sanador, y cómo funciona? ¿Cómo alienta la obtención del propio poder a la vez que sirve como foro para el intercambio de información e ideas? Su objetivo
fundamental es inspirar y desafiar a los participantes a aceptar la responsabilidad de su curación y de su vida.
Se centra en el instrumento esencial: crear una atmósfera positiva y de amor que rompa las barreras, en donde se puede decir cualquier cosa y el aislamiento desaparece.
»Los compañeros: El primer paso para formar un Círculo Sanador es la comunicación. Hay que tener el valor de coger el teléfono, organizar una cena o levantarse en otra reunión y decir: «Necesito el apoyo de mis amigos y me gustaría ofrecer el mío a mi vez». Esta es la forma de empezar. Se trata de dar ese paso, de encontrar el valor en el amor de los amigos y compañeros, y de confiar en el Universo, porque nada malo puede derivarse de seguir lo que nos
dicta la intuición.
»Atmósfera: Encontrar un lugar, al comienzo, es tan fácil como encontrar a alguien que tenga una sala de estar grande y que se brinde a acoger al Círculo Sanador en su casa. Hay que estudiar y controlar la iluminación de la habitación, su temperatura, su acústica, su ventilación, la configuración del mobiliario, la
disposición de las plantas, etc. La habitación debe reflejar la personalidad del Círculo Sanador. Todo esto puede representar un buen desembolso de dinero, que aportarán todos los miembros que puedan permitírselo. No hay que excluir, evidentemente, del Círculo Sanador a las personas que no puedan pagar.
» Completar el círculo: La creación del espacio comienza con tomarse de las manos y respirar juntos. Esto unifica la energía del Círculo Sanador.
»Qué es apropiado para cuántos: Hay que saber qué es lo más conveniente para dos personas, para veinte, incluso para más.
»Proposición de un tema: En los grupos grandes los temas ayudan a unificar el flujo de energía y la atención, y pueden estimular a las personas que temen compartir sus temores o hacer comentarios:
» Visualizaciones: Preparadas para penetrar en espacios más profundos de curación, las visualizaciones trabajan con el perdón, la gratitud, el niño interior, la alegría, el encuentro con el yo superior. Suele haber muchísimos y sorprendentes talentos escondidos en un grupo, deseosos de dirigir las visualizaciones, que se recomiendan al menos una vez por reunión.
»Historias personales y participación: ¿Qué pasa en las vidas de las personas del grupo? ¿Por qué están aquí? ¿Qué esperan obtener de sus experiencias? ¿Han aprendido algo sobre curación esta semana?
»Música: La música abre el corazón, influye en la respiración y unifica la energía del grupo. Suele tener un efecto sanador inmediato. La elección puede variar, pero en general toda música de naturaleza serena sirve de fondo para un proceso, y las
canciones sencillas y pegadizas son excelentes para cantarlas todos juntos. Las Canciones de afirmación de Louise Hay son particularmente recomendables.

»Movimiento: A media reunión la gente se cansa y es necesario que la energía se exprese físicamente. En ese punto, se les pide a todos que se pongan de pie, y se elige música bailable. Hay que animar a todo el mundo a moverse de la forma que le apetezca. Generalmente este es uno de los momentos culminantes de la tarde.
»Modalidades de curación: Aquí hablamos de los tratamientos con hierbas medicinales, la homeopatía, la acupuntura, el trabajo corporal, la nutrición, la curación de las actitudes, el renacimiento, la curación etérica, y otros. El Círculo Sanador es un foro para intercambiar información acerca de cómo ha explorado la
propia curación cada miembro del grupo También es un sitio para presentar a médicos notables y un lugar de apoyo para todos aquellos que trabajan en el ámbito sanitario.
»Filosofía: La filosofía del Círculo Sanador es la de una realidad autocreada:
nosotros somos responsables de nuestra vida, y todo lo que experimentamos es una oportunidad para el crecimiento y la transformación. Traemos un mensaje de esperanza y curación para todo el mundo, pero en particular para aquellos que tienen el sida. Es un privilegio para nosotros compartir tiempo y espacio con
personas que han elegido un camino que exige tanto coraje. Respetamos y honramos este camino particular, y las apoyamos a ellas y nos apoyamos a nosotros para elevarnos por encima del temor y del terror que propagan los medios de comunicación. Somos seres de amor y de luz, ilimitados en nuestra capacidad de sanar nuestra vida.»

Los abrazos
Por último, aunque no lo menos importante, en nuestras reuniones de los miércoles tenemos el momento de los abrazos. Sugiero que abracemos a tantas personas como podamos. Esto también da tiempo para iniciar un diálogo. Puede que alguien haya contado algún problema que tiene durante la reunión; en el momento de los abrazos, muchos otros acudirán a proponerle soluciones.
También hay personas que quieren hablar conmigo en privado y compartir un abrazo conmigo.
Deseamos que todo el mundo abandone la reunión sintiéndose mejor que cuando llegó. En el grupo recibimos un estímulo positivo, y esta sensación suele durar días. También conocemos a otras personas a quienes podemos acudir en momentos difíciles. A veces cuatro frases dichas por teléfono pueden significar
muchísimo. Así, el grupo es una especie de punto de despegue para construir el apoyo que uno necesita día a día. En este grupo, puedes pedir todo lo que desees, y si es posible te lo proporcionaremos.

La difusión
Si no quieres formar parte de un grupo grande ni iniciar uno propio, tal vez sí quieras difundir nuestro mensaje. Comparte lo que sabes con los demás, proporciónales información positiva y servicios. Difunde la buena nueva.

El osito de peluche
Cuando éramos niños los ositos solían ser nuestros mejores amigos. Les podíamos contar nuestros secretos y ellos jamás nos traicionaban. Nos ofrecían un amor incondicional y siempre estaban allí para ayudarnos a aliviar nuestras penas. Cuando nos hacemos mayores y tenemos problemas, es el niño pequeño
que conservamos en nuestro interior quien se asusta, y el osito de peluche todavía puede hablarle para tranquilizarlo. Las personas adultas pueden encontrar muy reconfortantes a los ositos de peluche. A mí me gustaría que en todos los hospitales tuvieran en cada cama un osito para que el enfermo lo abrace en la
oscuridad de la noche cuando se siente asustado.
Un médico de Nueva York se quejó de que enseñáramos comportamientos
infantiles a personas adultas al sugerirles que tuvieran un osito de peluche. Tengo la impresión de que a él nunca le permitieron tener un osito cuando era niño. De hecho la comunidad médica está empezando a reconocer este útil «medicamento». A los enfermos del hospital St. John's de Nueva York que han sufrido una operación a corazón abierto, se les da un osito de peluche que cumple una doble función. Cuando el enfermo siente que le viene la tos, tiene que abrazar estrechamente al osito, para impedir que se le abran los puntos de la herida. Estoy segura de que la segunda función es alcanzar un sentimiento de amor y de seguridad.

Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría. Sé que no estoy solo en este planeta. Todas las personas, todos los lugares y objetos están interconectados. Lo que hace daño a uno nos hace daño a todos. Por lo tanto, lo que sana a uno contribuye a sanarnos a todos. Cuando estamos dispuestos a
amarnos y apoyarnos mutuamente, ayudamos a sanar a todo el planeta. Somos amor, repartimos amor y nos curamos con amor. Este día, para nosotros sólo tiene experiencias agradables. Somos uno con el Poder que nos ha creado. Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.

22. La curación del planeta
Afirmación: «Tenemos fe en nuestra completa curación».
Nuestro planeta se ha convertido en un lugar en donde se imponen dos formas básicas y opuestas de ver la vida.
Por una parte, están las personas que crean oscuridad a su alrededor. Viven en el temor y el odio y esperan lo peor de la vida. Se han propagado el abuso de las drogas, la guerra, la tortura, la opresión y el hambre. Y hay profetas que esperan la catástrofe que ponga fin a la vida en la Tierra.
Por otro lado, hay actualmente muchos grupos que despiertan las conciencias. En todo el planeta las personas se están uniendo para aprender los procesos de la mente y su funcionamiento. Hay una enorme ansia de aprender y de amar más, para mejorar la calidad de todos los aspectos de nuestra vida y para salvar y sanar el planeta.
Toda persona tiene su propio valor personal y es merecedora de su propio amor.
Son nuestro rechazo y nuestro odio a nosotros mismos los causantes de todos los problemas que hay sobre la Tierra. El microcosmos refleja su carácter positivo o negativo en el macrocosmos. Siempre ha habido grupos de personas que dicen a
otros grupos de personas que son inaceptables o que no valen anda. No importa cuál sea el grupo objeto del prejuicio, puesto que será distinto en cada lugar de la Tierra. Ahora bien, sin duda el grupo que denuncia está formado por personas asustadas y que no se sienten bien consigo mismas. Esto nunca es saludable, ni
para nosotros ni para el planeta.
Como he dicho tantas veces, cuando nos amamos realmente a nosotros mismos no podemos dañarnos ni dañar a otra persona. Y yo creo que esta es la respuesta para la paz del mundo. El amor incondicional es el objetivo para el cual todos estamos aquí. Y comienza con la autoaceptación y el amor por uno mismo.
No tengo «la respuesta» para curar todas las enfermedades. Ojalá la tuviera. Sólo puedo ayudarte a mejorar la calidad de tu vida si tu eliges hacerlo. Toda curación es fundamentalmente autocuración. El médico, el terapeuta, el técnico, la enfermera, el sanador y todos los que trabajan con disciplinas holistas tienen métodos diferentes para curar tu cuerpo. Tú eres la única persona que puede
decidir si el método te sirve o no.
Si tu profunda decisión interior es quedarte en el planeta y ponerte bien, entonces entrégate totalmente a tu curación. Te resultará una experiencia interesante estar completamente por ti, de todas las formas posibles, ofrecerte un apoyo total.
Puede incluso que te guste esta forma de vivir, una vez que te acostumbres a ella.
Si de verdad deseas vivir bien, nunca volverás a las viejas formas de abusar de ti.
Tal vez a un nivel profundo ya has tomado la decisión de abandonar el planeta; tal vez tu lección ha terminado y no deseas que ninguno de los métodos dé resultado.
Sea cual fuere tu decisión, es la decisión perfecta para ti. No estás aquí para complacer a los demás ni para vivir tu vida al modo de ellos. Estás en tu propio camino y trabajando a tu propio nivel. Estás aquí para aprender y crecer en la comprensión, la compasión y el amor. Cuando hayas completado tu lección en esta vida, te irás. Puede que sea pronto, puede que falte aún mucho tiempo.
Cuando quiera que sea, hazlo en paz.
Sigue aprendiendo a amarte más. Haz que el amor incluya a otras personas.
Ofréceles el amor incondicional que deseas para ti. Haz todo lo posible para ser feliz y lleva esa alegría a todos los aspectos de tu vida.
Como dice Jerry Florence, de Alliance, en su canción: «La vida comienza otra vez.
¡Aleluya!».

Tratamiento
Hoy es otro precioso día sobre la Tierra y vamos a vivirlo con alegría.
La plenitud es mi objetivo, mi única meta.
Formo una unidad con todas las personas, lugares y objetos del planeta.
Escojo contribuir a hacer de este mundo un lugar seguro para amarnos mutuamente, un lugar en donde se nos ame y acepte como somos y en donde se nos aliente y apoye para llegar a ser lo que podemos ser.
Veo lo mejor en todas las personas y les ayudo a sacar afuera sus cualidades.
Este amor y esta aceptación que doy los encuentro adondequiera que me vuelva.
Veo este mundo con abundantes tierras, aguas puras y frescas, aire limpio, y todo el mundo bien alimentado.
Veo a personas pacíficas, seguras, sanas, activas y libres en toda la Tierra.
Todos hemos alcanzado la unidad y la plenitud.
Estoy en paz conmigo y con el mundo que diviso.
Somos uno con el Poder que nos ha creado.
Estamos seguros y a salvo, y todo está bien en nuestro mundo.
Os amo.

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