¿Puedes elegir
como sentirte durante el día o más bien eres un esclavo de las circunstancias y
de tu propia vida?
Si tu respuesta es la número dos, has olvidado como funciona la mente humana.
Cuando una
creencia madre negativa (esto significa una Gran creencia que involucra otras
más pequeñas), está instalada en tu psique, puede dominarte a tal grado de
dejarte completamente a merced de los acontecimientos y de las personas.
Una de las
creencias madres más arraigadas en las personas es la falsa idea de lo que es
positivo y negativo. Cuando tienes esta división en tu interior, reaccionas
frente a los hechos que te ocurren de acuerdo a ella. Por ej, si tú crees que
es negativo estar triste, dirás “soy infeliz porque estoy triste”. Si crees que
es negativo que no te haya salido el proyecto o el trabajo que tanto deseabas,
dirás: “hoy es un mal día para mí porque no sucedió lo que quería”. Si hace
tiempo te sientes solo, o estás atravesando una circunstancia difícil en tu
vida, una pérdida, también tenderás a calificar negativamente esa situación.
Sin embargo, siempre tú estás decidiendo (sin saberlo) que aquello por lo que
atraviesas es negativo. Tú lo calificas así, por consecuencia, comienzas a
activar emociones dentro tuyo a raíz de esta falsa creencia.
¿Comprendes?. No
es que estás mal por lo que te ocurrió (ese es el engaño), sino porque crees
que está mal lo que te ocurrió. ¿Puedes vislumbrar la profundidad que tiene
esta creencia errónea y sus devastadoras consecuencias?. Imagina si no
estuvieras dominado por ella, que simplemente califiques como positivo todo lo
que te ocurre, sabiendo profundamente que siempre sucede lo que es mejor para
ti, viendo así la luz en donde pareciera que sólo hay oscuridad, ¿cómo sería tu
vida? ¿Por que habrías de angustiarte?. Parece un cuento de hadas, pero te diré
algo: es una verdad suprema y es posible vivir de acuerdo a ella.
Cuando
comprendemos que todo lo que nos sucede en la vida es por AMOR, que hay una
energía radiante y bondadosa detrás de todas las apariencias y las dificultades,
los estados de ánimo negativos van lentamente desapareciendo. Si estás triste,
o te sientes sólo, cambias tu forma de pensar acerca de ello y dices: “estoy en
paz con esta emoción. Sé que tiene que salir. No quiero escapar de ella. Estoy
en paz”.
La vida quiere que crezcas. No te va a solucionar tus problemas. Quiere que tú aprendas a hacerlo, para que de esa manera te fortalezcas y evoluciones. Cuando no puedes sólo, siempre encontrarás un guía, maestro, o terapeuta, que te acompañará y te indicará el camino a seguir.
Cuando somos niños comenzamos a andar en bicicleta con rueditas a los costados. Pero llega un momento que es necesario sacarlas. Un padre o una madre sabios, no nos dejan con ellas mucho tiempo, sino que están atentos en sacarlas lo antes posible para que aprendamos a ser auto suficientes. Permiten que nos caigamos las veces que sea necesario hasta aprender. Si no nos dejaran caernos, no creceríamos. Eso sería sobreprotección y lo que genera de adultos es dependencia, impotencia y debilidad. La vida hace lo mismo contigo. Te ayuda sólo cuando es necesario. Quiere que seas fuerte, que te des cuenta del poder que tienes, que te comportes como un león, no que andes mendigando amor y felicidad por donde quiera que vayas.
La vida quiere que crezcas. No te va a solucionar tus problemas. Quiere que tú aprendas a hacerlo, para que de esa manera te fortalezcas y evoluciones. Cuando no puedes sólo, siempre encontrarás un guía, maestro, o terapeuta, que te acompañará y te indicará el camino a seguir.
Cuando somos niños comenzamos a andar en bicicleta con rueditas a los costados. Pero llega un momento que es necesario sacarlas. Un padre o una madre sabios, no nos dejan con ellas mucho tiempo, sino que están atentos en sacarlas lo antes posible para que aprendamos a ser auto suficientes. Permiten que nos caigamos las veces que sea necesario hasta aprender. Si no nos dejaran caernos, no creceríamos. Eso sería sobreprotección y lo que genera de adultos es dependencia, impotencia y debilidad. La vida hace lo mismo contigo. Te ayuda sólo cuando es necesario. Quiere que seas fuerte, que te des cuenta del poder que tienes, que te comportes como un león, no que andes mendigando amor y felicidad por donde quiera que vayas.
Como decía el gran
maestro Paramahansa Yogananda “la felicidad es un estado mental”. ¡¡Cuán
acertado estaba!!. Por lo tanto, la infelicidad también lo es. Tú decides como
calificar los acontecimientos. Tú puedes elegir como sentirte cuando comprendes
que es tu propia mente la que te está dominando y decidiendo por ti qué
experimentar a cada momento. No tienes porqué ponerte mal cuando te ocurre algo
“negativo”. Esa es sólo una opción.
Nuestra visión
de la realidad está contaminada por numerosos condicionamientos y filtros
internos. Debemos aprender a mirar con los ojos de Dios. Esto significa “mirar
más allá de las apariencias”. Tal cosa se logra teniendo la certeza de que lo
negativo no existe. Todo es positivo. Todo es un movimiento del amor, por más
que muchas veces no parezca así.
Recuerda que
eres inmortal. Las experiencias pequeñas de todos los días son intrascendentes
para el alma. Ella sólo quiere avanzar hacia la luz y ve todo desde un lugar
mucho más amplio, más sabio, no desde los ojos humanos que sólo alcanzan a ver
una porción muy limitada de la realidad. Para ella no existe bien y mal, bueno
y malo, sólo aquello que retrasa su evolución o la acelera. Por eso, muchas
veces creemos que algo es negativo para nosotros, cuando en realidad para el
alma es tremendamente útil. Un ejemplo de esto es cuando atravesamos por una
crisis de pareja, o alguien que amamos nos abandona. En el momento se nos cae
el mundo encima, pero con el tiempo, agradecemos aquello que ocurrió porque nos
permitió fortalecernos, madurar, sanar, y así convertirnos en lo que somos hoy.
Lo maravilloso
es que al aceptar y calificar como positivo aquello que creemos que es
negativo, todo mal se esfuma. Todo estado de ánimo negativo pierde poder.
Porque dejamos de luchar contra el presente, contra lo que está sucediendo en
este momento. Esto no es un truco mental. No es escapar de las emociones. Sino
por el contrario, desidentificarnos de nuestra mente para ver la verdad pura
que estuvo siempre frente a nuestros ojos. Es fluir sin la intervención de la
mente, tal cual un niño. ¿Comprendes ahora por qué se insiste tanto en salir de
la mente?. Ella es la que juzga y evalúa erróneamente todo lo que te ocurre.
Por eso, cada vez que te sientas preso de un estado de ánimo negativo, consecuencia de un pensamiento sobre algo que te ocurrió, o que temes que ocurra, repite lo siguiente para liberarte: “En este preciso momento no está pasando nada, absolutamente nada”. RepItelo cuantas veces sea necesario hasta que se transforme en tu experiencia. Toma plena conciencia de que esta es la verdad. Concéntrate en todo lo que esté sucediendo en este momento; el canto de un pájaro, el ruido del motor de un automóvil, el latido de tu corazón, el sonido de la lluvia sobre tu balcón, o lo que estés sintiendo. Observa que en el momento en que haces esto, todo el drama desaparece.
Por eso, cada vez que te sientas preso de un estado de ánimo negativo, consecuencia de un pensamiento sobre algo que te ocurrió, o que temes que ocurra, repite lo siguiente para liberarte: “En este preciso momento no está pasando nada, absolutamente nada”. RepItelo cuantas veces sea necesario hasta que se transforme en tu experiencia. Toma plena conciencia de que esta es la verdad. Concéntrate en todo lo que esté sucediendo en este momento; el canto de un pájaro, el ruido del motor de un automóvil, el latido de tu corazón, el sonido de la lluvia sobre tu balcón, o lo que estés sintiendo. Observa que en el momento en que haces esto, todo el drama desaparece.
Transfórmate en
dueño y señor de tus pensamientos. No permitas que tu mente juzgue erróneamente
los acontecimientos o revuelva situaciones del pasado para hacerte sufrir. No
importa si ese pasado fue hace dos horas o dos años. Deja de comportarte como
un barrilete emocional que se deja llevar por la marea de las circunstancias,
sin poder para tomar el timón sobre tus estados de ánimo.
Practicalo. Te maravillarás de los resultados.
Practicalo. Te maravillarás de los resultados.
POR LIC. FERNAN
MAKAROFF
http://mlcoscia.wordpress.com/
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