Los
daños del consumo excesivo de alcohol son de sobra conocidos. Ahora,
investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y la Universidad de
Nottingham (Reino Unido) han identificado los daños estructurales a escala
molecular que provoca este exceso en el cerebro, lo que abre las vías a generar
nuevas terapias para reducir la morbimortalidad derivada del alcoholismo.
En
concreto, según han explicado en la revista PLoS One, han determinado las
alteraciones que se producen en las neuronas de la zona prefrontal del cerebro,
la zona evolutivamente más avanzada y que controla las funciones ejecutivas
tales como la planificación y el diseño de estrategias, la memoria de trabajo,
la atención selectiva o el control de la conducta. Para ello, analizaron los
cerebros de 20 personas fallecidas en las que se había diagnosticado un
abuso/dependencia alcohólica y otras 20 no alcohólicas. En el estudio de la
corteza prefrontal, los investigadores detectaron alteraciones del
citoesqueleto neuronal en los cerebros de pacientes alcohólicos, en las
proteínas alfa y beta tubulina y espectrina beta II.
Los
investigadores utilizaron técnicas de microscopía óptica para ver como las
neuronas de la zona prefrontal en los cerebros de los pacientes alcohólicos
estaban alteradas respecto a los cerebros de pacientes no alcohólicos. En el
siguiente paso, el equipo de investigación utilizó técnicas de proteómica para
marcar cuáles son las proteínas modificadas en esas neuronas. Así determinaron
que los elementos alterados pertenecen a las familias de proteínas denominadas
tubulinas y espectrinas. Las tubulinas conforman el citoesqueleto de las
neuronas, su arquitectura y las espectrinas tienen como función el
mantenimiento de la forma celular. De esta manera, ambas facilitan la relación
y la actividad entre los componentes de la red neuronal del cerebro. Con el
objetivo de cuantificar la cantidad de proteína existente en cada muestra,
emplearon la técnica Western blot. Así, comprobaron que los niveles de
proteínas estaban reducidos como consecuencia del daño producido por el etanol.
Y gracias a la espectrometría de masas lograron confirmar la identificación
exacta de las proteínas afectadas. ¿Una explicación a las alteraciones de
comportamiento? Los cambios de la estructura neuronal inducidos por el etanol
podrían afectar a la organización, capacidad de relación y funcionamiento de la
red neuronal, y podrían explicar gran parte de las alteraciones de
comportamiento, cognitivas y de aprendizaje atribuidas a las personas que
sufren alcoholismo. Los autores reconocen que la descripción de los daños y
alteraciones, detectadas por primera vez a nivel molecular en la zona
prefrontal del cerebro, es el primer paso para investigar en otros campos.
Entre los nuevos objetivos que se plantean, destacan tratar de dar con el
mecanismo concreto por el cual el alcohol produce estas alteraciones,
determinar cuáles son las posibles alteraciones que sufren las enzimas
encargadas de regular el funcionamiento de estas proteínas, y si estos procesos
también ocurren en otras partes del cerebro, por ejemplo, aquellas que
controlan el funcionamiento motor. El objetivo final es identificar estos
cambios moleculares para poder relacionarlos con los procesos de abuso y
dependencia al alcohol, por un lado; y, por otro, generar nuevos fármacos u
otras opciones terapéuticas que reviertan las alteraciones producidas por el
alcohol, mejorando la vida de las personas alcohólicas y disminuyendo la
incidencia de la mortalidad derivada del alcoholismo.
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