viernes, 15 de mayo de 2020

La única realidad, la que Creamos. Por Ashamel Lemagsa.



Amados…

Te aferras, a la realidad exterior, como si fuera la única y verdadera…

Te propongo que…

Si te aferras a “algo”, que sea a tu Luz Interior, Dios en ti, la Chispa Divina, que siempre te acompaña, en esta vida y en todas tus vidas.

Ella, tu Esencia Divina, es la verdadera realidad…

La que te guía, aconseja, acompaña y te conduce para que experimentes lo que debes vivir, para Evolucionar, como Seres sintientes, cada día más Sabios y más Soberanos de la “realidad exterior”, que generalmente te aferras como tabla de salvación, pues en ella crees que encuentras o encontrarás todo lo que necesitas y quieres, para ser feliz.

No hemos sido educados o formados para descubrirnos a nosotros mismos y lograr la paz interior a pesar de nuestro entorno caótico.

No fuimos formados para reconectarnos con nuestra Esencia Divina, siempre nos mostraron la “realidad exterior” y cómo debíamos adaptarnos a ella, pues para vivir en esa realidad, debíamos ser sus fieles seguidores…

Pues, déjame decirte…

Sea cual fuera tu realidad exterior, tú y solo tú eres el dueño de tu realidad interna e individual y solo tú, puede modificarla en la dirección que tú lo decidas…

Lo exterior, es como lo dice la misma palabra, es externo a ti, por lo tanto no está en ti, entonces, ya es hora que tú sincronices tu interior Divino con el exterior y sean UNO.

Por ello, cuando te quejas de la realidad exterior, tendrías que preguntarte, cuanto hay de ti, en esa realidad…

Cuánto dejaste de hacer en ti para sanarte, para amarte, para respetarte, para conectarte con Dios en ti.

Somos los “creadores de nuestra realidad”… ¿¿¿Siempre???

Somos los responsables de esa parte de la realidad que nos corresponde vivir en el día a día…

Somos responsables de trabajar, estudiar, colaborar en todos los ámbitos que nos toda vivir, sea laboralmente, en la familia y en nuestra comunidad más cercana.

Somos responsables de modificar nuestras actitudes si con ello, logramos la armonía interior, para aprender amarnos a nosotros mismos y a los demás, y de esta forma llegar al equilibrio en nuestras relaciones interpersonales.

El equilibrio en nuestras relaciones interpersonales no implica dejarse avasallar o humillar por los otros, de ninguna manera, es saber poner las cuestiones en su justo lugar, respetando y haciéndose respetar.

Somos responsables que los pensamientos que emitimos, aunque no los verbalicemos, traen consecuencias tanto en nosotros, como a nuestro entorno.

Somos responsables de cuidar nuestro lenguaje, como la mejor herramienta para comunicarnos con los otros de manera coherente, fluida, armoniosa y eficaz.

Somos responsables de alimentar nuestro cuerpo físico, adecuadamente, para que funcione en armonía con su propia naturaleza física, energética y espiritual.

Somos responsables de nuestro entorno y de nosotros mismos.

Por ello, somos los creadores de nuestra realidad.

Existe, en este tiempo, una pandemia de origen incierto y más aún incierto es saber de qué manera la Humanidad saldrá de ella.

Pero, seguimos siendo responsables de la parte que nos toca vivir, aunque no sepamos cuándo y cómo se irá este virus de la sociedad.



Entonces…

Esta es la única realidad que nos toca vivir ahora, aceptarla es el primer paso, después aprender a convivir con ella, sabiendo que con nuestra Luz interior, siempre lograremos transformar nuestra realidad cotidiana, a pesar de todas las dificultades que se presenten, pues lo haremos desde la Esencia Divina, que todos y todo es portadora.

Hoy se hace muy evidente y aflora a cada instante, que si fuimos o somos irresponsable, indolentes, ineficaces, ególatras en el hacer cotidiano, nos lloverán las quejas, los reclamos y abundarán los dolores de cabeza…

Ya no hay tiempo para echarle la culpa al “otro”, hoy las circunstancias conducen al ser humano a que se haga responsable de sí mismo y de las consecuencias de su imprudencia o irresponsabilidad.



Somos Luz Divina envuelta de materia densa, cuando soltamos el miedo, el pesimismo, la falta de fe y permitimos que nuestra propia esfera de Luz trascienda la densidad, nuestra visión de lo que nos toca vivir, se transforma, comprendemos que aceptamos para transformar la realidad en Luz y se asume, sin culpa, sin miedos que somos responsables de todo lo que se vive, pues todo absolutamente todo, tiene una causa y una consecuencia para nuestra evolución como Humanidad Divina.

Los Amo!!!

Con Amor, Ashamel Lemagsa.


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