lunes, 4 de mayo de 2020

Conformidad/Rebeldía/Transformación por Laura Foletto


En estos días, las redes sociales parecen un campo de batalla entre los que creen todo lo que se comparte oficialmente y los que descreen de todo ello. Y la clave es la palabra “todo”, ya que, en general, hay una grieta (¡otra vez!) que hace que unos y otros vivan en sus propios mundos, sin tocarse, haciendo campaña por lo suyo, denigrando al otro, sosteniendo SU verdad. LA verdad se hace entre todos, cada uno tiene una parte, pero todavía no lo aceptamos.



La rebeldía hace más ruido pero la mayoría tiene más votos. Habiendo sido una rebelde intensa, este tema me dio vueltas mucho tiempo. Lo establecido me daba alergia, me enojaba, quería un mundo justo e ideal que terminara con el conformismo estúpido. Después de chocar una y otra vez, de pelearme y desilusionarme, comencé a darme cuenta de que esa rebeldía era la otra cara de lo instituido, estaba jugando el mismo juego.



Yo simplemente estaba en contra, pero eso es una opción que no introduce nada diferente. Es más, la rebeldía está considerada dentro del sistema y no constituye un problema (más que un poco de ruido) y luego solo la fagocita, vendiéndola como lo “nuevo”. Para peor, cuanto más virulenta es, más funcional resulta, porque la gente común la rechaza y no la considera como otra alternativa. El gueto rebelde se distrae en sus creencias y todo sigue igual (bien lo describió Giuseppe Tomasi di Lampedusa en “El gatopardo”).



Si no quería ser ni hacer lo que los demás pero tampoco ser una subversiva infecunda, ¿qué quedaba? La creatividad: ¿cómo era yo realmente, cuáles eran mis cualidades y aprendizajes, qué dones traía, qué propósito me movilizaba, cómo deseaba vivir y trabajar, qué relaciones cultivar? Me dediqué a encontrar mis propias respuestas. Otros que también se las hacían me ayudaron y, luego, ayudé a algunos con las suyas, en una cadena luminosa que continúa.



Cuando comencé a publicar mis reflexiones y experiencias, pronto concienticé que no quería evangelizar (rasgo común que comparte el sistema y la rebeldía). La violencia que ello implica es incompatible con el respeto por la individualidad y el libre albedrío. Si le sirve a alguien, maravilloso, y si lo considera una idiotez, bien. Cumplo mi diseño y me voy. Somos pasajeros fugaces de la rueda de la Vida y es mejor dedicarnos a nuestro propio aprendizaje.



Lo interesante de este enfoque es que, como Todos Somos Uno, así también contribuimos. A raíz de que nos vemos como entes separados y existimos en nuestra propia burbuja, no comprendemos que lo que pensamos, sentimos y vivimos no queda en nosotros sino que es colectivo, es parte de Todo Lo Que Es. Cuando aprendemos algo, todos lo aprendemos. Cuantos más lo hacemos, esa masa crítica vuelca a la mayoría a aceptar lo nuevo rápidamente.



Nuestro Cuerpo es Información y nuestras células traen la mutación (eso es evidente en los niños, que ya vienen con la evolución en su ADN). Tendemos a creer que solo gritando y peleando vamos a cambiar al mundo; en estos momentos, eso solo genera más caos y violencia. La Conciencia es más activa y eficiente, aunque no lo parezca. El Amor es la génesis más potente y dinámica, aunque recién estamos comprendiendo de qué se trata. Los Códigos de Luz que recibimos nos ayudan a introducir una transformación nunca vista: la guía del Alma en la Materia. Haz tu parte. Te acompaño.

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