martes, 16 de junio de 2020

ABANDONA LAS EXCUSAS Y CREA UNA NUEVA NARRATIVA FELIZ. Por Laura Foletto


Hace un tiempo, estaba pensando en un proyecto que se me había ocurrido y noté que enseguida comenzaron a “aparecer” miedos, situaciones pasadas, sermones acerca de lo que podría pasar (el índice levantado en señal de un: “Yo te lo dije” adelantado…). Respiré, observé mi entorno y me di cuenta de que casi nada de eso estaba sucediendo, pero que yo podría re-crearlo fácilmente si le daba espacio a esas ansiedades.



Mi vida (como la de muchos desde hace unos años) está cambiando drásticamente, sobre todo en mi interior, dándome nuevas visiones, actitudes y niveles vibratorios, pero la mente y el cuerpo siguen prisioneros de ideas y sucesos del pasado. La mayoría (por lo menos en mi caso) ya están vistos y sanados, pero hay un temor residual que el ego insiste en traer. No minimicemos el entorno de miedo en el que vivimos ahora, que nos afecta de alguna forma, aunque pensemos que no es así.


Las excusas y justificaciones surgen instantáneamente, porque las hemos alimentado durante años y años. “Yo no puedo con eso, es demasiado para mí”, “Yo no soy así, mis padres me dijeron que soy asá”, “Cuando era chico, se burlaban/me castigaban/me negaban tal cosa, por lo que nunca más me lo permití”, “Él/ella/ellos/todos no me dejan, no quieren, no les gusta, no aprueban”, “Hay que ser/pensar/tener/hacer/sentir de esta forma, es lo normal”…


Nos brotan cual manantial de la boca, sin censuras ni explicaciones ni respaldos, simplemente “es así”. Muchas veces es así porque NOSOTROS seguimos siendo así y contratando a los demás para que nos mantengan en ese limbo, porque es más fácil (¡qué mentira!) repetir una y otra vez las mismas historias sufrientes y negadoras. Otras veces, sí hemos salido de ellas, pero no hemos creado una narrativa acorde a los tiempos que atravesamos.


Nuestro Niño Interno todavía guarda emociones que constriñen el cuerpo ante algo aunque sea mínimamente parecido a lo que sufrió (y sigue sufriendo, porque nada prescribe para él, a menos que le mostremos otras perspectivas). Y de eso se trata: tomar ese rol de Adulto que ha vivido y aprendido y descubrirle un nuevo camino, con diferentes emociones y posibilidades.


Es tan increíblemente incomparable lo que está sucediendo que le tememos a las oportunidades que abre. Entonces, nos refugiamos en las viejas excusas. A veces, ni siquiera son reales, ya somos otros y la vida nos pasa por distintos lugares. Otras, es necesario hacer la labor de desmontarlas, limpiar el terreno y sembrar nuevas semillas.



¿Cuáles son las tuyas? ¿Están enraizadas en tus cualidades y aprendizajes, surgen de tu esencia? ¿Son lo que vienes a dar y recibir? ¿Qué sentimientos despiertan, te hacen sentir alegre, creativo, pleno, amable, movilizan lo mejor de ti? ¿Puedes visualizarlo, experimentarlo, expresarlo, disfrutarlo? ¿Confías en que encontrarás personas con quienes compartirlo?



Una de las cosas que más me duelen al analizar Cartas de Diseño Humano es cuando se desconoce los dones (o se los reniega) y se presentan a sí mismas como personas carentes, necesitadas y perdidas. ¡Hay tanto potencial esperando ser activado! Estos tiempos nos están despertando, nos están mostrando (¡muy concretamente, en la cara!) lo que debemos soltar y lo que podemos crear. Creemos una nueva narrativa, la de una vida feliz.

laurafoletto@abrazarlavida.com.ar y abrazarlavida@egrupos.net


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