Capítulo
3
Cómo el
ego suelta los muros.
Amados…
Hemos hablado de las características del ego y sus muros, de
la intuición que se conecta con el corazón, fuente eterna del amor Divino.
Cuando logramos comprender que el amor es una energía de
altísima frecuencia, que todo lo abarca y trasciende nuestro entorno, entonces,
el concepto del amor cambia radicalmente.
Ya no lo sentimos como el “yo” o el “tú”, sino como el Todo,
pues abarca absolutamente todo.
Ustedes se preguntarán…
Por qué hay tanto odio, rencor, miedo y venganza en una
parte de la humanidad, que nada tiene que ver con el amor, que también fluye en
la vida.
El ego de cada ser humano en descontrol, sin la guía del
corazón, funciona desconectado de él, como consecuencia de ello, no logra
unificar con amor la vida, por eso separa, compara y distorsiona la realidad,
construye muros para auto justificarse de sus errores.
El ego juzga y critica, por no enfrentarse a sus propias
falencias y miedos.
El miedo es una barrera muy compleja, pues fluye en nuestro
ADN desde épocas ancestrales y nos llega
a nuestro presente, sin saber por qué lo sentimos, como por ejemplo, la
aversión a ciertas situaciones, personas o hechos que no deberíamos sentir,
pues no le encontramos una causa formal o concreta en nuestra actual vida.
El miedo sea nuestra propia creación, heredado o contagiado
de la sociedad, así como lo sostenemos, tenemos la capacidad de soltarlo.
¿Cómo?...
Sabiendo diferenciar entre el miedo que pertenece al
instinto de supervivencia, que cumple una función de advertencia ante un
peligro inminente, por ejemplo, acercar una mano al fuego hasta llegar a
quemarnos, nos detiene el miedo a lastimarnos actúa como un mecanismo de
supervivencia, nos advierte del peligro a través del miedo o el temor al daño
físico, retirando la mano para evitar una quemadura.
Los miedos que heredamos de nuestros ancestros, a una
enfermedad, accidente o simplemente características muy específicas de
personalidad como los celos, la impulsividad, se pueden superar cambiando
nuestro enfoque, comprendiendo que en nuestro interior poseemos la fuente de
Luz Divina y a través de ella y con la fuerza de nuestra voluntad de cambiar
ese rasgo de nuestro carácter que nos daña a nosotros y a nuestro entorno.
Es un trabajo de cada día, ser conscientes que ser celoso, por
ejemplo, es una barrera que esconde el miedo a estar solo y que la soledad deja
de existir, cuando aprendernos a sentirnos en paz con nosotros mismos.
Los miedos sociales, generalmente son impuestos para que la
sociedad continúe bajo un esquema de hábitos, tradiciones o costumbres que le
conviene a todos aquellos que ejercen poder político, económicos o religiosos.
Los miedos sociales podemos soltarlos, haciéndonos
conscientes que no nos pertenecen, pues somos seres libres, con Voluntad
Divina, toda situación que no resuena en nuestro corazón, es porque no nos
pertenece, por lo cual podemos soltarla sin dificultad.
Los miedos podemos superarlos, todo dependerá de nuestra
capacidad de hacernos conscientes y
reconocernos como seres poderosos y Divinos, viviendo una experiencia humana de
superación constante de obstáculos tanto personales como sociales o familiares.
Siempre debemos tener presente el… “Yo Puedo” decirlo desde
el amor de nuestro corazón con la fuerza de nuestra Divinidad, afirmando con
fe…
Yo Puedo, porque en mí está viva y radiante la Divinidad,
que siempre guía mi consciencia desde el Amor del Corazón.
Con Amor, Ashamel Lemagsa.
Continuará...
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