Desafortunadamente,
la Falsa Personalidad está constituida por ciertos ingredientes perjudiciales.
Obviamente, me
refiero ahora a la VANIDAD y al ENGREIMIENTO; no hay duda de que si estos dos
“elementos” desaparecieran de la faz de la Tierra, la vida del ser humano
cambiaría totalmente.
Con el
engreimiento y la vanidad se procesan muchas causas y efectos equivocados. El
ENGREIDO quiere subir al tope de la escalera, hacerse sentir, pisotear honras,
dignidades, corazones, sentimientos, sin interesarle el dolor ajeno…
El VANIDOSO,
obviamente, se siente herido cuando alguien le lastima, y en aras de su vanidad
sacrifica a otros, con tal de tener lo que a las gentes más deslumbra: El
flamante carro, la lujosa residencia, los elegantes trajes, etc. No importa que
tenga que explotar a muchos, si por ese medio, o por distintos medios ha de
conseguir el dinero necesario que le permita mostrar al mundo su fatuidad.
Así pues,
hermanos, el engreimiento y la vanidad son gravísimos. Graves también son los
CELOS y las PREOCUPACIONES. Las preocupaciones son semejantes, dijéramos, a las
moscas: Miles de Yoes de las preocupaciones revolotean en la Mente, aguardando
algo, como para formar problemas. Así como las moscas se posan en forma
indiscriminativa sobre la inmundicia y sobre las comida, sobre todo lo que…
…así son también el enjambre de los Yoes de las preocupaciones.
Ellos aguardan
algo en que posarse para formar preocupaciones: Un concepto, una palabra, una
idea, una teoría, cualquier cosa, no importa qué sea. Los Yoes de las
preocupaciones sólo aguardan el instante en que puedan formar problemas, y
flotan en la mente; son perceptibles para aquellos que posean la Divina
Clarividencia.
Es terrible eso:
pensar, sencillamente, de que tales Yoes se corresponden con la Falsa
Personalidad (vean ustedes cuán perjudicial es la Falsa Personalidad).
Y en cuanto a
los CELOS, ¿qué diríamos? El celoso forma “de una pulga un caballo”, hace
problemas por doquiera. Si el ser amado sonríe, ya ése es un motivo de celos
para el celoso, y entonces calumnia, hiere, hace daño. Mas no solamente existen
celos pasionales, también existen otra clase de celos: Los celos religiosos,
los celos políticos, los celos de amistad (ésos nadie los puede negar); los
celos son múltiples y causan gran dolor.
Todos esos
celos, todos esos Yoes de las preocupaciones, del engreimiento (que
indubitablemente es gravísimo), la vanidad que tanta ostentación hace, y en
fin, todo eso pertenece, sencillamente, a la Falsa Personalidad.
Podrían ser felices
los seres humanos, si no poseyeran la Falsa Personalidad. Desgraciadamente,
todo el mundo la posee. En ausencia de la Falsa Personalidad viviríamos en
Éxtasis, ¡cuán dichosos nos sentiríamos! Mas desgraciadamente, las gentes todas
poseen la Falsa Personalidad y eso es grave.
Es necesario que
nosotros nos propongamos a DESTRUIR LA FALSA PERSONALIDAD. Es posible esto si le hacemos la disección a
los celos, a la vanidad, a los Yoes de las preocupaciones, al orgullo, etc.
Cuando uno comprende que el engreimiento es unos de los factores más densos de
la Falsa Personalidad, se propone a hacerle la disección a ese “elemento” y lo
disuelve radicalmente.
Pensemos en lo
que es la FELICIDAD DEL SER y lo que es la Falsa Personalidad. El Ser, en sí
mismo, es feliz, infinitamente dichoso. Cuando uno elimina a la Falsa
Personalidad, queda en la plenitud del Ser, goza entonces de la
Bienaventuranza. Desgraciadamente, muy pocos son los que se preocupan por esta
clase de estudios, raros son aquellos que realmente intentan AUTOEXPLORARSE
profundamente.
Obviamente, mis
queridos hermanos, necesitamos provocar un cambio en nosotros. Si un mago, por
obra de magia disolviera la vanidad y el engreimiento, la gente se encontraría
totalmente transformada; desgraciadamente, no hallarían qué hacer, se hallarían
desorientadas, no le encontrarían sentido a la vida, se suicidarían, morirían;
y sin embargo, hay que disolver esos dos ingredientes: El engreimiento y la
vanidad.
Pero el proceso
del cambio, de la disolución, debe ser METÓDICO, DIDÁCTICO y hasta DIALÉCTICO.
De lo contrario
moriríamos, nos hallaríamos desorientados. Cuando uno comprende esto, se
propone a trabajar sobre sí mismo.
Necesitamos
hacernos Conscientes, AUTOCONSCIENTES de nuestros propios pensamientos, de
nuestros propios sentimientos y de los efectos que otros seres humanos producen
en nosotros.
Cuando uno
comprende la necesidad de hacerse Autoconsciente, va disolviendo entonces los
factores del engreimiento y de la vanidad, así como el de los celos y las
preocupaciones. Se procesa una transformación; obviamente ésta, nos llevaría al
Despertar. DESPERTAR ES LO FUNDAMENTAL, despertar es radical…
Los Yoes del
engreimiento y de la vanidad, que corresponden a la Falsa Personalidad, lo
atrapan a uno, hacen que uno se identifique con las cosas de este mundo, con
las cosas materiales, con los sucesos, con los distintos eventos recurrentes en
el tiempo.
Uno tiene que
aprender a producir la SEPARACIÓN de sí mismo, la separación de todas las
cosas: NO IDENTIFICARSE con los sucesos, con los acontecimientos, con las
cosas, con los eventos, etc., porque esta identificación le absorbe, le
vampiriza a uno la Conciencia y la sumerge, en realidad, más profundamente. De
manera que necesitamos que nuestra Consciencia despierte, lo cual es posible
haciendo la separación entre nosotros y las cosas, los eventos, los sucesos…
Así, mis
hermanos, debemos volvernos AUTORREFLEXIVOS, AUTOCONSCIENTES. Obviamente, el
trabajo de desintegración de los “elementos” de la Falsa Personalidad, suele
ser a veces muy difícil y esto no lo podemos negar. Nosotros quisiéramos
desintegrar ciertos “elementos” y “subelementos” de la Falsa Personalidad, con
el propósito de conseguir la Felicidad a la cual tenemos derecho, pero
desgraciadamente (eso es lo grave), a veces sentimos que nos estancamos.
Hay YOES y
“elementos”, “agregados” o “subelementos” de la Falsa Personalidad muy
DIFÍCILES DE DESINTEGRAR; entonces necesitamos revestirnos de suma paciencia,
si es que en verdad queremos avanzar.
A medida que
nosotros ahondamos más y más dentro de sí mismos, vamos descubriendo también,
que existen en nosotros ciertos agregados psíquicos, inhumanos, muy difíciles
de pulverizar.
No debemos
impacientarnos, y máxime cuando, en realidad de verdad, NO HEMOS PAGADO el
precio del avance.
Desintegrar a
veces ciertos “elementos” difíciles, es posible cuando uno paga. Es también
absurdo querer desintegrar ciertos “subelementos” en forma inmediata, sin haber
pagado. Recuerden ustedes que tales o cuales agregados inhumanos,
personificando errores, se hallan, en verdad, íntimamente RELACIONADOS CON
CAUSAS EQUIVOCADAS, y éstas a su vez, con el KARMA.
Así pues, no se
extrañen ustedes si alguna vez se encuentran estancados en tal o cual
“elemento”; es evidente que está él incluido, vinculado a tal o cual MALA
CAUSA. Malas causas producen malos efectos, y esas malas causas o YOES-CAUSA, a
su vez, se encuentran vinculados a la Ley del Debe y el Haber, a la Ley del
Karma. En esos casos SE NECESITA PAGAR, para poder desintegrar estos o aquéllos
“elementos” difíciles.
No solamente se
paga con DOLOR, el karma se puede pagar también con BUENAS OBRAS; y hasta se
puede lograr el perdón mediante el SUPREMO ARREPENTIMIENTO, y entonces los
Yoes- Causa se disuelven.
La Impaciencia
en estos estudios perjudica a nuestros neófitos; si éstos quieren realizar
avances serios deben VOLVERSE SERIOS. No es concebible un hombre serio que no haya adquirido la
PACIENCIA. El Cristo Jesús dijo: “En paciencia poseeréis vuestras
Almas”. Muy buena dosis de paciencia se necesita cuando nos estancamos
en tal o cual Yo. Por eso es urgente volvernos más conscientes de sí mismos, en
pensamiento, en sentimiento, en la palabra…
Distingamos
nosotros entre lo que es la PLÁTICA, propiamente dicha, y lo que es la CHARLA.
La charla y el
charlatán son lo mismo; por eso en nuestros estudios no debemos aceptar jamás
la palabra “charla”, o “charlatán” para nuestros conferencistas.
Nosotros no damos
charlas; yo aquí no estoy charlando con ustedes, no señor; yo soy un hombre
serio que no he venido ha charlar; he venido a platicar con ustedes, que es
diferente. La charla es para los charlatanes y la plática la encontramos en los
“Diálogos” de Platón, en las pláticas que sostenía Sócrates con sus discípulos.
Ya ampliamente
se ha hablado sobre esto, y bien valdría la pena estudiar “La República” de
Platón; así podríamos hacer una clara diferenciación entre lo que es la plática
y lo que es la charla de los charlatanes.
La charla es
algo mecánico por naturaleza; el charlista o charlatán, el que da charlas, es
el individuo que no tiene Conciencia de lo que está diciendo, habla
mecánicamente.
La plática es
otra cosa: Plática es la de un Sócrates con sus discípulos, en su Academia, o
la de un Platón en los Misterios de Eleusis; eso es la plática, allí hay
reflexión. En este caso, quien platica, quien da la Enseñanza, habla por
reflexión profunda, por REFLEXIÓN EVIDENTE DEL SER; escoge las palabras
adecuadas para cada idea, y así reviste a las ideas con palabras exactas
(resultado evidente de la Autorreflexión del Ser).
Quien platica,
quien da la Enseñanza Esotérica, Gnóstica, en modo alguno discurriría
mecánicamente.
Observen ustedes
que los hombres reflexivos, cuando platican, lo hacen evidentemente
concentrados, escogen los términos exactos para revestir las ideas
trascendentales del Ser.
Así pues,
debemos HACERNOS CONSCIENTES DE LA PALABRA; también debemos volvernos
conscientes de nuestros SENTIMIENTOS y de nuestros PENSAMIENTOS.
Conforme vayamos
desintegrando lo que debemos desintegrar (los ingredientes de la Falsa
Personalidad), se irá produciendo una transformación didáctica, dialéctica, y
la resultante de eso, de tal transformación, viene a ser la CONCIENCIA
DESPIERTA, lúcida.
Cuando uno, en
verdad, establece esta Enseñanza en su Mente y en su Corazón, comprende la
necesidad de SACRIFICAR MUCHAS COSAS, la necesidad de LUCHAR por muchas cosas.
Hay necesidad de Sacrificar mucho, mucho, para conseguir la transformación de
Fuerzas; sacrificar lo que es más grato en la vida del hombre, del ser humano,
es indispensable, en verdad, cuando queremos transformarnos.
¿Qué se entiende
por “TRANSFORMACIÓN”? Convertirnos en una CRIATURA DIFERENTE, en una criatura
que corresponde más bien al PERÍODO SOLAR (eso es transformación). Pero no
podríamos alcanzar tal transformación si no tuviéramos paciencia. Repito lo que
dijo el Cristo: “En paciencia poseeréis vuestras Almas”…
El impaciente
queda estancado y fracasa para siempre. Yo no digo que ustedes no pasen por procesos de estancamiento,
obviamente habrá esos procesos, pero si se revisten de la paciencia, saldrán de
tales estados.
Necesitamos
volvernos MÁS PROFUNDOS EN EL PENSAR. ¿A qué se parecería la gente superficial?
La gente
superficial es como los pozos aquellos que se forman en los caminos; en los
charcos sin fondo las aguas se pudren y sólo queda el lodo.
Y las gentes del
profundo pensar, ¿a qué se parecerían? A los lagos profundos. Allí palpita la
vida, allí viven los peces…
Necesitamos
volvernos muy profundos para descubrir tantas y tantas cosas que tiene la Falsa
Personalidad.Lo más grave es que si uno se identifica con la Falsa
Personalidad, si vive en ella, pues, entonces fracasa, y a la larga, tendrá que
involucionar en el tiempo, dentro de los Mundos Infiernos.
Si reflexionamos
hondamente, mis caros hermanos, descubrimos dentro de sí mismos… …Quebrantar
causas erróneas que sirven de basamento a determinados agregados psíquicos,
dificilísimos de desintegrar; comprender esto es vital.
Pero ¿cómo
quebrantaríamos las causas equivocadas, aquellas que nos hacen permanecer
estancados en un punto, y de ahí no salimos por más que quisiéramos? Se
necesita, forzosamente, de la DISECCIÓN ANALÍTICA DEL ERROR que nos mantiene
estancados, del estudio profundo, relacionado con tal agregado psíquico, y del
SUPREMO ARREPENTIMIENTO, del SUPREMO DOLOR.
Hay algo que
siempre les he venido repitiendo a ustedes aquí, y es verdad: “La
desintegración de tales o cuales errores en nosotros, no es cuestión meramente
intelectual, del intelecto; hay que pasar a veces por GRANDES CRISIS
EMOCIONALES, y llegar a derramar lágrimas de sangre, cuando, en verdad, se
quiere la transformación”. Entonces así, logra producirse la
desintegración de tal o cual agregado difícil.
Por lo común,
esos agregados difíciles, repito, tienen causas muy graves; tales causas, o
Yoes- Causa (para ser más enfático), se relacionan en forma directa con la Ley,
con el karma. Es posible lograr el perdón de ciertas deudas cuando el
arrepentimiento es sincero.
En cierta
ocasión, me dirigía yo a mi MADRE DIVINA KUNDALINI; ella, la Serpiente Sagrada
de los Grandes Misterios, estaba enroscada en una columna, conservando su
cabeza de tipo humano.
Le supliqué
perdón, pues, obviamente luchaba por la revalorización de ciertos Principios Étnicos
en mí mismo, por la revaluación de ciertos Valores Místicos, por la
regeneración del Oro Espiritual.
La respuesta de
ella fue definitiva:
– Estáis
perdonado, hijo mío, te perdono; ya TRES VECES TE HE PERDONADO…
Ciertamente, en
la ANTIGUA TIERRA-LUNA, durante el Maha-Manvantara de “Padma” o “Loto de Oro”,
había sido ya perdonado; en el CONTINENTE MU, otrora situado entre las
embravecidas olas del Pacífico, había sido perdonado; y AHORA, por tercera vez,
necesitaba perdón. Pero añadió la Serpiente Sagrada:
– En una de
ésas, la segunda vez que os perdoné –refiriéndose al Continente Mu–, tu karma era tan grave, que
francamente, a pesar que yo te perdoné, no me atreví a penetrar en el Palacio
de los Señores del Karma, porque me hubieran pisoteado los Señores de la Ley;
sin embargo te perdoné.
– Gracias, Madre –fue mi respuesta–…
Así, la Víbora
Sagrada de los Antiguos Misterios, la Princesa Kundalini, perdona. Cuando uno
se encuentra en el máximo grado de estancamiento en que “ni para atrás ni para
adelante”, cuando no anda en ninguna forma, pues, no le queda más remedio que
implorar el perdón a Devi Kundalini, a fin de que ella pueda desintegrar
determinadas causas equivocadas o Yoes-Causa.
Aniquilando las
mismas, los efectos se anulan.
Así es que hay
que tener paciencia para realizar el Trabajo. Lo importante para nosotros
todos, es lograr, en verdad, la transformación, y es posible lograrla cuando en
verdad se tiene paciencia; el impaciente no avanza ni una pulgada en estos
estudios. El impaciente debe luchar por eliminar el Yo de la
impaciencia…
En todo caso,
mediante la ANIQUILACIÓN BUDISTA, mediante la desintegración de toda clase de
elementos inhumanos o subhumanos, perjudiciales, se consigue que la Esencia o
Conciencia quede completamente desembotellada, despierta, en ausencia de la
Falsa Personalidad, confiriéndonos algo que se llama “Bienaventuranzas”. La
Bienaventuranza hay que lograrla, aquí y ahora, mediante la transformación
radical.
A través de todo
esto, es cómo muchos hermanos van comprendiendo, sintiendo la necesidad del
cambio. Es lamentable que muchos, en realidad de verdad, no tengan CONTINUIDAD
DE PROPÓSITOS; unos perseveran por un tiempo y luego se cansan, abandonan el
Trabajo sobre sí mismo y así no consiguen, en verdad, ninguna transformación.
Para conseguirla, se hace indispensable la continuidad de propósitos.
Necesitamos
vivir en estado de AUTOOBSERVACIÓN CONTINUA, continua… Mediante la
Autoobservación, uno descubre todos los procesos de la vanidad y del
engreimiento; entonces puede ya, con tales datos, trabajarlos, trabajar todo
eso, a esa vanidad y a ese engreimiento, pulverizarlos Es difícil que alguien
permanezca en Autoobservación de día y de noche, constantemente; es difícil
hallar en alguien así. Cuando uno persevera en verdad, quebranta a los Yoes y
libera a la Conciencia, la vuelve refulgente, la torna despierta.
Se necesita
cambiar, mis queridos hermanos; urge el cambio y esto no es posible si continúa
existiendo en nosotros la Falsa Personalidad.
Quiero que ésta
plática les sirva a ustedes para la Autorreflexión. Recuerden: “En
paciencia poseeréis vuestras Almas”, en paciencia llegaréis al
despertar…
Necesitamos
hacernos consciente de nuestros propios pensamientos, hacernos conscientes de
nuestros propios sentimientos, hacernos conscientes, en realidad de verdad, del
efecto que nos producen las gentes que nos rodean. Necesitamos volvernos
consciente del ambiente del ambiente en que vivimos y de las relaciones que
tenemos con el medio ambiente; necesitamos hacernos consciente de las
relaciones que tenemos con nosotros mismos, pues, mientras continuemos
existiendo como máquinas inconscientes, nada estamos haciendo. Necesitamos
dejar de ser máquinas…
Venerable
Maestro Samael Aun Weor
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Colaboración: Germán Cáceres, redactor de la gran
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