lunes, 7 de febrero de 2022

Ascensión... Responsabilidad individual. Por Ashamel Lemagsa.


 Amados...

Finalmente después de tantos años, de leer textos, mensajes y canalizaciones, por fin en algo logro coincidir, con algunos escritores que ya hablan de una ascensión personal, a partir del trabajo individual realizado.

Fui una de los pocos escritores que opinaba que la ascensión de la Humanidad era individual y si lográbamos un balance energético similar lograríamos hacerlo en grupos.

Tampoco creí, ni creo en la meditaciones grupales o globales, pues advertí, que era el instante ideal para que nuestra energía sea extraída, atacada o mezclada con energías confusas, por sostener estas opiniones personales, fui retirada de grupos de whatsApp o tuve que dar de baja varias amistades y grupos, que insistían en incorporarme a meditaciones donde las energías de algunos integrantes eran realmente oscuras.

Soltar y bendecir fue mi respuesta a todas estas cuestiones, que realmente no me cerraban y no deseaba participar.

Hoy leyendo a un escritor de estos temas, deja en claro ante las preguntas de sus lectores, que en este momento Planetario, estamos siendo asistidos de manera individual por nuestros Seres Superiores y que la ascensión es individual, pues es resultado de nuestro trabajo y responsabilidad.

Aunque nos parezca, solitario y hasta un tanto cruel, es la verdad y siempre lo fue desde tiempos inmemorables, pues nadie nos puede transferir o regalar lo que nosotros debemos lograr por nuestro propio esfuerzo, la guía si la tenemos, pero los pasos los debemos dar nosotros.

Cuál sería el valor evolutivo espiritual o de conocimiento si nos regalan un título de lo que sea y carecemos de los conocimientos básicos para ejercer una profesión,  en los temas de Ascensión espiritual y evolución es similar.

Hoy el Planeta sigue su marcha, pero la Humanidad continúa atascada en aspectos materiales como su economía personal, familiar, mantener el status social y sostener todo aquello que trae placer aunque con destruya físicamente, emocionalmente y mentalmente.

La pandemia que continúa tratando de frenar a la humanidad, las drogas, el alcohol, la vida de ilusiones materiales, muy lejos de la espiritualidad, la desconexión del corazón en los actos cotidianos, se reemplaza con la mente/ego, lo que debe nacer y ser desde el corazón.

Todos notamos cuando entramos en contacto con otras personas en un mercado, centro de salud, familiares, vecinos o simplemente caminando en un paseo, el nivel de descontrol emocional y mental, que existe en las personas en general, que pueden llegar hasta la agresión física.

Parece que todo lo externo a nosotros, se mueve para entorpecer nuestro camino y en cierta manera es así, pues son muy pocos los que se percataron desde dónde realmente se busca crear la confusión y en ella alejarnos de nuestro Centro interior, el equilibrio perfecto de Dios, Yo Soy, la Fuente  Amor.

Hoy debemos librar dos batallas simultáneas...

Una exterior donde una parte de la  Humanidad, no aprendió aún a distinguir cuándo las situaciones, personas son de Luz y cuándo son de las  sombras, esto la lleva a mezclar de manera cotidiana, por ejemplo, hábitos que esconden su propio hundimiento o estancamiento espiritual.

La otra batalla se libra en nuestro interior cuando debemos sanar y soltar nuestros propios miedos, errores, obstáculos mentales y emocionales.

Cuál de las dos batallas es la más compleja, según a mi entender, la interna, pues en ella debemos distinguir cuáles son realmente los obstáculos propios y cuáles son aquellos que los adherimos a nuestros hábitos para mantenernos dentro de una sociedad que nos envía mensajes de igualdad, integración,  comunicación y globalización, pero en realidad nos generalizan como manada, descartando nuestra percepción individual de la realidad que debemos vivir.

Finalmente, debo aclarar que soy respetuosa de las decisiones tanto individuales como globales, por ello si bien no me mantengo al margen, pues les escribo y comparto mis sentires, les dejo esta reflexión final...

La ascensión espiritual es el fruto de nuestro trabajo interno con responsabilidad, dedicación, respeto hacia nosotros mismos y por sobre todo y a todos, amor a la Vida.

Nadie nos puede salvar, pues somos nosotros los que debemos salvarnos a nosotros mismos, esto no implica que seamos guiados desde los Planos Superiores para que logremos superarnos a nosotros mismos y seguir avanzando en el espiral evolutivo.

Entonces...

Manos a la obra, más allá del caos exterior, continuemos trabajando internamente para fluir en el amor y la paz, que todos nuestros actos sean el reflejo más hermoso de nuestro Sol interior, la semillas Divina, Yo Soy.


Los Amo!

Con amor Ashamel Lemagsa.