domingo, 8 de septiembre de 2019

¿Cuáles son los cambios que realmente nos cambian? Por Ashamel Lemagsa.


Amados…

Hoy les propongo analizar desde el corazón, si realmente los cambios exteriores, nos cambian internamente o si son los cambios internos los que cambian nuestra realidad exterior.

Quién cambia primero?

Los acontecimientos externos nos cambian…?

Muchas veces nos obligan a realizar modificaciones de rutinas, hábitos, sentires o modifican nuestra visión de la vida.

El cambio se generó en nosotros…?

También existen decisiones internas que producen un impacto en nuestras relaciones con los demás, en nuestro trabajo cotidiano y hasta en nuestros hábitos.

Desde dónde se inician los cambios en nuestras vidas?

A través de los años, la vida nos demuestra que todo cambio “real” se inicia con nuestra decisión interna de generarlo y aceptarlo.

Nadie cambia porque se lo obliga a cambiar, debe llegar la aceptación desde nuestro corazón que ese cambio es justo lo que necesitamos en un momento determinado.

Hay ocasiones en donde no somos conscientes que esos cambios fueron aceptados desde nuestra Divinidad y se materializan ante nuestra sorpresa y en muchas ocasiones, a pesar de nuestra negación.

Sentimos que se mueven nuestras estructuras arraigadas de muchos años, lo que implica realizar modificaciones de vivienda, hábitos, trabajo, llegan a nosotros sentimientos de un posible desarraigo, que "no estamos preparados para vivir"… Pero nuestra Divinidad, si lo necesita, pues en el cambio se adquiere experiencias y con ellas… Más sabiduría.

Así la vida en su constante fluir nos conduce a nuestros propios cambios internos, que podemos aceptarlos o no, ejerciendo nuestro albedrío, pero el cambio una vez que se establece es inamovible, hasta la próxima modificación interior…

Una enfermedad, el fallecimiento de un ser amado, la pérdida del empleo, una mudanza de vivienda, son algunos de los cambios que debemos atravesar y aceptar, generalmente, los sentimos “externos” a nosotros, pero en realidad son cambios de apariencia externa, que llegan a nosotros para remover estructuras y dejarle el paso libre al cambio interior, que necesita expresarse externamente en nuestra vida individual.

La no aceptación de nuestra realidad cambiante y transformadora, nos crea un estado de rebeldía y confusión, desde lo que deseamos tener y lo que realmente debemos vivir.

Llegar a lo deseado, sin querer atravesar el “desierto” o la “jungla” es tan ilusorio como querer llegar a la cumbre de una montaña, sin escalarla.


Qué es lo que nos impide aceptar un cambio?

El apego!

No fuimos educados por nuestros padres, ni recibimos formación escolar para soltar el apego, especialmente de nuestras creencias de estabilidad emocional, mental y material, generalmente se deja de lado el aspecto espiritual de nuestra vida, que es la verdadera fuente de sabiduría.

Jamás se nos dijo, que nada de lo que tenemos hoy, en un mañana cercano o lejano dejará de existir o simplemente se transformará.

Cuándo se le explicó a un niño que la vejez inevitablemente le llegará y con ella todas las modificaciones en su cuerpo físico, emocional y mental?

Cuándo se lo formó a un niño de edad escolar, para fortalecer su fuerza de voluntad ante la adversidad?

Cuándo se le explicó a un adolescente que la vida es cambio continúo y que la superación de los cambios se realiza desde nuestro interior, pues somos más que lo puramente Humano,  somos una Chispa Divina encarnada en un cuerpo Humano.

Por qué al Ser Humano se lo mantuvo “aislado”, “desconectado” de su propia Fuente Divina, siendo que ella, es la guía para la superación de sus propias creencias limitantes y de esta manera lograr aceptar la realidad presente con sus cambios y transformaciones.

Llegar a nuestra propia Fuente Divina, requiere de nuestro esfuerzo, para limpiar el camino interno de la “maleza” que nos tapa la visión interior, como la ira, la envidia, la competencia, los celos, la depresión, la falta de respeto hacia nosotros mismos o la baja autoestima.

Algunos escritores de temas espirituales, nos indican que las personas tóxicas o las situaciones tóxicas debemos soltarlas, si es verdad, todos estamos de acuerdo con soltar lo tóxico, pero cómo aplicarlo cuando no se puede soltar a los seres tóxicos si son, familiares directos, que requieren de nuestra atención…

A veces los cambios, los sentimos como castigos a nuestra libertad, pero en ellos existe una enseñanza que aún no logramos adquirir… Aceptar con humildad y amor situaciones que nos provocan inquietud, incertidumbre o incomodidad, pues en ellas hay un aprendizaje que debemos adquirir.

Nada es eterno, comenzando por la vida Terrenal, que tiene fecha de caducidad…

La vida es un fluir de cambios y transformaciones desde que nacemos, hasta nuestro último respiro…

Aprender a resolver, aceptar, adaptarse, transformar la realidad que vivimos, siempre parte de nuestra decisión interior, seamos o no conscientes de ello.

Entonces…

Los cambios transformadores de nuestras vidas, se generan desde el interior de cada Ser Humano, son aquellas decisiones que parten en muchas ocasiones de nuestra Divinidad, aunque no lo creamos, la Divinidad busca nuestro progreso y para ello, vivir cambios, fluir a través de alegrías o dificultades forma parte de nuestro crecimiento espiritual.

Recordemos...

Atención!!! El Ego quiere participar de todo y en todo momento!!!

Y cuando nuestras decisiones, nos hieren y generan más problemas que soluciones, hay que detenerse para escuchar con mayor atención.

¿Quién es el que habla…?

El Ego caprichoso, ansioso, cobarde, terco, enojado, vengativo, rencoroso, o habla nuestra Divinidad, que con valor, verdad, compasión y amor transita el cambio, que se despertó en nuestro interior, buscando el bien mayor para nosotros y todos aquellos conectados a nuestra vida.

Finalmente…

Ser conscientes que los cambios los generamos en nuestro interior y que afectamos el entorno, es un acto de aceptación y de madurez espiritual, pero sabiendo distinguir si nace desde el ego o desde la Divinidad, los resultados finales hacen la diferencia de quién generó el cambio.

Recordemos que nuestro entorno es el reflejo de las decisiones individuales, entonces, que la libertad individual para optar siempre sea guiada por el corazón…

¿La mente? Es la herramienta que la Divinidad utiliza para ejecutar los cambios, que decide el corazón!

La mente guiada por el amor del corazón, es flexible, fuerte, valerosa, dinámica…

La mente guiada por el Ego es mezquina, calculadora, siempre espera los resultados y no se detiene en los medios que utiliza para llegar a ellos, aunque generen dolor hacia nosotros mismos o a los demás.

Entonces…

Escúchate a ti mismo desde el Amor, para generar cambios en la paz y la alegría.

Somos los Creadores de nuestra realidad.

Los Amo!!!



Con Amor, Ashamel Lemagsa.





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