sábado, 22 de junio de 2019

Renuncia a las cosas que te quitan la paz interior


En algunas ocasiones, los problemas y vicisitudes de la vida nos quitan la paz interior. En esos casos, somos presa de la angustia, la desesperación y el estrés. A largo plazo, este tipo de situaciones nos pasan factura, pues no solo terminamos afectándonos física y emocionalmente, sino también, perdemos lo más importante que tenemos en la vida: la tranquilidad. El ser humano persigue la felicidad, pero valdría la pena preguntarse, ¿qué es la felicidad? Este concepto nos habla del disfrute de la vida en armonía y alegría. Es por ello que, cuando nos encontramos en situaciones que ponen en peligro nuestro bienestar debemos detenernos, respirar y soltar todo lo que nos hace mal. ¿Cómo hacerlo? ¡Renunciando a las cosas que nos quitan la paz y viviendo con plenitud!

Las situaciones adversas de la vida no llegan a nosotros por casualidad, se trata de causalidades que buscan dejarnos una enseñanza. Oponer resistencia a los problemas que se te presentan en tu diario vivir solo provocará desgaste, lo mejor es fluir y buscar la solución desde la tranquilidad, perder la calma significa no pensar con claridad y poner en riesgo nuestra armonía. Renunciar a todo aquello que resulta nocivo y tóxico, nos permite mantenernos en el bienestar que deseamos y merecemos. En las siguientes líneas, te decimos a que debes renunciar para mantener intacta tu paz interior. ¡Presta mucha atención!

Renuncia a las cosas que no puedes controlar ni cambiar:

Muchos de los problemas que embargan nuestra vida no están bajo nuestro control, pues en la mayoría de los casos escapan de nuestras manos. Esto significa que, por más que nos esforcemos en solucionarlo y buscar una salida, la situación no está al alcance de nuestras posibilidades. Cuando esto sucede, lo mejor es guardar la calma y esperar. Aunque esta premisa pudiera exasperar a cualquiera, a veces la mejor solución es no hacer nada. En cambio, podemos concentrarnos en trabajar lo que sí podemos controlar, es decir, a nosotros mismos. Los pensamientos, las acciones, las palabras son aspectos que dependen solo de nosotros y tomar la decisión de mantenerse positivo en todo sentido es posible. Recuerda que, la paz interior y la felicidad solo dependen de nosotros mismos.

Deja de lado lo que te robe energía:

Para ello es necesario reconocer a las personas tóxicas que pueden estar a nuestro alrededor, es decir, aquellas que solo se quejan y comparten problemas; los que solo tienen un juicio negativo hacia los demás y nunca les parece nada bien. ¿Los reconoces o te cuentas entre ellos? No permitas que los demás usen tu mente como un basurero, dejando sus miedos, inseguridades y negativismos contigo. Si el caso es que estás rodeado de este tipo de gente, lo mejor que puedes hacer es alejarte para proteger tu paz interior, no resultar contaminado y perdiendo tu energía. Ahora bien, si eres de este tipo de personas, entonces es momento de tomar conciencia y darse cuenta que pierdes tu energía en vano. Aprender a relacionarse de otra manera es fundamental para lograr alcanzar la felicidad.

No más odio, rabia y soberbia:

Debemos tener en cuenta que, el odio no daña a quien va dirigido, pues es una emoción negativa que vive y muere en quien la siente. De esta manera, cuando sentimos odio, solo nos hacemos daño a nosotros mismos y nunca a la persona a la que odiamos. Saber esto y concientizarlo nos ayuda a no desgastarnos en energías negativas que únicamente lastiman a quien la padece. La rabia y la soberbia, también son sentimientos que no llevan a ninguna parte y el resultado de experimentarlos es un declive emocional que termina por quitarnos la tranquilidad. Nadie que sienta odio y rencor en su corazón puede vivir en paz interior, son sentimientos venenosos que ensucian nuestra mente y espíritu. Aprender a perdonar, aceptar y olvidar es la mejor medicina que podemos aplicar para nuestro bienestar.

Renuncia a las cargas que no son tuyas:

Para vivir en paz y plenitud debemos viajar por la vida livianos y con poco equipaje. Lo cual, quiere decir que debemos aprender a soltar las cargas que no nos pertenecen y que muchas veces consciente o inconscientemente ponemos sobre nuestros hombros. Las cargas adicionales, son todas aquellas situaciones negativas y problemáticas que no son necesarias y en las que muchas veces nos vemos envueltos sin lograr salir. Por ejemplo, una relación tóxica, obsesión por los problemas, hábitos negativos que comprometen nuestra salud y compromisos adquiridos por obligación. En este último caso, es muy importante aprender a decir que no y nunca hacer algo que no queramos hacer.

Presta atención al cansancio y al estrés:

Es importante saber cuándo parar y descansar de ser necesario, pues todo tiene un tiempo específico. Desesperarse por hacer las cosas más rápido y mejor solo deja cansancio y estrés. La paz interior es inmutable y nada externo debería lograr alterarla, ni los éxitos ni los fracasos. El equilibrio de nuestras vidas amerita trabajo y descanso, cuando este equilibrio se pierde aparecen problemas como el estrés que llegan para arruinar nuestras vidas. Darse el permiso de descansar es ser amable con uno mismo y es dar prioridad a la salud. El exceso de trabajo y asumir más cosas de las que podemos manejar es un autocastigo, nunca expongamos nuestro bienestar a este tipo de maltratos. El resultado será insatisfacción, frustración y enfermedad.

¿Cómo debo mantener mi paz interior?

Para llevar una vida plena debemos estar muy conscientes de las acciones que tomamos. Esto no significa que debamos ser personas controladoras, pues incluso debemos renunciar a querer tener el control de todo. Sin embargo, debemos tener los ojos bien abiertos para saber reconocer en nosotros mismos y en los demás actitudes erróneas que nos quiten el amor de nuestro corazón. Renunciar a los miedos, a la culpa, al apego emocional, a los prejuicios, al perfeccionismo es fundamental para vivir felices. La meditación y la oración son dos herramientas fundamentales a la hora de lograr reconocer todo aquello que nos hace mal. Valdría la pena preguntarse cada día de nuestras vidas ¿Cómo encontrar la paz interior?

Phrònesis

Atrévete a ser feliz

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