domingo, 28 de abril de 2019

5 razones por las que nos enamoramos, según la ciencia


La ciencia señala que las razones por las que nos enamoramos tienen que ver con factores que muchas veces pasan desapercibidos. Sin darnos cuenta, nos sentimos atraídos por alguien que cumple con ciertas características relevantes.


El amor siempre va a tener algo de misterio; de hecho, es el propio misterio el que le concede parte de su encanto. Al menos en la actualidad, todavía no sabemos definir, con precisión y en todos los casos, las razones por las que nos enamoramos de una persona y no de otra.

Algunas conclusiones respecto a la parte más misteriosa del amor han sido publicadas en el Journal of personal and social psychology. El estudio recoge las ideas con las que concluye de otros estudios que se han hecho alrededor del tema. Por otro lado, aunque no pretende ser la última palabra, sí define algunas de esas razones por las que nos enamoramos.

Así, lo que llamamos “química amorosa” es, sobre todo, una atracción que nace a partir de rasgos específicos. Cuando una persona reúne varios de esos rasgos, parece generar una suerte de campo magnético selectivo. Pues bien, en torno a esta fuerza, hoy nos preguntamos: ¿cuáles son esas razones por las que nos enamoramos? Aquí van cinco de ellas.


“Enamorarse es sentirse encantado por algo, y algo sólo puede encantar si es o parece ser perfección”.

-José Ortega y Gasset-


1. Los pares se atraen

A veces, se cree que sentimos más atracción por los opuestos, pero en realidad no es así. La similitud atrae, pues en el amor de pareja operan múltiples mecanismos de identificación mutua. Para enamorarnos, debemos sentir que el otro nos reafirma de una u otra manera.

Lo que ocurre a veces es que una persona puede tener rasgos muy definidos que en la otra no son tan visibles, o están inhibidos por alguna razón. O que dos personas muy diferentes se atraigan, porque los puntos en los que coinciden son suficientemente fuertes. Lo cierto es que según la ciencia, sí nos enamoramos de quienes percibimos como parecidos a nosotros.

2. Se parece al padre o la madre

Este es un factor que se menciona con frecuencia en la sabiduría popular y la ciencia ha comprobado que tiene bases reales. Nos enamoramos más fácilmente de alguien que se parezca a uno de nuestros padres. Ese parecido muchas veces no es tan evidente, pero al profundizar, sí que lo encontramos.

La similitud con alguno de nuestros padres puede estar en la apariencia física… La forma de mirar o de sonreír… Con más frecuencia se trata de un rasgo de personalidad. El sentido de protección, o la exigencia, o cierta manera de asumir la vida. Fácilmente conectamos esos rasgos con el amor por nuestros padres y se produce la chispa.

3. La conversación es una de las razones por las que nos enamoramos

La comunicación es quizás el factor más decisivo en el amor. Llegamos a sentirnos muy bien con aquellas personas con las que podemos conversar espontáneamente. Los que son capaces de escucharnos sin ser condescendientes y de comunicarnos lo que piensan y sienten.

Está comprobado que siempre sentimos más afinidad con alguien después de haber sostenido una conversación personal con él. Y si la comunicación fluye de forma natural hay muchas más probabilidades de que sintamos una atracción especial. Definitivamente, una de las razones por las que nos enamoramos es la palabra.

4. La extroversión enamora

Las investigaciones llevadas a cabo demuestran que las personas extrovertidas «despiertan más amor». Esto se relaciona con el punto anterior. El extrovertido parece predisponer mejor las condiciones para que la comunicación fluya y la atracción aparezca.

Cuando una persona dice lo que piensa y siente abiertamente y sin inhibiciones, genera confianza, calidez y cercanía. Las personas introvertidas, en cambio, parecen hacer algo más difícil ese contacto. Esto no quiere decir que no lleguen a desatar grandes amores, sino que, en general, tienen una facilidad menor para comenzar relaciones.


5. Experiencias extremas compartidas

Las experiencias extremas que se comparten favorecen la generación de vínculos. Además, si en este trayecto compartido la potencial pareja encontró afinidad, el amor todavía se vuelve más probable. Por otro lado, las situaciones problemáticas compartidas también incrementan el deseo sexual.

Cuando pasamos por un episodio difícil, nos volvemos más sociables. Dos personas pueden verse unidas por un salto en paracaídas, pero también por una pérdida compartida. La ciencia señala que en este tipo de situaciones nos hacen especialmente sensibles a los demás: a lo que hacen, dicen, comparten, etc.

En la lógica del amor nunca vamos a encontrar todas las respuestas. Sin embargo, la ciencia sí nos da pistas de las razones por las que nos enamoramos. ¿Aplica en tu caso?


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