jueves, 28 de febrero de 2019

Las bendiciones de Buda



Que todos los seres que existen gocen de paz y bienestar

Que cada ser viviente, débil o fuerte, largo o corto,

Mediano o pequeño, malo o beatífico,

Que todo ser viviente, visible o invisible,

los que viven cerca y los que viven lejos

Los nacidos y los que aguardan a nacer,

Que todos obtengan paz interior.

Que nadie engañe ni desprecie a otra persona en ningún lugar,

Que nadie desee el daño a otro, por antipatía o por enojo.

Así como una madre protege a su único hijo aun a costa de su propia vida

De igual manera, cultiva un amor sin límites hacia todos los seres vivientes.

Abre tu corazón infinito hacia el mundo entero

A lo largo, a lo ancho y en toda dirección.

Ama sin obstrucción, sin odio, sin enemistad.

Y mientras caminas, te paras, o te acuestas,

embriagado de sueño,

Entrega tu mente a este fin por completo,

Y conocerás la vida divina en la Tierra.

El Buda

Hay quienes no valoran lo que haces por ellos hasta que dejas de hacerlo


Corría el año 1974 cuando el sociólogo Phillip Kunz realizó un experimento muy curioso. Envió tarjetas de Navidad con una fotografía de él y su familia junto a una nota escrita a mano a 600 personas elegidas al azar. Los destinatarios de las tarjetas eran completos extraños, pero al poco tiempo el buzón de Kunz comenzó a llenarse con tarjetas de felicitación.


Recibió casi 200 respuestas. ¿Por qué tanta gente respondería a un completo desconocido? Es la regla de la reciprocidad: esas personas se sintieron obligadas a devolver el favor. Hay, sin embargo, quienes no aplican esa regla y se convierten en receptores ávidos y dadores avaros. Debemos tener cuidado con ellos o terminarán drenándonos.


Quien da, también tiene derecho a recibir


Dicen que quien da, debe tener la memoria corta y quien recibe, la memoria larga. Es cierto que la auténtica ayuda es aquella que nace del corazón, la que no pide nada a cambio porque el simple hecho de ayudar ya es recompensa suficiente. Sin embargo, no podemos dar continuamente, un día tras otro, desgastándonos hasta el límite de nuestras fuerzas, sin recibir absolutamente nada a cambio.


No se trata de un quid pro quo ni de llevar la cuenta de los favores y la ayuda que hemos brindado, pero necesitamos, por el bien de nuestro equilibrio mental, recibir una compensación en forma de cariño, palabras amables y reconocimiento, el tipo de compensación que nos permite saber que la otra persona valora nuestro esfuerzo y que todo lo que hacemos no está cayendo en saco roto.


No debemos olvidar que el amor es el alimento del alma. Es tan importante dar amor como recibirlo. La entrega continua, sin recibir nada a cambio, termina siendo agotadora, es como vaciar el alma olvidándonos de llenarla.


A veces no se cae por debilidad, sino por haber sido demasiado fuertes


A fuerza de dar, muchas personas se pierden a sí mismas porque terminan anteponiendo las necesidades y deseos de los demás a las suyas. Se pierden en el acto de entregar continuamente porque para satisfacer a los otros, deben acallar su “yo”.


Ese tipo de intercambio es tóxico. La falta de reciprocidad alimenta una espiral de insatisfacción, desilusión y frustración. Cuando das mucho sin recibir nada a cambio, en el fondo tus necesidades de afecto y reconocimiento se quedan insatisfechas, lo que suele generar un profundo vacío interior.


Asumir el rol de “proveedor” también encierra otro peligro: no ser capaces de pedir ayuda cuando la necesites. Generalmente la persona más fuerte se convierte en el sostén de los demás, de manera que no solo carga con sus problemas sino también con los ajenos. Como resultado, no es extraño que termine cayendo abrumada bajo tanto peso.


Esa persona, acostumbrada a recurrir a sus propios recursos para hacer frente a las diferentes situaciones, es probable que ni siquiera tome en cuenta la posibilidad de pedir ayuda. El problema es que nuestros recursos no son ilimitados y, antes o después, terminarán agotándose.


Señales de que estás dando demasiado


- Sigues dando, incluso en aquellas situaciones en las que te sientes emocionalmente vacío.


- Te sientes solo en tu relación y apenas puedes satisfacer tus propias necesidades emocionales.


- Esa persona pide ayuda continuamente pero nunca está disponible para ayudarte o no reconoce tu esfuerzo.


- Tienes miedo de que si dejas de dar, esa persona se aleje de ti, lo cual demuestra que, en el fondo, se trata de una relación interesada.


- Tu ayuda desinteresada se ha convertido en una pesada obligación, de manera que esa persona te la exige y demanda.


- Se ha creado una relación de dependencia en la cual has asumido el rol de dador, mientras el otro solo recibe.


¿Cómo salir de este tipo de relaciones?


Cada vez que ayudamos a alguien le ofrecemos una parte importante de nosotros. Por desgracia, muchas personas no son conscientes de ello y no se dan cuenta de la magnitud de esa ayuda hasta que esta cesa.


Para evitar esas relaciones desequilibradas es importante cultivar una buena autoestima. Cuando nos valoramos y apreciamos, es más probable que las otras personas también valoren en su justa medida nuestra ayuda.


Si los demás no lo hacen, quizá ha llegado el momento de apartarnos gentilmente para dedicarnos a cuidar más de nosotros o simplemente para hacerle notar cuánto estamos aportando y reestablecer el equilibrio en esa relación.


Fuente:
Kunz, P. R. & Woolcott, M. (1976) Season's greetings: From my status to yours. Social Science Research; 5(3): 269-278.
 Rincón de la Psicología.


5 formas en que tu vida personal está afectando tu trabajo




En la actualidad mantener el equilibrio entre la vida personal y el trabajo es un reto cada vez más común entre las personas. Necesitamos mantener la calidad de vida para ser productivos. ¿Cómo lograrlo? Hay veces que nuestro desempeño se ve alterado por situaciones personales. Aquí te contaremos sobre las 5 formas en que tu vida personal está afectando tu trabajo.


Todos queremos hacerlo bien, nadie desea tener problemas en su ambiente laboral y menos por tener un bajo desempeño, sin embargo, hay situaciones de nuestra vida personal que nos pueden afectar y de las que debemos tomar consciencia para poder manejarlas.

1. Problemas de pareja.

Para que te desarrolles a nivel profesional y puedas dar el máximo en tu trabajo, es necesario que cuentes con una pareja que te apoye, acompañe y comparta contigo las labores del hogar y otras obligaciones.

Tu meta profesional debe ser de cierta forma también su meta, de lo contrario, en vez de ser una pareja nutritiva, que desee tu crecimiento, se convierte en un obstáculo que no te deja crecer. Si tu pareja es una persona emocionalmente dependiente, es posible que demande mucha atención, lo cual también puede perjudicar tu desempeño laboral.

¿Cómo manejar esta situación?

Aplica la asertividad, comunícale francamente que su actitud te afecta en lo laboral, que necesitas de su ayuda y comprensión. Mantén un equilibrio entre tus deberes con tu pareja y con tu trabajo. Establece límites y cúmplelos. No dejes que la balanza se incline de un lado bajo la excusa del amor.

2. Mala administración de tus finanzas

No tener un control de tus gastos hará que estés frecuentemente preocupado por tus finanzas, incluso hará que busques otras fuentes de ingreso, desviando la atención hacia otros focos que no son el trabajo. Administra bien tus entradas monetarias, haz un presupuesto y cúmplelo. Recuerda que tu desempeño es importante para aspirar un ascenso y por extensión un incremento salarial.

3. La falta de organización y prioridades

La falta de organización y establecer prioridades tanto en tu hogar como en tu vida en general puede perjudicar tu trabajo. Coordina las actividades personales en horarios que no sean de trabajo y revisa tu agenda cada mañana para recordar lo pautado. Si inevitablemente debes hacer algo personal en horario laboral, agéndalo con tiempo y comunícalo a tu jefe y compañeros.

Descansar debe ser una prioridad. Dormir poco puede desencadenarte problemas de salud, que a su vez derivan en problemas laborales; por lo tanto el descanso correcto de 6 a 8 horas es imprescindible. ¡Estar descansado es trabajar bien!

4. Obligaciones familiares

La relación familia-trabajo no es algo fácil de llevar. El factor familia, cuando se tienen hijos menores y/o padres ancianos, es de los que puede generar problemas laborales si no se cuenta con apoyo y planificación. Cuidar un hijo enfermo, asistir a una reunión en el colegio o acompañar a tus padres al médico, son situaciones que pueden presentarse.

Para evitar que el conflicto familia-trabajo se haga presente, debes mantener una buena comunicación con los diferentes miembros para que te presten apoyo en momentos cruciales; es primordial delegar actividades o planificar para que si debes faltar, no dejes de atender actividades importantes en tu trabajo.

5. Sedentarismo y mala salud

No hacer suficiente ejercicio afectará tu bienestar físico general y te acarreará problemas de salud. Busca una actividad de tu agrado que te permita mantenerte activo fisicamente, por ejemplo: caminatas, yoga, natación.

En el trabajo ten una rutina sencilla para tener recesos de calidad. Diez minutos para estirar y respirar profundamente te reconfortarán para continuar con las labores, con mayor energía y concentración.

Recuerda que un buen desempeño en el trabajo depende del adecuado balance que logres entre tus obligaciones laborales y tu vida personal. El bienestar es producto del equilibrio.

Phrònesis

Atrévete a ser feliz.


lunes, 25 de febrero de 2019

Qué es el pensamiento lateral y cómo potenciarlo



“La mente intuitiva es un regalo sagrado y la mente racional es un fiel sirviente”. Albert Einstein


Estamos acostumbrados a usar y entrenar comúnmente el llamado pensamiento vertical, esa forma de pensar centrada en el aprendizaje adquirido y cuyas respuestas siguen siempre un mismo patrón. Este es el tipo de pensamiento en el que nos hacen enfocarnos en contextos de estudios, por ejemplo. La capacidad para aprender y resolver problemas a través de lo aprendido. Pero existe otra forma de pensar muy importante que conforma la base de la creatividad y que debería ser entrenada de la misma manera o incluso en mayor medida: el pensamiento lateral.


Contenido:


¿Qué es el pensamiento lateral?

El pensamiento lateral es una forma diferente de razonar y resolver problemas en la que se usa una aproximación creativa e indirecta. Las ideas formadas a través del pensamiento lateral no suelen obtenerse con el tipo de razonamiento vertical clásico en el que existe una construcción escalonada de las ideas, una aproximación paso a paso. En el pensamiento lateral por el contrario, se deja atrás la línea recta de razonamiento tradicional y se apuesta por la flexibilidad de pensamiento para encontrar nuevas soluciones, buscando ideas de “lado a lado” huyendo de la rigidez y encontrando nuevas ideas originales.


Este concepto fue popularizado por el psicólogo de Oxford Edward Bono en 1967 y desde entonces, su entrenamiento ha sido utilizado en numerosos contextos, como el empresarial y creativo. Edward Bono asocia el pensamiento lateral con el humor, en el que según explica, existe un cambio de patrón de una idea a otra que no es lineal sino inesperado y lateral, una nueva idea que por su originalidad resulta sorpresiva y hace reír, más allá del típico pensamiento lógico.
Diferencias entre el pensamiento vertical y el pensamiento lateral


El pensamiento vertical

Es aquel que empleamos usando una lógica adquirida a través de la experiencia. Es una forma de resolver problemas que hemos aprendido a través de la práctica y el análisis de nuestras acciones, un análisis que va disminuyendo cuanto más sólido es nuestro conocimiento. Por ejemplo, cuando empezamos a conducir un coche, al principio todos los estímulos a tener en cuenta pueden abrumarnos y el hecho de dar cada paso de manera efectiva puede parecernos muy complicado, por lo que solemos analizar todo lo que estamos haciendo de manera concienzuda. Conforme hemos aprendido más y más, conducir se vuelve una tarea automática que apenas requiere de un gran esfuerzo cognitivo. Llegados a este punto, no solemos utilizar ningún tipo de creatividad para resolver cualquier problema, sino que utilizamos nuestro conocimiento adquirido para ello, usamos nuestro pensamiento vertical que nos hace llegar a resultados paso a paso.


El pensamiento lateral

Este tipo de pensamiento, por el contrario, no sigue una línea recta de pasos e información almacenada para llegar a una conclusión buscada. Este busca ideas paralelas y asociaciones que no resultan obvias dentro de la cotidianidad y que conducen a la creatividad y a la innovación. Partiendo de una base, el pensamiento lateral escapa de toda rigidez mental y se sumerge en la espontaneidad y la originalidad de ideas completamente nuevas.


¿Para qué sirve el pensamiento lateral?

El pensamiento lateral nos permite mejorar nuestra creatividad y encontrar nuevas respuestas ante cualquier faceta de la vida. Algunas de las situaciones en las que usar el pensamiento lateral puede ser una ventaja son:


Para resolver problemas

El pensamiento lateral puede ser beneficioso para hallar diferentes alternativas y caminos que nos hagan resolver problemas de la forma más efectiva posible. Cuando nos encontramos ante un percance inesperado que no sabemos resolver a través de nuestro pensamiento vertical, usar la imaginación es fundamental para conseguir nuestros objetivos y esto puede entrenarse a través del pensamiento lateral.


Encontrar nuevas formas de hacer las cosas

Obcecarnos en hacer las cosas siempre de la misma manera, tanto en contextos laborales como personales, puede limitarnos mucho a la hora de llegar más lejos en nuestros objetivos. Pensar de forma cuadriculada solo nos encierra en un protocolo de acciones programadas que no nos permiten ir más allá. El pensamiento lateral y sus técnicas puede hacer mejorar nuestra forma de hacer las cosas a través del hallazgo de nuevas ideas.


Crear e innovar

Para crear hay que partir a veces de cero y esto puede bloquear a muchas personas que no se sienten seguras ante su capacidad creativa. Entrenar el pensamiento lateral puede dotar de seguridad y convertirnos en personas más proactivas ante esa “página en blanco”. La base de la creación y la evolución social está muy relacionada con esta forma de pensar, que puede hacer que traspasemos patrones aprendidos.


Cómo potenciar el pensamiento lateral

El pensamiento lateral nos permite pasar de una idea conocida a otras completamente nuevas. Esto puede entrenarse de diferentes maneras. Algunas de las herramientas más utilizadas para entrenar el pensamiento lateral son:


Generación de ideas aleatorias

Esta es una herramienta de entrenamiento que se basa en partir de un concepto u objeto al azar y generar a partir de este una asociación con otra idea programada. Por ejemplo, según Bono podríamos imaginar que partimos de una palabra elegida al azar como “nariz” y tenemos que tratar de asociarla a una idea previa como “fotocopiadora”. A partir de aquí deben generarse nuevas ideas para asociar un concepto y otro, como por ejemplo que la fotocopiadora “podría producir un olor a lavanda y avisar de que no queda papel”, aunque suene poco lógico.


Herramientas de enfoque

Este entrenamiento se basa en aprender a cambiar nuestro foco hacia detalles que normalmente podrían pasar desapercibidos. Prestar atención a esos detalles puede hacer que aparezcan nuevas ideas asociadas que jamás se nos hubieran ocurrido previamente. Por ejemplo, imagina que quieres idear un anuncio publicitario de un coche. ¿Y si en vez de centrarnos en las características del auto nos centramos en la filosofía de vida que creemos que valoran los conductores del auto? A partir de aquí lo enlazamos con una estrella como Bruce Lee y usamos su filosofía como slogan: “Be water, my friend”, sigue siendo una e las coletillas más utilizadas doce años después del anuncio de BMW.


Herramientas para romper con lo establecido

Con estas Bono trata retar nuestra mente para salir de los límites que nos hemos establecido a través de nuestro aprendizaje previo. Se basa en la premisa de que puede haber una forma mejor de hacer las cosas incluso cuando no existen problemas con la manera en la que las hacemos actualmente. Se trata de esforzarnos por dar nuevas soluciones a los viejos problemas de manera original. Por ejemplo, imagina que has estudiado años de guitarra en una escuela de música en la que te han enseñado a dominar todas las técnicas hasta casi la perfección. ¿Qué pasaría si comenzaras hacer las cosas de otra manera? Podrías empezar a usar efectos y distorsiones como Jimmy Hendrix o a mezclar estilos y usar arcos como Jimmy Page, y terminar siendo considerado uno de los mejores guitarristas de la historia.


Herramientas de provocación

Las provocaciones son afirmaciones que a pesar de ser o aparentar ser incorrectas, generan nuevas ideas que rompen con lo establecido. Las formas de llegar a la provocación pueden ir desde la exageración, la distorsión, la ilusión o el escape. Con esta herramienta tratamos de generar una lista de provocaciones a partir de una idea, con el propósito de avanzar hacia campos innovadores.

No te pierdas nuestros acertijos de Pensamiento Lateral


Enlaces de interés

What Is Lateral Thinking?. Dr Edward de Bono. https://www.edwddebono.com/lateral-thinking

How lateral thinking can help us find better ideas. Dr Edward de Bono. https://www.management-issues.com/opinion/5643/how-lateral-thinking-can-help-us-find-better-ideas/

Forget Logic And Use Lateral Thinking To Innovate. Anastasia Anokhina. https://medium.com/thinkfuture/forget-logic-and-use-lateral-thinking-to-innovate-4ca8fc0f724c

https://www.psicoactiva.com


Renacer emocional, el arte de salir del abismo



Hay momentos en los que caemos en un abismo profundo. Llegamos a ese callejón sin salida, y nos quedamos sin saber qué hacer. Aunque en ese momento lleguemos a pensar que todo está perdido, en el fondo contamos con la oportunidad de abrazar nuestro dolor y comenzar un renacer emocional.


No es un proceso sencillo, igual que no es rápido. De hecho vamos a necesitar un pequeño ejercicio de fe, igual que nos creemos los indicadores cuando vamos circulando por la carretera. Así, los resultados vendrán después de que tomemos decisiones y comencemos a trabajar. En este artículo te hablaremos de ello.

“Cómo podrías renacer sin antes haber quedado reducido a ceniza”.
-Friedrich Nietzche-

¿En qué consiste el renacer emocional?

Para comprender el renacer emocional es muy práctico hacer una analogía con el ave fénix, quien renacía de las cenizas. Se trata de un cambio fuerte a nivel emocional, en donde la persona regenera su espacio emocional después de que algo lo comprometiera. Entonces, es como dar a luz a una nueva relación con su campo afectivo.

Así como el ave fénix, la persona alza el vuelo tras un suceso que pudo causarle gran dolor y sufrimiento. Entonces, ve a sus angustias de otro modo, y con valentía encuentra otros rumbos. Consiste en salir de estados que causan mucha aflicción, para encontrarse de nuevo, gestionar las emociones, los pensamientos y las conductas de otro modo, para germinar, para contar con diferentes motivos, para alcanzar propósitos, ver las cosas de otra manera, y encontrar una superación tras su circunstancia.

¿Cómo renacer emocionalmente?

Existen diferentes formas, todas ellas inteligentes, de gestionar el sufrimiento. No se trata de hacer un “borrón y cuenta nueva”, se trata más bien de superar las adversidades utilizando los recursos con los que contamos. A veces no es tan sencillo saber cuáles son, así que uno de los primeros pasos será identificarlos.

Navegar hasta lo más profundo

Consiste en hacer uso del autoconocimiento. Esto implica ser reflexivos, pacientes, y afectivos con nosotros. Paso a paso podemos ir descubriendo qué es lo que nos sucede. ¡Al saberlo será más fácil gestionarlo!

Además, para autoconocernos podemos explorar qué es lo que queremos ser, qué somos en este momento, hasta dónde queremos llegar, cómo queremos hacerlo. Saber acerca de estos asuntos nos ayudará a contar con una idea de nosotros, y a seguir lo que verdaderamente queremos.

También, podemos sacar provecho reconociendo cuáles son nuestras cualidades y mayores defectos. Así, podremos utilizar esta información para afrontar los momentos difíciles y renacer emocionalmente. Por un lado, saber en lo que fallamos nos ayuda a prever repetirlo, en algunas ocasiones; y por otro, saber sobre nuestros recursos, nos ayudará a tener en mente las habilidades a utilizar cuando se presenten los problemas.

El aprendizaje en el renacer emocional

Después de la tormenta viene la calma, dice el refrán. Y, si bien no es un asunto que se dé por parte de magia, si puede suceder. Consiste en la tranquilidad que puede surgir luego de afrontar una situación dolorosa. Para hacerlo, una de las herramientas más útiles es el aprendizaje, observemos por qué:

Facilita a saber qué no hacer la siguiente vez.

Nos ayuda a sanar.

Aprender de lo que no hicimos nos prepara para conocer nuestros límites.

Para pedir ayuda.

Salir de nuestra zona de confort.

Ver distintas perspectivas.

Mayor consciencia.Aprender a caer y levantarnos, nos ayudará a salir de situaciones de gran angustia. Y, cada vez podremos ir adquiriendo mayor conocimiento para afrontar situaciones venideras, después de todo en la vida siempre van a surgir dificultades. 


Saber decir “Adiós”, una clave del renacer emocional

Significa no arraigarnos a lo que ya pasó, o a lo que pudimos haber hecho. Para ello, hay que aprovechar el momento presente. Consiste en valorar el “aquí y el ahora”. Quedarnos estancados en el pasado nos lleva a seguir con el sufrimiento.

Entonces, debemos aprender a dejar ir. Pero también es importante no apresurarnos al futuro, pues nos puede causar ansiedad. A veces llegará a resultarnos complicado, pero si nos adelantamos a los hechos no conseguiremos el renacer emocional.

Saber decir adiós, no significa olvidar aquello que nos causó tal sufrimiento. Significa abrazar nuestras angustias, aprender de ellas y sacar lo mejor de nosotros para afrontar lo que viene. Además, es importante hacerlo porque si vamos sumando cada vez más cargas, acabaremos agotados. Soltar el dolor no significa que no haya sido importante, quiere decir hacernos la vida más saludable, aprovecharlo como aprendizaje, y poder florecer.

Resiliencia para afrontar el sufrimiento

Es una habilidad que muchos tienen y otros podemos aprender a desarrollar. Supone adaptarnos de forma positiva a situaciones adversas ¿cómo?

Siendo optimistas.

Aprendiendo de la situación.

Enfocándonos en nuestras motivaciones.

Encontrando un propósito.

Confiando en nuestras fortalezas y habilidades.

Aceptando, porque es necesario para avanzar.

Es una forma de que la adversidad nos haga más fuertes. 

Entonces, transformamos el dolor en algo que nos resulte agradable. Hay diversos modos, por ejemplo, a través del ejercicio físico, el arte, la compañía, etc.

La resiliencia es tan importante que ha sido estudiada a través de diversas investigaciones. Por ejemplo, Uriarte Arciniega de la Universidad del país Vasco, escribió un artículo en el que muestra a la resiliencia como una ventana al optimismo y a la capacidad de adaptación y de mejora constante del ser humano.

Encontrar una guía

Si bien podemos contar con diversos recursos que nos pueden ayudar en los momentos difíciles, hay momentos en los que necesitamos de alguien. Es mejor no encerrarnos en nosotros bien sea porque nos avergüence pedir ayuda, o porque queramos afrontarlo solos, aunque nos derrumbemos.

Pedir ayuda no está mal, por ello contamos con diversas personas. Podríamos acudir a las personas más cercanas y comprensivas, para comentarles lo que tanto nos angustia y encontrar una guía o simplemente porque nos ayude a soltar. Incluso, podríamos acudir a un profesional, porque nos produzca mayor confianza, porque queramos estar en manos de un experto, o porque no sepamos a quien acudir.

Esta es otra forma de renacer emocionalmente, orientarnos hacia la luz gracias a la maravillosa guía de alguien en quien confiamos. Hace falta que seamos valientes para mostrar lo que llevamos dentro, pero valdrá la pena saber que contamos con alguien, que nos ayudará a levantarnos de grandes caídas.

Beneficios de renacer emocionalmente

El renacer emocional implica haberle dado un significado al sufrimiento, de manera que el relato del mismo pase a formar parte de nuestra historia sin causa más sufrimiento. Veamos cuáles son los beneficios de este renacer:

Mayor comprensión.

Incrementa la gestión emocional.

Mayor capacidad de resiliencia.

Se facilita ver desde otra perspectiva.

Aceptación.

Mayor autoestima.

No estancarnos.

Vivir el momento presente.

Mayor consciencia.

Incrementa el autoconocimiento.

Ahora bien, no quiere decir que siempre transformemos el sufrimiento en alegría. Pueden surgir otras emociones, que poco a poco iremos identificando y gestionando para liberar tensión. Cada emoción es importante y nos brinda un aprendizaje. Entonces, es como una metamorfosis, transformamos el sufrimiento en un estado emocional distinto que nos sirva como punto de partida.


María Alejandra Castro

Atrévete a ser feliz.


NO TE DUERMAS CON TUS CUENTOS Y DESPIERTA A TU VERDADERA VIDA Por Laura Foletto



Charlando con una paciente nueva, se hizo evidente que venía llena de historias victimizantes, con las cuales justificaba casi cualquier cosa: “no puedo porque…”, “nunca fui así porque…”, “los demás no me dejan porque…”, “ya lo sé pero…”. Sin importar las posibilidades (reales) a las que podía acceder, siempre tenía una excusa para rechazarla. Nos dormimos con nuestros propios cuentos…



Parece cruel decir algo así pero nos gustan nuestros cuentos. A falta de placer positivo, nos conformamos con el negativo y terminamos encontrando goce en el sufrimiento: “¡todo me pasa a mí!”, “fue terrible pero pude”, “los demás la tienen fácil pero yo vine complicada”, “todo cuesta”, “la vida es dura”. Nos llenamos de dichos que nos disculpan pero que no nos sacan de esa espiral descendente.



Al poner las razones afuera y quedarnos presos de nuestros Niños Internos, nos vamos debilitando hasta creer que ya no es posible ningún cambio. El tomar una posición comprometida y madura en relación a nuestras experiencias es crucial para salir del círculo vicioso de las repeticiones en que incurrimos. Podemos ver nuestra vida como un cúmulo de sucesos y relaciones que nos cayeron y con las cuales tenemos que lidiar pasiva o agresivamente o como elecciones que hicimos para aprender a ser creadores responsables.



Esta última opción nos pone en el centro de nuestra existencia y nos habilita como gestores de lo que vamos viviendo. En lugar de percibirnos como víctimas en una realidad dual y determinista, nos apreciamos como co-creadores en un multi-universo. Es la diferencia entre tratar de ver a nuestra misma altura o de subir a un quinto piso para observar todo el panorama. En el primer caso, nuestro ego cae bajo el peso de lo poco que puede reconocer, mientras que en el segundo le damos al Ser la posibilidad de dirigir el camino.


Para hacer esto, debemos comenzar abandonando la historia desafortunada y carente que sostenemos. Una buena manera de hacerlo es escribiendo una autobiografía positiva; no en el sentido de evadirnos contándonos ahora un cuento rosa sino tomando el control, al ser protagonistas de nuestro devenir. En el Curso gratis “Cambia tu actitud”, encontrarás sugerencias de cómo realizarla, además de múltiples recursos para ayudarte. Otra fundamental herramienta es la Carta de Diseño Humano, ya que te contacta con tus auténticas cualidades y desafíos, brindándote consejos útiles y prácticos para desarrollarlos.



Te estarás preguntando cómo conectar con tu Ser. Desde ya, te contesto que no será a través de tu mente; no encontrarás soluciones verdaderas pensando y pensando, solo enredarás más las cosas y te perderás en la indecisión y la inercia de lo conocido. ¿Te diste cuenta de que tienes un cuerpo, de que estás en una dimensión material? Te lo comento porque muchas personas creen que ser espiritual es negarlo y vivir en los mundos ingrávidos.



Habrás observado que desde hace tiempo se hace énfasis en estar en el aquí y ahora. Pero, ¿cómo se hace? Viviendo en el cuerpo. Solo él está presente mientras la mente divaga, repite, juzga, se lamenta, proyecta, planea, y demás etcéteras. Cuando respiras y vuelves a tu cuerpo, haces conexión con lo real, con tus sensaciones y emociones, con el entorno, con las personas… y con tu Ser. En el instante en que creas un espacio vacío entre pensamientos, Él puede colmarte de su amor, sabiduría y paz.



En ese momento luminoso, una solución impensada puede aparecer, un discernimiento inédito puede aliviarte, un camino inesperado puede surgir, una serenidad desconocida puede llenarte. A medida que aprendes a estar presente, a hacerte responsable de tus decisiones, a centrarte en tu existencia, tu Ser te guiará y protegerá en una conexión cada vez más continua y plena.

domingo, 24 de febrero de 2019

¿Qué entendemos por despertar espiritual? Por Stephan Bodian


Cuando enseño en una clase o retiro sobre el despertar espiritual, como hice este fin de semana pasado, el primer paso generalmente es aclarar de qué estamos hablando. Después de todo, el término despertar puede usarse de muchas maneras diferentes. Por ejemplo, puedes tener un despertar sexual, un despertar político, un despertar ordinario, o puedes usar el término "despertar espiritual" para referirte a un rango de experiencias. Los chamanes pueden despertar al mundo del espíritu, o los cristianos a la magnitud del amor de Dios.

En la tradición de la sabiduría no-dual, que yo enseño, el despertar se refiere a un cambio radical y fundamental en el centro de tu identidad. Después de pasar toda una vida identificándote con una historia de vida, un conjunto de creencias, una colección de roles interpersonales, un cuerpo-mente particular ubicado en el tiempo y el espacio, de repente te das cuenta de que realmente eres mucho más vasto y más completo. Paradójicamente, descubres que no eres nada ―no eres el alguien sólido y separado que creías ser― y eres todo, es decir, inseparable del fundamento del ser, la esencia de lo que es.

No hace falta decir que, cuando se experimenta genuinamente en lugar de ser conceptualizada, esta realización puede ser profundamente desorientadora en el sentido de que te abre a una orientación completamente nueva e interrumpe la presunción del ego-mente de ser el centro alrededor del cual gira el universo. Al mismo tiempo, te liberas de las limitaciones que tu historia ha impuesto durante toda tu vida, eres libre de ser quien realmente eres: este fundamento abierto, despierto y consciente sin un centro en el que ese que creías ser pasa su día.

Por supuesto, ninguna de las palabras que estoy usando alcanza realmente la profundidad de esta realización, que continúa revelando sus misterios a medida que madura en tu experiencia. La única manera de entender el despertar espiritual es realizarlo por ti mismo.7 de octubre de 2017
Abrazando la plenitud de la vida

La verdad última es en realidad bastante simple: la consciencia (también conocida como vacuidad o Espíritu) es la fuente y la esencia de lo que es. Nada existe fuera de la consciencia. El que experimenta y lo que es experimentado, sujeto y objeto, yo y el otro, no son más que Espíritu. Como lo expresaron los Upanishads, ¡el mundo manifestado es una aparición, solo la consciencia es real, la consciencia es el mundo! O en palabras del Sutra del Corazón, la forma es vacío, el vacío es forma.

Ahora bien, esto puede parecer simplemente una formulación conceptual abstracta, pero el verdadero despertar espiritual implica el reconocimiento experiencial de esta verdad fundamental. El Espíritu no solo irradia a través de (y como) todo ser y cosa, sino que lo que realmente soy no es más que el mismo espíritu o consciencia que toma forma humana. Esta es la esencia de la auto-realización.

Al mismo tiempo que reconocemos y permanecemos en esta unidad y completitud inherente, no debemos olvidar que la unidad que somos acoge a toda multiplicidad dentro de su abrazo ilimitado. El espíritu no mora prístino y aparte de la manifestación, sino que se expresa en una gran variedad de formas, independientemente de nuestras preferencias. No importa cuánto podamos despreciarlos, el déspota y el psicópata son tanto consciencia como el santo iluminado o sabio; son simplemente ignorantes de su verdadera naturaleza.

Incluso más cercano y relevante para nuestra vida cotidiana, el "pensamiento oscuro, la vergüenza, la malicia", en palabras de Rumi, son esencialmente tan perfectos y sagrados como la compasión y la felicidad. Nuestra verdadera naturaleza no los discrimina ni rechaza, sino que los acoge a todos sin juicios ni reservas. Cuando permanecemos en y como consciencia despierta, presencia incondicional, estamos dando el mayor permiso para que todo sea como es. En este abrazo incondicional, el velo del juicio y la resistencia que nos divide y crea tanto conflicto y sufrimiento interno se desvanece, y vemos la vida como la consciencia se ve a sí misma: inherentemente perfecta y completa. (Por supuesto, este acogimiento no nos impide hacer los cambios necesarios que nos sintamos motivados a realizar en la vida cotidiana).

Esta visión no-dual se opone a nuestra cultura analítica e hipercrítica, que evalúa, califica y clasifica constantemente la experiencia de acuerdo con algún estándar predeterminado. Se nos enseña que debemos mirar, actuar y sentir de cierta manera para estar a la altura. Incluso los llamados enfoques espirituales pueden enseñar que algunas emociones son mejores que otras y que deben cultivarse, mientras que otras deben evitarse y suprimirse.

Esta perspectiva dualista es parte de nuestro condicionamiento e impregna nuestro enfoque de la vida en todos los niveles, desde la cuna hasta la tumba; estamos constantemente eligiendo y seleccionado, agarrando y soltando, y rara vez nos detenemos y nos abrimos a lo que hay ahora, tal como es. Si aspiramos al despertar espiritual, puede ser útil sumergirnos en la perspectiva no-dual a través de las enseñanzas, el diálogo, la meditación, la auto-indagación y, si es posible, el contacto con un maestro. De lo contrario, la atracción del juicio y la separación pueden ser tan convincentes que simplemente seguimos repitiendo los viejos patrones de pensamiento dualistas.30 de diciembre de 2017
La no-dualidad y la multiplicidad del ego

En los círculos espirituales en estos días, hay una tendencia a demonizar al ego, como si fuera una fuerza malévola que se cierne sobre nuestras vidas y cuyo único propósito es frustrar nuestros intentos de despertarnos. Pero el ego no es ni malévolo ni singular; en cada uno de nosotros conviven múltiples egos que compiten por atención y satisfacción. Si descartamos los sentimientos y las voces dentro de nosotros como meramente ego, rechazamos partes enteras de nosotros mismos y disminuimos la plenitud de quienes somos.

Freud y sus seguidores utilizaron el término "ego", que en latín significa "yo", para referirse a la función de realidad en la psique, la fuerza que media entre las necesidades y los impulsos de la identidad primitiva y el mundo exterior. Sin el ego en este sentido, no podríamos funcionar en el mundo de las relaciones y el trabajo.

Pero en las tradiciones de sabiduría no-dual, el ego generalmente se refiere a dos funciones distintas pero relacionadas: nuestro auto-concepto, o auto-constructo, la colección de pensamientos, sentimientos, creencias, recuerdos e historias que consideramos que soy yo; y la tendencia a identificarse y adherirse a este constructo. Si le preguntas a la mayoría de la gente "¿Quién eres?" La respuesta que dan es su auto-concepto. Si impugnas o atacas este concepto que tienen de sí mismo, su reacción es de auto-aferramiento, la actividad del ego. El auto-aferramiento es el pegamento que mantiene unido el auto-constructo y lo mantiene funcionando de manera condicionada.

Nuevamente, ninguno de los aspectos del ego es incorrecto, es solo que confunde y oscurece la verdad de quienes realmente somos. Cuando demonizamos y rechazamos al ego, lo que hacemos es dejarlo en la sombra, donde continúa operando de manera subliminal y puede tener aún más poder para controlar nuestras vidas. Nuestra verdadera naturaleza, la conciencia despierta, no tiene problemas con el ego, al igual que no aparta ni rechaza ninguna experiencia que surja. Solo deja que el ego ―en realidad todas las cosas― sea como es, mientras descansas en tu estado natural de conciencia despierta. En el proceso, te familiarizarás con todos los muchos impulsos, procesos de pensamiento e historias que constituyen lo que llamamos ego.

De hecho, cuando dejas de rechazar o suprimir el ego en un intento de ser más espiritual ―y/o por miedo a sucumbir a él― rápidamente descubrirás que el "ego" en realidad no es singular en absoluto. Por el contrario, hay múltiples egos que se mueven dentro de cada uno de nosotros, expresándose de manera a menudo conflictiva y contradictoria. Reconocemos esta multiplicidad cuando decimos algo como: "Una parte de mí quiere hacer lo correcto, pero otra parte sigue socavando mis intentos de permanecer en el camino". O: "Sabía que ella no tenía la intención de lastimarme, pero el niño dentro de mí se sintió rechazado".

En la psicología occidental, estos mini-egos se denominan sub-personalidades, estados del ego, complejos tonificantes, voces internas o simplemente partes. Los neo-freudianos dicen que se formaron a lo largo del tiempo en la infancia a medida que internalizamos nuestras relaciones más importantes con otras significativas, conocidas, bastante infelizmente, como relaciones de objeto. Por ejemplo, si uno de tus padres te hiciera sentir estúpido o inútil constantemente, desarrollarías una parte que siempre se siente inadecuada, no importa cuánto lo intentes. Quizás la más conocida de estas partes, o relaciones de objeto, es el niño interior (o niños), que a menudo se invoca y se aborda en la terapia individual.

Cada una de estas partes tiene su propia autonomía, sus propios pensamientos y sentimientos únicos basados en su propia versión idiosincrásica de su historia de vida. Cuando hablamos del ego, debemos tener en cuenta esta multiplicidad. El ego aparece en muchas formas y disfraces diferentes, con muchas historias diferentes que contar. Una parte de nosotros puede sentir miedo en una situación dada, otra parte ira, etc. Si intentamos luchar contra todas, nos convertimos en el mito griego como Hércules, tratando de cortar la cabeza de la Hidra solo para que aparezcan dos más en su lugar. En cambio, podemos acogerlas a medida que surjan, reconocerlas, tal vez incluso darles un poco de tiempo para escuchar lo que tienen que compartir, extender amor y compasión hacia ellas desde la verdad de nuestro ser, y luego dejarlas pasar sin identificarse con ellas.

1 de febrero de 2018.
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El mayor obstáculo que debemos superar para ser libres, según Gikovate


Ser libres es una de nuestras mayores aspiraciones. También es una de nuestras principales frustraciones. Es difícil resistir el impacto cuando chocamos contra el muro de una sociedad que empuja hacia la normalización y la estandarización. Entonces vivimos la contradicción del individuo que busca su libertad y la sociedad que se encarga de delimitar las fronteras de esa libertad. ¿Podemos escapar de esa paradoja?


Según Flávio Gikovate, un psicólogo brasileño que se dedicó a analizar los problemas que afrontamos en nuestra vida social, estaríamos enfocando mal el asunto porque “más que los factores externos, son los conflictos interiores los que nos impiden ser libres”. El secreto, por tanto, estaría en nuestro interior. Pero para descubrirlo necesitamos cambiar radicalmente nuestra perspectiva y modo de pensar.


La proyección de nuestros conflictos internos


“Existe una antigua tendencia a intentar atribuir a factores externos la imposibilidad de alcanzar nuestros mayores anhelos. Siempre ha sido más fácil y atractivo pensar de este modo que suponer seriamente la existencia de obstáculos internos.


“Es mucho más fácil mantener esta actitud y proyectar en otros (personas o instituciones) aquella actitud que se nos oponga, en lugar de asumir el hecho de que ambas nos pertenecen. De este modo una contradicción interna se transforma en un conflicto externo por medio de la proyección en otra persona de uno de los componentes del dilema”.


Gikovate apunta que uno de los primeros obstáculos que debemos vencer para ser libres consiste en dejar de proyectar nuestras inseguridades en el mundo exterior. La mayoría de las personas muestran una tendencia a huir de su intimidad, tienen miedo a estar a solas consigo mismas.



El miedo a estar a solas con nosotros mismos


“El hombre, al no soportar la convivencia con su propia condición – lo que incluye también sus contradicciones – trata de ocuparse lo más posible de cosas externas. Este resulta un modo eficaz de olvidarse de sí mismo.


“Siempre se hace difícil convivir con dudas, dilemas y contradicciones, y así se llega a conclusiones precipitadas, muchas veces cobardes, que suelen atribuirse a las presiones que ejerce el medio externo. Esas presiones, evidentemente, existen. […] Lo que hay que discutir es si su peso decisivo es tan grande como el que se le pretende atribuir”.


La sociedad intenta imponer sus normas y reglas, las personas a nuestro alrededor nos presionan y a nuestro paso aparecen obstáculos continuamente. Nadie lo pone en duda. No obstante, ¿son esos obstáculos realmente la principal causa de la limitación de nuestra libertad o son una excusa para no atrevernos a ir más allá? El hecho de que el camino sea más difícil no significa que no se pueda recorrer.


El autoconocimiento como vía para alcanzar la libertad


Gikovate afirma que “son las dudas y contradicciones las que impiden una actitud efectiva hacia el camino de la libertad, lo que equivale a una falta de convicción en los propios conceptos. Esa convicción solo podrá existir en aquellos que asuman por completo sus contradicciones, sin recurrir al fácil expediente de proyectar uno de sus componentes”.


Por tanto, la libertad, que para Gikovate “significa esencialmente coherencia entre ideas, conceptos y comportamiento objetivo”, se debe buscar a través de un ejercicio de introspección profundo. Solo si nos conocemos y sabemos lo que queremos, tendremos la fuerza suficiente para elegir la libertad.


“Todas las personas necesitan saber hasta qué punto le fascinan las cosas materiales que nuestra sociedad ofrece para el consumo y qué precio está dispuesta a pagar para acceder a ellas. Negar la fascinanción que estas ejercen puede inducir increíbles equívocos y provocar grandes frustraciones […] Pagar cualquier precio por ellas podrá llevar a un equívoco aún más grave: una persona podría darse cuenta de que se está muriendo de tedio a pesar de estar rodeada de todo lo que desea”.


“Nuestras reflexiones oscilan entre el hedonismo y el ascetismo, y será necesario llegar de modo firme a una convicción antes de que podamos pensar en una acción libre y consecuente. Solo así podremos fortalecernos íntimamente para oponer resistencia a las presiones del medio y abrir nuestro camino. Si no somos capaces de esto, de nada servirá acusar a la estructura social de esclavizante y opresora. Solo estaremos justificándonos por no asumir nuestra propia incompetencia”.


Por tanto, el principal enemigo de nuestra libertad somos nosotros mismos. Y solo podemos superar ese “obstáculo” haciendo las paces con nuestro “yo”, tomando decisiones conscientes que nos permitan perseguir nuestros sueños, independientemente de los obstáculos que aparezcan en nuestro camino, que serán muchos.


Cuando realizamos ese ejercicio de autoconocimiento, cuando realmente conectamos con nuestras necesidades, ocurre el milagro porque, de repente, las presiones sociales pierden gran parte de su peso. Después de todo, la sociedad nos ata solo en la medida en que permitimos que nos ate.


Gikovate cierra sus reflexiones con un mensaje optimista: “si las personas que viven de modo coherente y consistente fueran más felices y se sintieran más realizadas, esto podría tener consecuencias sociales insospechadas”.


Fuente:
Gikovate, F. (1986) Hacerse libres. Pardes Ediciones: Argentina.

Rincón de la Psicología.


sábado, 23 de febrero de 2019

LOS 14 PRECEPTOS DE THICH NHAT HANH


-No seas idólatra ni te ates a ninguna doctrina, teoría o ideología, incluso a las Buddhistas. Todos los sistemas de pensamiento son medios de guía; no son la verdad absoluta.

-No creas que el conocimiento que tienes en este momento es la verdad inmutable, absoluta. Evita ser de mentalidad estrecha y atarte a los puntos de vista presentes. Aprende y practica el desapego de los puntos de vista para estar abierto a recibir los puntos de vista de los demás. La verdad se encuentra en la vida y no meramente en el conocimiento conceptual. Prepárate para aprender a través de toda la vida y a observar la realidad en ti mismo y en el mundo en todo momento.

-No fuerces a los demás, ni siquiera a los niños, por ningún medio en absoluto, a adoptar tus puntos de vista, ya sea por autoridad, amenaza, dinero, propaganda o incluso educación. Sin embargo, por medio del diálogo compasivo, ayuda a los demás a renunciar al fanatismo y la estrechez.

-No evites el contacto con el sufrimiento ni cierres tus ojos ante el sufrimiento. No pierdas la conciencia de la existencia del sufrimiento en la vida del mundo. Encuentra maneras para estar con aquellos que están sufriendo por todos los medios, incluyendo el contacto personal y las visitas, imágenes, sonido. Por tales medios, despierta tú mismo y a los demás a la realidad del sufrimiento en el mundo.

-No acumules riqueza mientras millones están hambrientos. No tomes como el objetivo de tu vida a la fama, el provecho, la riqueza o el placer sensual. Vive simplemente y comparte el tiempo, la energía y los recursos materiales con quienes están en necesidad.

-No mantengas ira u odio. Tan pronto como surgen la ira y el odio, practica la meditación sobre la compasión para comprender profundamente a las personas que han causado ira y odio. Aprende a ver a los otros seres con los ojos de la compasión.

No te pierdas en la dispersión y en el ambiente que te rodea. Aprende a practicar la respiración para recuperar la compostura del cuerpo y la mente, para practicar la atención, y para desarrollar la concentración y la comprensión.

-No pronuncies palabras que puedan crear discordia y causar ruptura en la comunidad. Haz todos los esfuerzos para reconciliar y resolver todos los conflictos, aunque sean pequeños.

-No digas cosas falsas por el bien del interés personal o para impresionar a las personas. No pronuncies palabras que causen desviación y odio. No difundas noticias que no sabes si son ciertas.

-No critiques o condenes cosas de las que no estás seguro. Habla siempre verdadera y constructivamente. Ten el valor de hablar sobre situaciones de injusticia, aun cuando hacerlo pueda amenazar tu propia seguridad.

-No uses a la comunidad Budista para ganancia o provecho personal, ni transformes tu comunidad en un partido político. Una comunidad religiosa debe, sin embargo, tomar una actitud clara contra la opresión y la injusticia, y debe esforzarse por cambiar la situación sin engancharse en conflictos partidarios.

-No vivas con una vocación que sea dañina para los humanos y la naturaleza. No inviertas en compañías que priven a los demás de su oportunidad de vivir. Elige una vocación que ayude a realizar tu ideal de compasión.

-No mates. No permitas que otros maten. Encuentra todos los medios posibles para proteger la vida y prevenir la guerra.

-No poseas nada que debería pertenecer a los demás. Respeta la propiedad de los demás pero evita que los demás se enriquezcan con el sufrimiento humano o el sufrimiento de otros seres.

-No maltrates a tu cuerpo. Aprende a manejarlo con respeto. No veas a tu cuerpo sólo como un instrumento. Preserva las energías vitales (sexual, respiración, espíritu) para la realización del Camino. La expresión sexual no debería ocurrir sin amor y compromiso. En las relaciones sexuales, sé conciente del sufrimiento futuro que pueda causarse. Para preservar la felicidad de los demás, respeta los derechos y compromisos de los demás. Sé plenamente conciente de la responsabilidad de traer nuevas vidas al mundo. Medita sobre el mundo al cual estás trayendo nuevos seres.

-No creas que yo siento que sigo todos y cada uno de estos preceptos perfectamente. Sé que fallo de muchas maneras. Ninguno de nosotros puede cumplir plenamente cualquiera de ellos. Sin embargo, debo trabajar hacia una meta. Esta es mi meta. Ninguna palabra puede reemplazar a la práctica, sólo la práctica puede hacer a las palabras.


EL IMPACTO DE LAS EMOCIONES EN NUESTRA SALUD.



Entrevista al Dr. Jorge Carvajal, pionero de la medicina Bioenergética.

¿Qué es la enfermedad?

Es un maestro, una oportunidad para organizar una armonía superior en nuestra propia vida, a nivel físico, emocional, mental y espiritual.

¿Qué enferma primero, el cuerpo o el alma?

El alma no puede enfermar, porque es lo que hay perfecto en ti, el alma evoluciona, aprende.

En realidad, buena parte de las enfermedades son todo lo contrario: son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma. Cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La salud y las emociones

¿Hay emociones perjudiciales para la salud? ¿Cuáles son las que más nos perjudican?

Un 70 por ciento de las enfermedades del ser humano vienen del campo de conciencia emocional.

Las enfermedades muchas veces proceden de emociones no procesadas, no expresadas, reprimidas.

El temor, que es la ausencia de amor, es la gran enfermedad, el común denominador de buena parte de las enfermedades que hoy tenemos. Cuando el temor se queda congelado afecta al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede convertirse en pánico.

¿Nos hacemos los fuertes y descuidamos nuestra salud?

De héroes están llenos los cementerios. Te tienes que cuidar. Tienes tus límites, no vayas más allá. Tienes que reconocer cuáles son tus límites y superarlos porque si no los reconoces, vas a destruir tu cuerpo.

¿Cómo nos afecta la ira?

La ira es santa, es sagrada, es una emoción positiva porque te lleva a la autoafirmación, a la búsqueda de tu territorio, a defender lo que es tuyo, lo que es justo. Pero cuando la ira se vuelve irritabilidad, agresividad, resentimiento, odio, se vuelve contra ti, y afecta al hígado, la digestión, el sistema inmunológico.

¿La alegría por el contrario nos ayuda a estar sanos?

La alegría es la más bella de las emociones porque es la emoción de la inocencia, del corazón, y es la más sanadora de todas, porque no es contraria a ninguna otra. Un poquito de tristeza con alegría escribe poemas. La alegría con miedo nos lleva a contextualizar el miedo y a no darle tanta importancia.

¿La alegría suaviza el ánimo?

Sí, la alegría suaviza todas las otras emociones porque nos permite procesarlas desde la inocencia. La alegría pone al resto de las emociones en contacto con el corazón y les da un sentido ascendente. Las canaliza para que lleguen al mundo de la mente.



¿Y la tristeza?

La tristeza es un sentimiento que puede llevarte a la depresión cuando te envuelves en ella y no la expresas, pero también puede ayudarte. La tristeza te lleva a contactar contigo mismo y a restaurar el control interno.

Todas las emociones negativas tienen su propio aspecto positivo, las hacemos negativas cuando las reprimimos.

¿Es mejor aceptar esas emociones que consideramos negativas como parte de uno mismo?

Como parte para transformarlas, es decir, cuando se aceptan fluyen, y ya no se estancan, y se pueden transmutar. Tenemos que canalizarlas para que lleguen desde el corazón hasta la cabeza.
¡Qué difícil! Sí, es muy difícil. Realmente las emociones básicas son el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto. Constructivo o destructivo. Porque también existe el amor que se aferra, el amor que sobreprotege, el amor tóxico, destructivo.

¿Cómo prevenir la enfermedad?

Somos creadores, así que yo creo que la mejor forma es creando salud. Y si creamos salud no tendremos ni que prevenir la enfermedad ni que atacarla, porque seremos salud.

¿ Y si aparece la enfermedad?

Pues tendremos que aceptarla porque somos humanos. También enfermó Krishnamurti de un cáncer de páncreas y no era nadie que llevara una vida desordenada. Mucha gente muy valiosa espiritualmente ha enfermado. Debemos explicarlo para aquellos que creen que enfermar es fracasar. El fracaso y el éxito son dos maestros, pero nada más. Y cuando tú eres el aprendiz, tienes que aceptar e incorporar la lección de la enfermedad en tu vida. Cada vez más personas sufren ansiedad. La ansiedad es un sentimiento de vacío, que a veces se vuelve un hueco en el estómago, una sensación de falta de aire. Es un vacío existencial que surge cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro. Surge cuando buscamos en los acontecimientos externos, cuando buscamos muletas, apoyos externos, cuando no tenemos la solidez de la búsqueda interior. Si no aceptamos la soledad y no nos convertimos en nuestra propia compañía, vamos a experimentar ese vacío y vamos a intentar llenarlo con cosas y posesiones. Pero como no se puede llenar con cosas, cada vez el vacío aumenta.

¿Y qué podemos hacer para liberarnos de esa angustia?

La angustia no se puede pasar comiendo chocolate, o con más calorías, o buscando un príncipe azul afuera.
La angustia se pasa cuando entras en tu interior, te aceptas como eres y te reconcilias contigo mismo. La angustia viene de que no somos lo que queremos ser, pero tampoco lo que somos, entonces estamos en el “debería ser”, y no somos ni lo uno ni lo otro. El estrés es otro de los males de nuestra época.

El estrés viene de la competitividad, de que quiero ser perfecto, quiero ser mejor, de que quiero dar una nota que no es la mía, de que quiero imitar. Y realmente sólo se puede competir cuando decides ser tu propia competencia, es decir, cuando quieres ser único, original, auténtico, no una fotocopia de nadie.
El estrés destructivo perjudica el sistema inmunológico. Pero un buen estrés es una maravilla, porque te permite estar alerta y despierto en las crisis, y poder aprovecharlas como una oportunidad para emerger a un nuevo nivel de conciencia.

¿Qué nos recomendaría para sentirnos mejor con nosotros mismos?

La soledad. Estar con uno mismo cada día es maravilloso. Estar 20 minutos con uno mismo es el comienzo de la meditación; es tender un puente hacia la verdadera salud; es acceder al altar interior, al ser interior.

Mi recomendación es que la gente ponga su despertador 20 minutos antes para no robarle tiempo a sus ocupaciones. Si dedicas, no el tiempo que te sobra, sino esos primeros minutos de la mañana, cuando estás fresco y descansado, a meditar, esa pausa te va a recargar, porque en la pausa habita el potencial del alma.

¿Qué es para usted la felicidad?

Es la esencia de la vida. Es el sentido mismo de la vida, encarnamos para ser felices, no para otra cosa. Pero la felicidad no es placer, es integridad. Cuando todos los sentidos se consagran al ser, podemos ser felices. Somos felices cuando creemos en nosotros, cuando confiamos en nosotros, cuando nos encomendamos transpersonalmente a un nivel que trasciende el pequeño yo o el pequeño ego. Somos felices cuando tenemos un sentido que va más allá de la vida cotidiana, cuando no aplazamos la vida, cuando no nos desplazamos a nosotros mismos, cuando estamos en paz y a salvo con la vida y con nuestra conciencia.


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Claves para mejorar la fuerza de voluntad


Todos nos fijamos unos propósitos durante el año, especialmente en enero y en septiembre. Empezamos muy animados, pero tiempo después en numerosos casos se abandonan. Para que esto no suceda, ten en cuenta varias claves para mejorar la fuerza de voluntad.

Y es que la motivación, con el paso de los días, se pierde, puesto que llegan las obligaciones, el cansancio, se acaba la emoción de la novedad… Y es cuando se empieza a plantear el abandono. Para evitarlo, tenemos que echar mano de nuestra fuerza de voluntad, pero ¿sabemos con exactitud qué es la voluntad? Vamos a definirla para después entrar en cómo trabajar con ella.

Qué es la fuerza de voluntad

Se trata de la habilidad o la capacidad que una persona tiene para la persecución de un objetivo determinado, venciendo las dificultades, las distracciones y los obstáculos. Eso sí, no solo se refleja en la consecución del logro, sino también en esfuerzo cuando la corriente no nos empuja en esta dirección. Es decir, no rendirnos, ni darnos por vencidos, ni ceder a los deseos a pesar de que los resultados no sean inmediatos.

Dos de los ejemplos más típicos son dejar de fumar y practicar deporte. Al principio la motivación es grande, pero luego, nuestra mente nos va poniendo trabas y habilitando excusas para abandonar, y como es algo que cuesta, necesitamos vencer dichas trabas a base de mejorar la fuerza de voluntad.

Claves efectivas para mejorar la fuerza de voluntad

“A veces no te das cuenta de tus propias fortalezas hasta que te encaras con tu mayor debilidad”.
-Susan Gale-

Para mejorar la fuerza de voluntad es preciso ser conscientes de que se trata de una habilidad psicológica que hay que trabajar, puesto que se adquiere y se potencia durante toda la vida, por lo que el uso de estas claves nos va ser de gran ayuda. 

Establecer objetivos claros y realistas


Muchas veces nos proponemos metas que son imposibles de cumplir, falacias que en nuestra mente representan el éxito, pero que no se corresponden con los márgenes que nos concede la realidad ni con lo que podemos lograr en los tiempos que nos hemos marcado. Un ejemplo muy común es querer perder tanto peso y tonificar tanto que en 1 mes se reflejen los resultados equivalentes al trabajo de un año.

Esto, al principio, puede parecer apasionante, pero cuando la realidad se imponga, veremos que tenemos que tener en cuenta nuestra constitución, edad, etc., y que hay determinados logros que no podremos acelerar, por muy grande que sea nuestro deseo. Así es como surge la frustración, la culpabilidad, la desesperación y, por supuesto, la consecuencia es tirar la toalla.

Por este motivo es tan importante contar con unos objetivos bien definidos y estructurados. Por ejemplo, ponerte en manos de un profesional que paute la dieta que mejor se adapta a lo que quieres conseguir. No solo porque ha estudiado y trabaja en ello, sino porque podemos valernos de su experiencia para conseguir lo que queremos, además de contar con una opinión de peso que nos diga hasta qué punto eso que pretendemos es bueno para nosotros.

Dividir las tareas en pequeñas subtareas

Si, por ejemplo, comienzas a estudiar un curso largo sobre alguna materia y piensas en todo lo que tienes que asimilar para aprobar, probablemente aparezca el agobio. En cambio, si lo divides por asignaturas o temas, y estos además los divides en apartados semanales, y a su vez estos en puntos diarios a estudiar, lo que era una gran altura se convierte en pequeñas rampas que puedes salvar sin dificultad, ¿verdad?

Pues en eso consiste, en dividir las grandes tareas que nos hemos impuesto en pequeñas subtareas para que sea más fácil y asequible llevarlas a cabo.

Planifica mediante un calendario las subtareas

No vale el clásico ‘mañana empiezo’, pues así pasan las semanas y los meses y luego llega el estrés y la culpabilidad por haber procrastinado. Has fijado los objetivos, el tiempo que te van a llevar y las subtareas, así que ¡manos a la obra!

Haz un calendario y horario con la distribución diaria de las subtareas, establece tiempos que puedas cumplir sin problemas, ni demasiado cortos, ni demasiado largos y en momentos del día en los que no tengas obligaciones, de manera que el nivel de estrés no suba.

Al avanzar, verás como tu manera de proceder se verá reforzada. Verás los resultados, disfrutaras de sus consecuencias. Así, cuando el hábito esté bien establecido, el volumen de voluntad que tendrás que emplear se reducirá. Lo que antes costaba, ahora es simplemente un automatismo.

Limita la cantidad de objetivos

No es aconsejable llenar nuestra agenda de objetivos que requieran de una gran voluntad. Raciona tu voluntad, igual que planificas el tiempo. Ambos son dos recursos limitados, aunque en alguna ocasión pueda parecernos lo contrario.

Finalmente, señalar una idea. Reducir el nivel de voluntad que empleamos para sostener nuestro día a día es una buena señal de que nuestra planificación vital es buena. Significa que hemos sido capaces de generar una corriente y que estamos disfrutando de ella.

Pedro González Núñez

Atrévete a ser feliz.