La respuesta: la falta de autoestima
La falta de autoestima de la persona es una de las principales razones por las que acabamos enamorándonos de una persona que no nos quiere. El problema principal es que la persona tiende a no valorarse a sí misma y acaba por “endiosar” a la otra persona. Es lo que se conoce como idealización.
Esta idealización es un factor determinante a la hora de enamorarnos de alguien que no nos quiere, ya que cuando nos enamoramos de una persona solemos hacerlo de un ideal. Imaginamos una serie de cosas sobre la otra persona y tendemos a imaginar cómo sería una relación idílica con ella.
Esto genera una enorme frustración en la parte afectada al ver que sus deseos no se cumplen. A su vez, tiende a valorarse a sí mismo como ser inferior respecto al otro, lo cual fomenta la falta de autoestima.
Pueden darse distintas situaciones. Por una parte, puede ser que nos enamoremos de alguien que no siente lo mismo y que esta sea sincera, de forma que no se inicie una relación afectiva con dicha persona.
Esto puede ser duro de asumir, pero será el mejor de los escenarios posibles, ya que no tendremos que luchar por romper un vínculo afectivo. Aun así, suele producirse una idealización al imaginar cómo sería una relación con ella.
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Otra de las situaciones que puede darse es que se inicie una relación con una persona que no está enamorada de nosotros. Esto se detectará en la falta de detalles y compromiso de la otra persona, por lo que es igual de importante acabar con el vínculo y no alimentar este tipo de relación.
Apostar por este tipo de relación solo hace que el afectado termine por sentirse infeliz y desdichado y luchará en vano por intentar cambiar a toda costa los sentimientos de la otra persona. Se trata de una lucha inútil que hay que evitar a toda costa.
Cómo evitar enamorarse de la persona equivocada
Como hemos podido ver, enamorarse de la persona equivocada es la consecuencia de un problema que viene de nosotros mismos. Para solucionarlo deberemos trabajar en nuestra propia autoestima.
Ante todo, hay que fijar la atención en personas que nos presten la atención que necesitamos y saber poner fin a una relación en la que la implicación emocional por la otra parte no es la que esperamos.
En la mayoría de los casos surgen los miedos a perder a la otra persona. Sin embargo, hay que ser conscientes de que en una situación en la que el ser querido no nos corresponde de igual manera, su pérdida no será más que una ganancia a largo plazo. Se trata de una inversión en nosotros mismos y en nuestro bienestar.
Hay que evitar sobre todo pensar que luchar por el objetivo hará que lo consigamos. Esto no es más que caer en el autoengaño y fomentar una situación que puede llegar a ser muy nociva para la persona afectada si no sabe atajarla a tiempo.
Debemos saber que enamorarse de alguien e iniciar una relación es una apuesta de vida y tenemos que intentar que nos produzca una sensación de bienestar. Por ello, hay que velar porque la otra persona tenga los mismos sentimientos hacia nosotros, y despojarnos de ideales y falsas expectativas que pueden ser muy dañinas.
Es muy importante saber detectar las señales o datos que nos hacen ver que no debemos implicarnos más en la relación con otra persona. De esta forma, evitaremos alimentar ese sentimiento que solo nos hará daño en el futuro.
Si lo hacemos así podremos tener una perspectiva de la situación y vernos a nosotros mismos desde fuera. En el caso de que no nos sintamos felices con el papel que tenemos en la relación, es preferible poner distancia cuanto antes y centrarnos en superar la relación y en reconstruir nuestra autoestima.
Tenemos que tener en cuenta que, aunque parezca complicado en un principio, es tiempo irá cerrando las heridas. Aunque nos pueda parecer una cuestión insalvable, debemos centrar nuestra energía en algún proyecto que nos ilusione y nos ayude a mejorar nuestra autoestima y a sentirnos realizados.
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