viernes, 11 de enero de 2019

Este año sí: aprende a amarte para poder amar a otros



“Encontrar el amor de mi vida” es quizás uno de los propósitos de año nuevo más comunes. Sin embargo, para que este deseo se cumpla, es necesario recordar que primero tienes que amarte a ti mismo para poder amar a otros. Tú eres la persona más importante de tu vida, por ello te compartimos unas claves para cultivar el amor propio antes que amar a otros, así se trate de tu pareja o de tus familiares.


Muchas personas van por la vida sin conocerse a sí mismas, y si no se conocen, difícilmente podrán amarse a sí mismas.


El amor hacia nosotros mismos no es un asunto de egolatría. El ególatra no se ama a sí mismo, al contrario, finge hacerlo y presenta una autoestima muy baja.


Amarte a ti mismo implica auto-conocimiento y reconocimiento de la persona valiosa que eres. La misma con quien tienes que convivir todos los días de tu vida. Y no hay nada mejor que compartir la vida con quienes nos agradan, a quienes amamos y de quienes aprendemos.


¿Cómo puedo aprender a amarme?


El amor hacia ti mismo es una tarea de todos los días, porque ese amor requiere ser abonado y cuidado como si fuera una planta.


A continuación, te mostramos algunas claves que te permitirán aprender a amarte.


1. Acéptate


La aceptación no implica conformismo. Tiene que ver con fluir con las circunstancias que no puedes cambiar y actuar sobre las que sí tienes control. Por ejemplo, no puedes cambiar el hecho de tener baja o muy alta estatura, o que tengas la voz ronca o muy aguda.


¿Qué sentido tiene entonces oponerte a ello?


En lugar de luchar, enfoca tu energía en esos aspectos de ti que son mejorables, como perder peso, o cultivar tus talentos y fortalezas.


2. Sé amable contigo


Toma conciencia de la forma en que te expresas de ti mismo, lo que piensas de tu personalidad o de tus acciones. En lugar de recriminarte o culparte por el error cometido, asume una actitud proactiva y afírmate en el aprendizaje que puedes obtener de esa experiencia.


Trátate a ti mismo con la bondad, cariño y comprensión que le dispensarías a un amigo muy cercano.


3. Cuídate


Los seres humanos somos entidades con cuerpo mente y espíritu. Y cada una de esas dimensiones requiere ser nutrida y cuidada. Nutre tu cuerpo con alimentos saludables, con ejercicio físico regular; aléjate de todo aquello que genere adicción: la comida chatarra, el alcohol, el tabaco, las drogas, etc.


Alimenta tu mente con pensamientos positivos, rodéate de personas que te enriquezcan, que apoyen tu crecimiento.


El cuidado de ti mismo, es la mayor muestra de respeto que puedes brindarte.


4. Inspírate


Lee sobre personas que admiras o que han logrado aquello que tú deseas alcanzar.


Aprende cada día algo nuevo. Despliega tu creatividad. Dedica un espacio personal para hacer lo que te gusta y te apasiona.


La dimensión espiritual no necesariamente tiene que ver con la religiosidad, tiene también que ver con cultivar la reflexión y la sensibilidad hacia el prójimo: tiene que ver con el “ser” más que con el “hacer”.


Meditar, orar o buscar el bien común, alimentan tu espíritu y te acercan a la esencia de quien eres.


5. Reconoce tus logros


Cada objetivo alcanzado, cada acción que te genere satisfacción y cada pequeño logro que hayas alcanzado, merece reconocimiento. En lugar de poner tu atención en lo que no has podido alcanzar, enfócate en todas las cosas que has logrado en los diferentes ámbitos de tu vida.


Da a cada pequeña victoria su justo valor, porque cada una de ellas te ha traído adonde estás ahora y te llevará a alcanzar tus más altas metas. Muestra al mundo lo que haces, lo que eres. Solo cuando aprendas a amarte a ti mismo, estarás listo para amar completamente a los demás, a alguien más.
Recuerda: Esta no es una promesa de año nuevo, es un compromiso para toda tu vida.


PHRÒNESIS

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