miércoles, 21 de noviembre de 2018

¿DESILUSIONADO DE TI, DE LOS DEMÁS, DE TODO? BIENVENIDO A TU NUEVA VIDA Por Laura Foletto


Desde hace tiempo, escucho a muchas personas lamentarse de que sus anhelos no se cumplen o de que algo que creían iba a durar para siempre terminó abruptamente o de que gente cercana no los ayudó de la forma en que deseaban o de que ellos mismos no son lo que esperaban ser…


Parece que estamos en tiempos de desilusiones masivas: el derrumbe abarca todos los campos, tanto individuales como familiares, sociales o políticos. Los planes cuidadosamente orquestados fracasan, la salud se resiente, las personas fallan, el país colapsa, etc. Sea como sea, el dolor que acompaña estos despertares es enorme y profundo.

Y digo despertares porque, en cierto sentido, los sueños, las ilusiones, las ficciones, los planes que no se han cumplido han sido construcciones del ego, muchas veces sin asidero real, y ahora caen y nos sacuden bruscamente. Nosotros caemos con ellos y, desde el piso, lloramos y hacemos el duelo…. O deberíamos…

El suelo, la tierra, es el mejor lugar para comenzar porque nos vuelve a la realidad, a otra realidad, la que estamos transitando ahora. Si hacemos como que no nos importa, si nos sacudimos el polvo y nos levantamos antes de tiempo, para proseguir con nuestra vida de siempre, perderemos la gran oportunidad de reencontrarnos, de volver a la esencia, de preguntarnos qué deseamos verdaderamente en esta Nueva Energía.

No somos héroes de ficción, nos duele, nos apabulla, nos traspasa el sufrimiento pero no debemos rehuir a ello, porque nos limpiará de la ilusión de control; de las metas inducidas por el consumismo; de la victimización que busca que otro nos salve; de la omnipotencia de dar y no recibir; de hacer de todo, todo el tiempo, sin descansar, sin escuchar al cuerpo, hasta reventar; de lo que tú sabes bien que necesita irse…

Ese tiempo de duelo es crucial. No salgas a correr de nuevo; no busques qué otra cosa hacer; no te desesperes; aprende a contenerte a ti mismo primero. Luego, respira; observa qué quedó en pie; no permitas que tu mente te lleve del pasado al futuro sin escalas; hay un presente y es este, este del que tanto huiste porque no valía la pena, porque tú no valías.

Hay un presente aquí, un regalo valioso: tú mismo. Conócete, aprecia tus cualidades, acepta tus aprendizajes, mira adentro y luego alrededor, cuenta tus bendiciones, agradece tu vida, ábrete a lo que viene. Te aseguro que es mejor que el mejor de los planes de tu ego. Porque es verdadero. Nace de la Conciencia. Ahora, eres conciente de que estás aquí, llorando en el suelo, pero de que te puedes levantar impulsado por el apoyo y la nutrición de la Madre Tierra e iluminado por la Luz del Padre Sol, siendo un Humano Divino. Toma tu tiempo y crece desde allí.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario