miércoles, 21 de noviembre de 2018

Aprende a no contaminarte con la negatividad de los demás Por Doris Hernandez


Ciertamente todos podemos ser un tanto negativos de vez en cuando, sin embargo, adoptar como forma de ver la vida y de transitarla, la negatividad, será sin duda la peor inversión de energía que podremos hacer. Nosotros tenemos el control sobre qué cristales colocarnos para apreciar la vida, sin embargo no podemos hacer demasiado con la manera en la cual los demás lo hacen.


Debemos siempre tratar de ser luz, de contagiar a los demás de optimismo, debemos ser capaces de rescatar en cada situación de oscuridad, aquello que la hace útil, hermosa o aleccionadora. Porque nada es totalmente negro, todo tiene ese lado claro, que a veces resulta complicado apreciar, pero tarde o temprano logramos ver esa parte que nos puede hacer inclusive agradecer una determinada vivencia.



En nuestro camino nos toparemos con personas de todo tipo, unas que brillarán desde la distancia y otras que andarán de un sitio a otro, constantemente con una nubecita sobre su cabeza, una nubecita formada de pensamientos negativos, que se encargan de atraer a otros más de su clase, hasta formar ese campo energético denso, donde casi toda la atención está enfocada en preocupaciones, en calamidades, en limitaciones, en miedos, en juicios y problemas y más problemas.

Esta gente tiene una capacidad especial de contagiar a quienes le rodean de su energía, buscan convencer a todo el que pueden de lo terrible de la vida y de sus escasas oportunidades, siempre consiguen hacer de algo positivo, algo problemático, oscuro, irresoluble y pues las cosas que ya tienen esas características se encargan de magnificarlas a tal punto que podemos sentir los problemas como caen sobre nosotros y literalmente nos hacen peso, nos cuesta inclusive caminar erguidos o respirar de forma natural.


Nuestro sistema se siente amenazado, atacado y desde allí se ven limitados los recursos con los que contamos para salir adelante o darle la vuelta a las cosas que no terminan de agradarnos en nuestras vidas. Es por ello que debemos protegernos de las mentes pesimistas, de aquellas personas que no importa que tan bien se haga, algo fallará, las que siempre esperan la caída, las que se regocijan si algo genera dolor, porque se reafirman con cada cosa que tiene resultados poco satisfactorios.

Es necesario preservar nuestra integridad, nuestra salud mental y emocional y para ello debemos aprender a identificar a esas personas. Una vez que les hemos dado nombre, debemos evitar que su negatividad nos alcance.


Para evitar la influencia negativa en caso de que no podamos ayudar sustituyendo más soluciones que los problemas que estas personas plantean, o bien apoyarlas en la búsqueda de una vida cargada de optimismo y felicidad, podemos aplicar bloqueos conscientes a lo que nos dicen, sin permitir que se intensifiquen o se extiendan por largos periodos de tiempo, ignorando todo aquello que no nos resulte útil o que nos haga sentir temerosos o incómodos e inclusive culpables por algo que no nos corresponde. O bien podemos establecer distancias físicas, más allá de las emocionales, dejando de frecuentar a estas personas y estableciendo barricadas para nuestra sanidad mental. Más temprano que tarde nos agradeceremos a nosotros mismos haber limitado el alcance de cualquier manera de las personas negativas en nuestras vidas.

RINCON DEL TIBET
http://amosermujer.life/psicologia

No hay comentarios.:

Publicar un comentario