lunes, 13 de agosto de 2018

Cómo expresar tus emociones: 8 consejos. Por Arturo Torres.


Prácticamente ninguna interacción entre seres humanos tendría sentido si no pudiésemos expresar nuestras emociones. Lo más importante de un diálogo, ya sea con palabras o sin palabras, es mostrar deseos, intenciones, necesidades y, en general, nuestra manera de vivir las emociones. Sin embargo, hacerlo del modo adecuado no es sencillo. Hay quien lo hace de manera natural sin necesidad de pensar demasiado en ello, pero para otros es más complicado.

En este artículo veremos una serie de consejos acerca de cómo expresar las emociones de una manera adecuada en nuestras relaciones personales del día a día.


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Cómo expresar las emociones en 8 pasos

Mostrar lo que sentimos no solo es necesario para llegar a conectar emocionalmente con el resto de personas. Además, resulta terapéutico, necesario. Es complicado vivir guardándonos aquello que sentimos, especialmente si tiene que ver con experiencias con una carga emocional fuerte.

Pero allí donde hay conversaciones suelen existir también ciertas dinámicas de autocensura. El miedo al qué dirán, a dar una mala imagen… Todo ello hace que no sea fácil abrirse a los demás. Teniendo en cuenta esto, expresar los sentimientos no resulta sencillo, dado que implica mostrar nuestro lado más personal y, en ocasiones, hasta íntimo.

Sin embargo, en el equilibrio está la virtud, y siempre hay una manera de guardarse ciertos temas demasiado íntimos para compartirlos de cualquier manera y expresar aquello que sí puede ser revelado, sin dejar que surjan malentendidos. Así pues, veamos varios consejos acerca de cómo expresar las emociones al relacionarnos con los demás.


1. Mapea tus sentimientos

Es imposible expresar una emoción si no se tiene una idea aproximada acerca de qué es ese sentimiento. Por eso, es importante pararse a reflexionar primer o en el mejor modo posible en el que las palabras pueden ajustarse a esa vivencia.

Así pues, si es necesario, apunta en una hoja de papel cómo te sientes, del modo más estructurado posible. Eso sí, no te obsesiones con la exactitud, porque a fin de cuentas los sentimientos nunca pueden ser reflejados completamente por el lenguaje: incluso recurriendo a metáforas, siempre habrá facetas de ellas que no puedan ser comunicadas. Intenta que lo más importante sí sea traducido a palabras.

Este paso es importante especialmente al principio, no solo por la falta de práctica que existe en esta fase. Además, lo es porque si no se pasa por esta fase, es fácil que nos quedemos trabados, y estas situaciones suelen ser tan desagradables que son capaces de hacer que nos desanimemos y que dejemos de intentar seguir progresando en este sentido.

2. No esperes demasiado


Este consejo es derivado del anterior. No esperes demasiado creyendo que el paso del tiempo te dará herramientas para expresarte mejor. Eso solo hará que postergues constantemente la tarea de expresarte, y que nunca salgas de tu zona de confort.
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3. Elige bien el momento y el lugar

El contexto también tiene poder comunicativo. No es lo mismo abrirse a alguien durante el transcurso de una clase de universidad, que en** un lugar tranquilo y sin ruido**. Por eso, busca un contexto que se adapte al contenido que quieres transmitir y que no lleve a confusiones.

4. Determina el propósito

¿Cuál es el propósito que buscas al expresar lo que sientes? ¿Quieres tan solo desahogarte, o asegurarte de que la otra persona entiende todo lo que dices y te ayude a solucionar un problema? A partir de esta información, te será más fácil adaptarte a los siguientes consejos según tus necesidades.

5. Asegúrate de no basarte solo en abstracciones

Para expresar los sentimientos hay que utilizar conceptos abstractos, como por ejemplo “desamparo” o “miedo”, pero es importante complementar esto con otros contenidos que hagan referencia a elementos más concretos y fáciles de identificar. Por eso es bueno usar ejemplos de experiencias pasadas concretas que den paso a una descripción de hechos objetivos. De esta manera, la otra persona no se perderá.

6. Crea una narración

No te limites a describir lo que sientes de una manera estática, como si esas emociones y sentimientos fuesen algo estático. Si muestras su evolución en el tiempo, todo será más comprensible y la otra persona será capaz de identificarse mejor contigo. Explica por qué te sientes así y de qué manera surgieron tus emociones.

7. Preocúpate por saber si te entiende

Dale a la otra persona la oportunidad de preguntarte si no entiende algo, ponte en su lugar, cambia la formulación de tus frases si estás utilizando referencias desconocidas para tu interlocutor o interlocutora… En definitiva, evita que esta experiencia sea un monólogo.

8. Aprende de tus errores

Las relaciones humanas siempre son imperfectas, y por eso siempre hay algo que mejorar. Cada vez que te decidas a expresar tus sentimientos, asegúrate de revisar mentalmente lo sucedido, y toma nota de tus errores para corregirlos y aprender de ellos. La práctica y la repetición te llevarán a mejorar en este tipo de habilidades, tal y como pasa en el resto.


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