sábado, 28 de abril de 2018

Características intelectuales y personales de los niños y niñas con AACC


La personalidad y forma de ser de los niños con altas capacidades (AACC) son tan variables como los de la población normal, aunque con matices que tienen que ver con su gran intelectualidad.


Contenido [esconder]
1 Características intelectuales
2 Características de comportamiento
3 Características de aprendizaje
4 Características sociales
Características intelectuales

Podemos resumir las características principales de la siguiente manera:
Curiosidad orientada a la comprensión.

Tratan de encontrar el sentido de las cosas, el por qué más que el qué. Esto hace que maximicen la significación de los aprendizajes rechazando explicaciones poco coherentes. Esta característica define bastante bien su estilo de aprendizaje: no se trata de que busquen más información sobre un tema, sino mayor comprensión. Por estas razones suelen mostrar actitudes con altibajos ante el currículum escolar, en función de los temas de que se trate y del estilo docente del profesorado.
Interconexión de informaciones.

Dada su alta eficacia cognitiva, tienden a hacer relaciones con informaciones que pertenecen a contextos diferentes, lo que posibilita nuevos conceptos y visiones innovadoras. También su estilo de recuerdo es más reconstructivo que recuperativo.
Versatilidad.

Este alumnado es eficaz ante tareas muy diversas. No se trata de la espectacularidad propia de los talentosos -referida a un área específica-, sino de un buen desempeño general, que puede incluir actuaciones brillantes esporádicas. A nivel social, suelen mantener relaciones relativamente buenas con los compañeros y con el profesorado, y es factible encontrar líderes entre los superdotados, aunque no siempre.
Características de comportamiento

A continuación os explicamos brevemente las características del comportamiento de los niños/as con AACC:
1. Capacidad intelectual en general y aptitud académica específica:
El niño es voluntarioso en la búsqueda de nuevos conocimientos.
No se distrae fácilmente.
Comprende con facilidad la información que adquiere y la recuerda.
Muestra logros excepcionales en alguna materia.
2. Pensamiento creativo y productivo:
Aplica los conocimientos adquiridos en una materia a otra distinta.
Genera gran cantidad de ideas y soluciones ante problemas.
Es arriesgado y especulativo.
3. Liderazgo:
Lleva a otros a trabajar en los temas que propone.
Responde bien a la responsabilidad.
4. Artes plásticas:
Demuestra originalidad al combinar ideas, métodos y formas de expresión artística.
Inicia, compone o adopta juegos, música, discursos, etc., libre de la influencia de los adultos.
5. Habilidad psicomotora:
Usa materiales comunes para generar soluciones creativas.
Afronta problemas mecánicos con originalidad.
Aprende ejercicios físicos con rapidez.
6. Motivación y voluntad:
Se concentra en un tema y persiste en él hasta que lo acaba.
Se aburre fácilmente con tareas rutinarias.
Prefiere trabajar independientemente y necesita poca ayuda.


Whitmore (1985) también hace otra diferenciación entre dos tipos de indicadores de superdotación: los primarios y los secundarios.
Indicadores primarios:
Aprenden con rapidez cuando están interesados. Excepcional capacidad cognitiva para aprender y utilizar el conocimiento. Destreza superior para resolver problemas. Vocabulario avanzado, con estructura lingüística compleja. Gran comprensión de ideas abstractas. Nivel elevado de persistencia en la búsqueda de información. Calidad excepcional de pensamiento. Notable capacidad de manejo de símbolos e ideas abstractas. Excepcional capacidad de transferencia de aprendizajes. Generación de soluciones e intuiciones nuevas.
Indicadores secundarios:

Se refieren a áreas motivacionales y creativas, así como de preocupación por aspectos sociales. Whitmore destaca entre otros:

Comportamiento enormemente creativo. Extensa gama de intereses. Gran curiosidad. Interés profundo en alguna área. Intenso deseo de conocer y entender. Elevada autonomía. Disfrute con la expresión, a través de la discusión o mediante actividades plásticas. Exigencia en los por qué. Sensibilidad y consistencia respecto de sí y de los demás, aunque se puede llegar a ser intolerante con la debilidad humana. Se puede llegar a ser perfeccionista. Mucha autocrítica. Fuertes deseos de sobresalir.

De todas formas, está claro que es la esfera intelectual la que propiamente define a estos niños y niñas. Realmente la alta capacidad intelectual es el único elemento común a todos ellos, pero no ha de ser contemplada de forma aislada.

Teniendo presente el “Modelo de los tres anillos” de Joseph Renzulli, es muy importante destacar el hecho de que no podemos considerar superdotado a un niño o niña que sólo cumpla uno de los tres criterios o rasgos aislados ante señalados. Como ya hemos visto, según Renzulli, la inteligencia no se entiende como un factor unitario, sino que existen varios tipos de inteligencia.

Para Renzulli tanto la “creatividad” como la” implicación o motivación en una tarea” son tan importantes como la “alta capacidad cognitiva”. La interacción de estos tres rasgos es los que componen el “Modelo de los Tres Anillos”.


Características de aprendizaje

Las características por las que podemos identificar a un niño/a de altas capacidades intelectuales son muchas y distintas, aunque no tenemos por qué encontrar todas ellas en un mismo sujeto. Hay muchas que dependen única y exclusivamente de los rasgos de personalidad de cada uno, así como de las variables externas que le rodeen.

Cabe resaltar la importancia del proceso de la metacognición, definiendo ésta como el conocimiento que tenemos sobre los propios procesos cognitivos, es decir la toma de conciencia por parte del individuo de los recursos intelectuales, su control y su manipulación.

Según muchos autores, las personas de altas capacidades tienen un mayor conocimiento en este sentido, utilizan unas estrategias más complejas, conocen mejor sus recursos y utilizan con más frecuencia las estrategias de control en la realización de las tareas o actividades.

Estos alumnos se diferencian de otros por lo siguiente (Jiménez, 2000):
Metamemoria

Podemos decir que son más rápidos en el almacenamiento y recuperación de información de la memoria a largo plazo, también destacan en eficacia perceptiva, lo que refleja en parte su mayor conocimiento general, tienen mayor número de estrategias para recuperar la información y son conscientes de ellas.
Eficacia al solucionador de problemas

Como ya hemos visto, son individuos que tienden al control interno de la conducta, pero también al aprendizaje rápido de nuevas estrategias que transfiere a otras situaciones, organizan mejor y más rápidamente la información, atienden de forma sostenida y disfrutan con la práctica prolongada e intensa en situaciones de adecuado desafío intelectual. Les gusta resolver sus propios problemas, escogen las estrategias más adecuadas y desestiman las menos eficaces, reconocen rápidamente si faltan datos en un problema y qué se necesita para solucionarlo.
Autorregulación activa y consciente

La autorregulación activa implica la existencia de un control directo sobre los resultados del comportamiento, la comprobación del grado de éxito y aprendizaje en los procesos por ensayo y error. La autorregulación consciente supone prever el error y tratar de eliminarlo antes de que se produzca porque se trabajan mentalmente los conceptos. Es superior a la autorregulación activa, y en ambos destacan los niños/as superdotados.


Estas particularidades, junto con tener una muy buena memoria, gran nivel de comprensión y generalización, gran capacidad de atención, una buena capacidad para manipular símbolos, etc. consigue que el alumnado de altas capacidades reúna una serie de factores clave que le facilitan el aprendizaje. De hecho, una de las cualidades por la que se define mejor a este tipo de alumnado, es por su capacidad de aprendizaje rápido.
Características sociales

Es importante mencionar las características que definen a estos niños/as en su área social, ya que es incluso uno de los parámetros más importantes a tener en cuenta antes de tomar cualquier decisión o adoptar una respuesta educativa.

Entre las principales características podemos mencionar las siguientes:
Tienen un sentido ético muy desarrollado.
Se muestran altamente autocríticos.
Son muy sensibles (hipersensibilidad) y necesitan apoyo emocional para gestionar eficazmente sus desbordantes sensaciones y emociones.
Tienen, habitualmente, ambiciones e ideales muy elevados.
Suelen comportarse de manera enérgica y activa.
Poseen un gran sentido del humor.
Prefieren compañeros de más edad o relaciones con adultos (no en relaciones lúdicas).
Muestran intereses y preocupaciones profundas sobre el mundo que les rodea.
Se habla de sujetos aislados, pero no rechazados. Suele ser un aislamiento intermitente (les gusta estar solos en algunos juegos y elaboraciones).
Arrastran a otros hacia el trabajo que proponen.
Suelen presentar una baja tolerancia a la frustración

Dentro de esta área, no podemos dejar de lado los rasgos de personalidad. Como ya hemos dicho anteriormente, la variación es muy amplia en este sentido, pues las características de personalidad no dependen del intelecto, por lo que se pueden encontrar las mismas variaciones que en la población normal. Sin embargo, el funcionamiento intelectual interactúa inevitablemente, favoreciendo o no aspectos tan relevantes como el autoconcepto, la autoestima, la impulsividad o la reflexión.

Con todo, podemos afirmar (de forma general) que suelen tener una personalidad bastante equilibrada, con altos niveles de autoestima, suelen ser flexibles y tienen una socialización bastante normal. En algunas ocasiones pueden llegar a presentar dificultades a nivel social o escolar. Dabrowski incluso utiliza el término “desintegración positiva” para referirse al desarraigo escolar y social de los niños y niñas con AACC.

Enlaces de interés

Cuestionario de detección de niños superdotados. (3 – 4 años)
Cuestionario de detección de niños superdotados. (5 – 8 años)
Cuestionario de detección de niños superdotados. (9 – 14 años)

Referencias

ACEREDA, A. (2000): Niños superdotados. Pirámide. Madrid.

ALONSO, J.A. (1995): Adaptación escolar y social del superdotado de 6 a 16 años. Tesis Doctoral. Universidad de Salamanca.

ALONSO, J.A., BENITO, Y., RENZULLI, J. (2003): Manual Internacional de Superdotados. EOS. Madrid.

BENITO, Y. (coord.) (1990): Problemática del niño superdotado. Salamanca, Amaru.


BENITO, Y. (1996): Inteligencia y algunos factores de personalidad en superdotados. Salamanca, Amaru.

DAVIS, G.A. y RIMM, S.B. (1985): Education of the gifted and talented. Englewood Cliffs- NJ, Prentice-Hall.

DEHAAN, R.G. y HAVIGHURST, R.J. (1957): Educating the gifted. Chicago, University of Chicago Press.

DELGADO, E. (2000): La vida según un superdotado. Barcelona, TECUM.

ELLIS, J. WILLINSKY, J. (1999): Niñas, mujeres y superdotación. Madrid, Narcea.

FERNÁNDEZ, R. (1997): Creatividad y superdotación. Comunicación presentada al I Congreso Internacional sobre el niño superdotado y el talento, Madrid.

FERNÁNDEZ, R. y PERALTA, F. (1997): Estudio de tres modelos de creatividad: criterios para la identificación de la producción creativa. Faísca. Revista de Altas Capacidades, 6, 67-85.Santiago. Gesram.

FREEMAN J. (1988): Los niños superdotados: aspectos psicólogicos y pedagógicos. Madrid, Aula XXI-Santillana.

JACKSON, B. (1981): Cada niño una excepción. Madrid, Morata.

https://www.psicoactiva.com

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