miércoles, 14 de febrero de 2018

Sentires del Alma… Parejas/Desparejas: Mitos, tradiciones y falsas creencias. Por Ashamel Lemagsa.



Amados…

En la historia de la Humanidad, las tradiciones, creencias y los mitos nos marcaron a la hora de elegir nuestra pareja…



“Para toda la vida…

Amor Eterno…

Mi media naranja…

Jamás te dejaré…

No cambiaré…

Seguiremos juntos en las buenas y el las malas…

El destino nos unió…

El uno para el otro…”



Estas son algunas de las creencias, que se trata de seguir manteniendo activas y en vigencia, pero lentamente a través de la evolución espiritual y del despertar de consciencia… caen, por su propio peso.



Nada es fijo, quieto, impeturbable, el cosmos se mueve, el ser humano, crece, se desarrolla, envejece y muere, aunque su Alma sea Eterna.

La vida misma es un ciclo de evolución constante, que se modifica con el devenir de los años.

El amor es eterno, incondicional, ilimitado, pero nuestra vida en Tercera Dimensión es…limitada y con ella todas nuestras relaciones interpersonales, sean de familia, amigos incluido la pareja o matrimonio.

Lo ideal sería que el amor incondicional sea el hilo conductor de todo y todos, pero no es tan así, la realidad canta otra historia muy distinta, de la que algunos han querido imponernos o contarnos como lo ideal a seguir.

Todos somos “Piezas de un Tablero Divino Universal”.

Cada “pieza de ese rompecabezas Divino, es perfecta, distinta a las demás, ninguna es igual o idéntica, tampoco se debe buscar desesperadamente su “complemento” para sentirse… Completo/a (Mito de la “Media Naranja”)

La realidad…

El Ser Humano no fue formado ni desde la familia, ni mucho menos desde las Instituciones Escolares para ser Unidad en Sí Mismo.

Se nos inculcó que nuestra pareja, debía tener nuestros ideales, virtudes y en lo posible un status económico social, similar, para lograr formalizar un matrimonio bien constituido.

Los ricos con los ricos, los que pertenecen a la clase media con aspiraciones para ascender, los seguidores de las tradiciones familiares ancestrales y así seguiría con una larga lista de supuestas coincidencias.

Entonces…

En que cajón olvidado de nuestra memoria sideral, dejamos al Amor incondicional???

Ese amor que no sabe de diferencias, ni busca similitudes????

Solo sabe de amar incondicionalmente…

A la hora de elegir pareja las reglas, aunque se diga que la liberación y la modernidad están disolviendo dichas reglas, aún perduran, pues están presente en nuestro inconsciente y son las que dirigen nuestras elecciones.

Fuimos formados a través de la creencia que tenemos un vacío interior, el cual para llenarlo, se debía encontrar la parte que nos complementara, cuando en realidad nosotros somos completos, distintos, únicos e irremplazables.

Desde la niñez, se nos insistió lo que no éramos, lo que no sabíamos, lo que debíamos alcanzar a través de mucho sacrificio!!



Les pregunto…

En qué momento se nos informó lo que si sabíamos, lo valiosos que eran nuestros conocimientos o predisposiciones innatas, lo completos que éramos???



En escasas situaciones nuestros progenitores nos despertaron a las increíbles habilidades y capacidades que teníamos por sobre aquellos temas que nos costaba aprender o ser.

Siempre predominó lo que no sabíamos por sobre las capacidades que poseíamos y debíamos profundizar.



No fuimos formados en la integración interior, a completarnos a nosotros mismos desde nuestras capacidades innatas y el desarrollo de nuevas habilidades que se integrarían a las ya existentes.



Se nos inculcó que éramos incompletos, por lo que no lográbamos llegar a Ser, pero se nos alentó a buscar lo que nos completaría a través de otros o de nuestra pareja. De esta manera la “Media Naranja” es la mitad complementaria de nuestros Ser incompleto, según las creencias populares ancestrales.



En realidad nadie tiene que completar a nadie, pues somos los que somos, completos, bellos y Divinos.

Piezas mágicas del Tablero Divino, Creación de Dios.

Así se formalizan “parejas desparejas”, con la creencia que se complementan, cuando en realidad conviven enfrentándose mutuamente, pues cada uno le indica al otro lo que no es, por sobre de lo que sí es.

Nacen los matrimonios donde ninguna parte trata de comprender al otro, simplemente se comparan quien gana más dinero, quien sabe más, que habilidades posee una de las partes, que "justamente", el otro no tiene.

Jamás nos explicaron cómo convivir con el otro a pesar de las diferencias que pueda tener con nosotros, pues lo distinto del otro es particular para él, y no lo es para nosotros.


Somos todos distintos, pero al ser conscientes de ello, debe renacer en nosotros el respeto y la valoración de lo que somos, sin caer en la vanidad o el egocentrismo.

No necesitamos encontrar la “otra mitad” para sentirnos completos, pues ya lo somos desde nuestro origen Divino.

Somos completos, con nuestras Luces y nuestras Sombras, nuestros aprendizajes adquiridos y los por adquirir, que llegaran a integrarse en nuestro Ser cuando el conocimiento se transforme en Sabiduría.


No es mejor el que más sabe, sino aquel que mejor sabe aplicarlo en la vida cotidiana.

Las parejas, son “desparejas” y es normal que así sea, el tema sería que cada integrante se haga consciente de aquello que debe desarrollar por sí mismo y no por obra y gracia del esfuerzo diario del otro, que intenta modificarlo.

Tú puedes ser habilidoso en la comunicación empática, mientras que tu pareja, quizás, debe desarrollar esa habilidad o no la necesite en esta vida, pues debe centrar sus esfuerzos en buscar las respuestas en su interior, para lo cual la introspección, el silencio y los momentos de reflexión profunda, lo hacen aislarse de los demás, inclusive de su propia pareja.

Cuando comprendemos que convivir con nuestra pareja no implica necesariamente modificarla, para que se “empareje” con nosotros, pues en realidad somos nosotros los que debemos integrarnos en nuestro interior, equilibrar nuestras energías luminosas y oscuras, Ser Unidad en nosotros mismos!!!!

¿Cómo lograrlo?

Cuando salta la ira, sanarla con paciencia y compasión.

Cuando los celos nos acosan, soltarlos con auto confianza, sabiendo que el otro estará a nuestro lado, el tiempo justo y necesario y la fidelidad nace de nuestra certeza interior que nuestra pareja se mantiene a nuestro lado por amor y con amor se construye cada día un proyecto de vida que se comparte, pero nunca seremos ni somos el “dueño” de la vida del otro, pues somos responsables de nuestro actos, sentimientos y pensamientos, pero jamás de lo que el otro es y siente.



Dios, a su Creación le otorgó el Libre Albedrío, y el Ser Humano en su afán de estar acompañado, busca dominar al otro, limitando su libertad tanto exterior como interior, a través de los celos, la culpa, la desconfianza, la violencia verbal, emocional y hasta en el pensamiento, siendo el resultado final de estas actitudes, la inevitable separación del matrimonio.

Nadie puede mantenerse a nuestro lado, por mucho tiempo y con “amor”, si nosotros vivimos con una actitud de desconfianza, celos, rencor, envidia o competencia hacia el otro, los resultados son siempre nefastos, pues el otro se puede hartar y haciendo uso de su libre albedrío buscar otro sendero de vida, donde se le respete su libertad de Ser y crear otra realidad o bien puede transformarse en otro dominador, viviendo cada día como un reflejo de batallas interiores que proyecta en el otro y viceversa, cada uno buscará la manera de dominar del territorio del otro.

Entonces…

¿Cómo Ser, en Pareja?

En primer término debemos sentirnos completos nosotros mismos, comprendiendo que somos Seres en evolución que a través de las experiencias en el fluir de la vida misma, iremos adquiriendo aquello que nos falta adquirir, como por ejemplo: paciencia, hábitos saludables, la comprensión en la adversidad y en la alegría, la paz interior a pesar del “caos” externo.

Cuando aceptamos nuestro estado completo, perfecto y dinámico, entonces estamos dispuestos a aceptar al otro como es realmente, sin intentar cambiarlo, pues sabemos por nuestra propia experiencia, que se irá modificando por sí mismo.

Finalmente decidimos compartir con el otro un proyecto de vida en común, lo que implicará compartir ideas, sentimientos, situaciones, sabiendo que el otro es un Ser independiente a nosotros que nos une el amor y el respeto, pero puede en algún momento, ejerciendo su libre albedrío, cambiar su forma de amar, sentir o crear la realidad cotidiana.

Cuando respetamos nuestra libertad interior, sabemos respetar la del otro y la vida en común, es un compartir, sin dominar, sin manipular, es AMAR!!!!

Finalmente…

Me amo como Soy, con mis luces y a pesar de mis sombras a iluminar…

Te amo como eres, no como quiero que seas, pues te respeto tanto como me respeto a mí misma.

Te amo porque entre ambos decidimos compartir la vida, fluir en ella libremente, desde el amor sincero.

Te amo… no sabemos cuánto tiempo, ni que sucederá más allá de nuestros propios sentires, pues la vida se construye Hoy y el mañana será un hoy con los cambios propios de la vida en evolución.

Ni Yo soy tú, ni Tú eres Yo…

Ambos somos Unidad en nosotros mismos desde el Amor,

Ambos sentimos nuestras Almas unidas por el Amor a la vida Plena.

Así es y Será.



Los Amo!!!

Con Amor Ashamel Lemagsa.








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