viernes, 30 de junio de 2017

Un precioso corto animado nos muestra cómo nacen y crecen las buenas ideas


1. Al inicio, una buena idea puede parecer insignificante. Puede parecer una verdad de Perogrullo, pero el primer paso para desarrollar un proyecto interesante consiste en ser capaces de captar una buena idea. Al inicio cualquier idea es pequeña, y puede parecer poco atractiva, descabellada o incluso banal. Es importante ir más allá de esa fase para poder descubrir su potencial. A veces una idea que parece insignificante, puede convertirse en algo más grande de lo que su creador pudo imaginar.

2. Déjate guiar por tu instinto. Las ideas más geniales suelen cocerse en el inconsciente, en esa parte de la mente donde se mezclan conceptos, formas y vivencias por debajo del umbral de la conciencia. Si una idea te ronda y no logras quitártela de la mente, es probable que sea buena, no la descartes inmediatamente, explórala. Muchas buenas ideas se han quedado relegadas al limbo de la creatividad simplemente porque las personas no le han prestado atención a su instinto.

3. Jamás te compares. Es probable que cuando comiences a darle forma a tu idea, descubras que hay otras personas trabajando en esa misma dirección. No dejes que las ideas de los demás te asusten, jamás te dejes intimidar por la competencia. Tu idea crecerá y brillará si haces las cosas bien y sabes cómo distinguirte.

4. No basta tiempo y esfuerzo, también es necesaria la pasión. Las buenas ideas que se convierten en grandes proyectos no tienen detrás solo muchas horas de trabajo y esfuerzo sino también mucha pasión. Para que una idea germine y dé frutos necesita amor y pasión, como si fuera un bebé. Y mientras lo haces, es importante que no olvides divertirte porque, al fin y al cabo, de eso se trata, de disfrutar lo que haces.

5. Seguir una idea es descubrir nuevos caminos. Seguir una buena idea siempre implica descubrir nuevos caminos, nuevas maneras de hacer las cosas y nuevas formas de pensar. Si no eres capaz de salir de tu zona de confort y atreverte a probar cosas nuevas, la idea morirá porque su potencial radica precisamente en el nuevo universo que puede crear. Por eso, seguir una idea siempre requiere una buena dosis de valentía y espíritu aventurero. Y lo había dicho Alfonso Rodríguez Castelao: "El verdadero heroísmo está en transformar los deseos en realidades y las ideas en hechos".

6. Cuando todo se hace cuesta arriba, pide ayuda. Habrá momentos difíciles, todo proyecto que vale la pena los tiene. Cuando los obstáculos son demasiado grandes, no temas en pedir ayuda, las grandes ideas a veces también necesitan grandes apoyos. Recuerda que no se es más débil por pedir ayuda, conocer tus limitaciones es señal de inteligencia, no de debilidad.


7. No te aferres. En los grandes proyectos, llega un momento en el que la idea cobra vida propia, crece y suele superar a su creador. Entonces es necesario aprender a fluir y dejar que el potencial de la idea continúe creciendo para que llegue a más personas, aunque eso signifique que debemos asumir un rol menos importante. Sin duda, esta es una de las partes más difíciles. La mejor manera de afrontarlo es sintiéndose orgulloso por lo que has logrado.
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