sábado, 10 de diciembre de 2016

Libro: "Despertares de mi Alma". Capítulo 7. Por Ashamel Lemagsa.


  Dios en Ti…
Capítulo: 7
Amados…

Una breve historia…

Caminaba una madre  junto con su pequeño hijo, ambos de la mano, conversando…

Cuando pasan por las cercanías de una Iglesia…
El niño se detiene y la pregunta a su madre:

 “Mamá…¿Qué es esa construcción tan grande?”

La madre, responde: “Es la Casa de Dios”…
(Señalando la Iglesia.)

Fin de la historia.

***

Después de escuchar este breve diálogo, mientras caminaba disfrutando el sol de la mañana, me imaginaba al niño buscando dentro de la Iglesia a Dios, llamándolo, pero sin escuchar una respuesta, sin lograr ver a un señor de largas barbas y mirada bondadosa.

Desde pequeños nos instruyeron según nuestra cultura, que Dios está en un determinado lugar, llámese templo, iglesia, montaña, Sol, Pirámide, etc., etc.…

También nos enseñaron a orar mirando al cielo, en busca de Dios…

De adultos implorando ayuda Divina, que está muy lejos…

Siempre buscando afuera de nosotros, así fueron las enseñanzas de nuestros padres y ancestros…

Construimos altares, imágenes, pintamos cuadros, murales en las paredes de los Templos, construimos  el Vaticano…

Todo en honor a Dios…

Me pregunto en qué momento, Dios pidió que se construyan esas enormes estructuras en su honor, para elevar plegarias o recibir ayuda Divina.

De mi parte, realmente siento que Dios  jamás lo pidió, pues, Dios es amor puro.
 No necesita que lo adoren dentro de un templo, pues lo trasciende.

Aquellos que construyeron templos, en su nombre, a mi entender, no supieron interpretarlo.

Dios  vive EN NOSOTROS!!!
Su Templo es el corazón!!!!

Crecemos en una sociedad  donde nos forman desde niños que lo “superior” está ubicado fuera de nosotros y muyyyy alto, casi imposible de alcanzarlo, solo los Maestros, llegan a conectarse con lo Superior.

Nos instruyeron que Dios nos juzga, que nos coloca obstáculos en nuestro crecimiento personal, pues “algo habremos hecho mal”…

Con el correr de los años, algunos sueltan la búsqueda de Dios, al no encontrarlo afuera y prefieren seguir a un “Gurú”, Maestro, Profeta o Tratado de sabiduría, pues de esta manera por lo menos lo tienen un poco más cerca y hasta pueden llegar a mantener un diálogo, aunque en algunas ocasiones deban pagar una suma de dinero para lograr una breve charla…

La búsqueda sigue…

El tiempo transcurre y Dios que no aparece, por ningún lado…

Pero un día, agotados de buscar “lejitos”…

Sentimos que la búsqueda de Dios afuera de nosotros nos distrae del verdadero estado de Gracia, de Dios que podemos sentir, por Derecho Divino.

Entonces…

Comenzamos la búsqueda inversa… hacia adentro  del  Ser.
Pero, nos topamos con el Ego y el despliegue de sus argumentos sostenido por milenios…

Como por ejemplo…

“No eres suficientemente bueno o puro para recibir a Dios”…

Entonces…

Saltan las culpas, el dolor, el miedo al castigo Divino…

Si continuamos buscando adentro de nosotros  debemos  vencer un gran desafío… el vernos a nosotros mismos, con las sombras y las luces…

Si desistimos  en la búsqueda interior… regresamos hacia afuera, allí, no encontramos a Dios y si bien, es un ambiente “conocido”, con respuestas conocidas, regresaremos a la confusión de los mensajes contradictorios…

Tienes Libre Albedrío…

Quizás decidas seguir buscando en tu interior, si así lo decides, deberás iluminar  tus propias sombras como, por ejemplo, el orgullo, la vanidad, el rencor, la envidia, los celos.

Las sombras se sanan con LUZ!!!!!, para lo cual debes sostener tu Luz, incrementándola a cada instante.

Recuerda, centrarte en ti!!!…

Donde hay rencor… incremente el perdón.

Donde hay odio… incrementa la compasión y el amor.

Donde hay celos… Incrementa la comprensión.

Donde hay orgullo… Incrementa la humildad.

Donde hay ira… Incremente el Silencio Interior.

Donde hay descontrol…  auto control desde el respeto hacia ti mismo.

Si quieres cambiar tu mundo exterior, cambia tu interior.

Si quieres conectarte con Dios, inicia el viaje interior, iluminándote con amor, perdonándote, sanándote, en la reconciliación contigo.

No eres culpable… solo tienes aprendizajes que adquirir.

Nadie te castigará… solo atravesarás pruebas para aprobar el examen pendiente.

Nadie te juzga… solo tú buscarás el mejor sendero para sanarte desde la luz.

Todos somos portadores de la Chispa Divina, es la energía Crística que nos recuerda que salimos de la Fuente, con un pedacito de Dios en nosotros.

Esa Chispa de Dios, está encarnada en ti y viajará contigo a través del tiempo y el espacio.

Cuando llegaste a la Tercera Dimensión, portas una personalidad acorde a la densidad de este Plano 3D, así se crea una separación entre ti y tu Chispa Divina, pero esa separación, ese velo, se está corriendo en el Despertar de Consciencia actual, cuando comprendes que Dios habita en ti y a través de Él formas parte de su Creación, pues eres una parte del “Gran Tablero Divino”, comienzas a sentir a Dios en ti.

En el instante que comienzas a trabajar en tu auto observación, sientes como si miraras una película que se proyecta ante ti, recorres tu vida, comprendiendo que cada “error” fue un aprendizaje, que tus “verdugos” fueron tus mejores Maestros, pues sacaron de ti, las pasiones más extremas, para ser soltadas y sanadas…

Comprendes, que Dios siempre estuvo a tu lado, sosteniendo tu andar, guiando tus sentires, sembrando tu sendero de luces para despertarte en el Amor.

Entonces, por ejemplo…

Cómo sanar la ira escondida en tu interior, si a tu vida no llega algún acontecimiento kármico, para sacarla a la luz y así lograr comprender que el odio, genera rencor y en el rencor se actúa con ira y ella es la expresión de… falta de amor a nosotros mismos, pues nadie quiere hacerse daño a sí mismo, pero con actitudes, emociones y pensamientos impregnados  de ira, nos herimos a nosotros mismos, sumado a las heridas que le causamos a los otros.

Creamos una cadena de dolor, donde los eslabones nos mantienen separados de Dios en nosotros, cuando no iluminamos nuestras sombras, cuando no nos hacemos conscientes de la presencia de ellas en nuestro interior, aunque todos los domingos concurramos a un templo religioso, ellas continuarán manifestándose.

Sin culpa, con aceptación, compasión y humildad soltemos los eslabones del dolor, para auto iluminarnos en nuestra Paz Interior.

En tu Paz Interior, escucharás la voz de tu Alma, ella te acercará a tu Ser Superior y desde él, Dios  en ti te guiará.

Es una escalera de Amor ilimitado donde tú mismo puedes ascender, sin más ayuda que tu firme voluntad de ser comunión con Dios, nadie ni nada te lo impide.

Finalmente, recuerda…

El Ego, es la personalidad que traes a esta vida para ser sanada; ella es la portadora de todos los aprendizajes que debes “aprobar” para seguir en tu sendero de ascensión.

No es un enemigo,  tampoco tiene como meta ser un obstáculo para tu evolución, simplemente saca a la luz, tus propias sombras, algunas de ellas, acumuladas de otras vidas, para ser sanadas en la luz del amor ilimitado.

Dios en ti, es tu gran sanador, pacientemente espera que aceptes que hagas lo que hagas y sientas lo que sientas, Él  siempre te acompañará, jamás te “suelta”, pues forma parte de ti, es la Monada de Amor Divino, que te fue entregado cuando naciste como Ser individual.

La densidad te mantiene lejos de la conexión con Dios, en la medida que te auto sanas, cuando liberas las sombras en la energía del amor estás creando tu sendero interior para una conexión con los Planos Superiores.

En tu ardua tarea  de  auto iluminarte, Dios te sostiene y abre en ti el sendero de la compasión, el perdón y la liberación definitiva desde el amor infinito.

Recuerda que tanto las emociones, como los pensamientos y las acciones negativas, se sanan desarrollando la energía opuesta.

Si eres egoísta, desarrolla la generosidad desinteresada.

Si eres celoso/a desarrolla la comprensión y la confianza.

Los celos, por ejemplo, surgen del Ego Personalidad, es la sombra que sale a la superficie para que seas consciente de ella y la sanes a través de la Luz de la comprensión amorosa.

La densidad nos arraiga al miedo de “perder” algo, pero la espiritualidad nos conduce al amor desinteresado, donde no existe el miedo, no hay espacio para el miedo, porque no hay apego y en el desapego se logra la soberanía espiritual.

Cuando sientes miedo, no amas, tratas de poseer al otro o a los otros, crees que en el dominio, no sentirás el vacío de la soledad, pues en la soledad está presente el silencio y en él corres el riesgo de sentirte a ti mismo y como te contaron que eres “culpable” de los pecados de hoy y de ayer, prefieres rodearte de personas, templos, Tratados, Guías y no sentirte a ti mismo.

El que siente miedo es el Ego Personalidad, pues tu Ser Divino, tu Esencia, carece de miedo, ella está esperando que la encuentres en ti mismo.

El Despertar de consciencia es…

Viajar al Interior de ti mismo, reconocerte como un Ser Divino, entregarle el comando a Dios en ti y agradecer la existencia del Ego Personalidad, pues gracias a sus “servicios”, puedes  Auto sanarte en el Amor Crístico.

Cuando le entregas el poder a Dios en ti, el Ego  trabaja al servicio del corazón, en unidad, del Amor Ilimitado, para ser Fuente de Paz y armonía .

Entonces…

Oremos…

Amado Dios en Mi…

Te entrego mi Voluntad Humana,

para que en comunión con tu Divina Voluntad,

Seamos UNO en el Amor Ilimitado.

Para que la Paz sea mi mejor estado espiritual.

Para Ser Luz en el Despertar de Consciencia.

Amén.

Gracias.
Los Amo.

Con Amor, Ashamel Lemagsa


No hay comentarios.:

Publicar un comentario