miércoles, 7 de diciembre de 2016

Envenenamiento mental y el fuego de la verdad. Por David Topí.


La técnica del envenenamiento mental es una herramienta usada por los poderes en control, entes interdimensionales y diferentes tipos de seres (y quizás personas) para manipular el cuerpo mental de alguien e imbuirle pensamientos, ideas y todo tipo de formas mentales que no son las suyas, pero que se hacen pasar como tales, provocando que la persona piense, crea, sienta y actué de forma acorde a cómo se desea o se intenta provocar en ella. A este respecto, en un artículo anterior os decía:
La experiencia e investigación nos ha llevado a darnos cuenta de que todos aquellos considerados “molestos” por los que rigen aun las estructuras de este sistema, recibimos 24/7 una onda disruptiva proveniente de un emisor tipo antena situado en las bases de gestión y poder existentes en el planeta, desde donde se controla toda la matrix del sistema de vida humano. Existe algo así como una antena por persona “marcada”, sintonizado a la frecuencia base de las glándulas pituitaria, pineal y parótida, que identifican individualmente la frecuencia de resonancia de cada uno de los seres humanos. Para obtener dicha frecuencia y poder sintonizar la antena hacia una persona, existe otra especie de tecnología de scan. Dependiendo de la configuración mental de la persona, la onda está enfocada hacia una o varias de las esferas mentales del individuo. El contenido de esta onda lo forman mensajes, formas mentales, pensamientos, que la persona cree ser suyos, y entre ellos se imbuye todo tipo de programas de reducción del potencial de la persona.
Darte cuenta de que te están manipulando la psique para que creas algo o para insertarte pensamientos que parecen propios pero que no lo son, es un desgaste energético brutal, todo el día estando alerta auto-observándote para poner en duda ciertas cosas que se te pasan por la cabeza, o ciertos comportamientos que manifiestas, preguntándote si realmente son inducidos, imbuidos o potenciados quizás de una semilla ya presente en ti, pero artificialmente amplificados. El propósito, en los casos más simples de esta manipulación, es desviarte de objetivos, crear confusión en uno, caos y rupturas con proyectos, personas y propósitos en marcha, y, en los casos más extremos, literalmente, volverte loco.

Diferentes medios de envenenamiento mental

Cuando se hace por medios tecnológicos, funciona a partir de la inducción mental remota, de la que ya hemos hablado en alguna ocasión; cuando es un ente el que lo hace, se produce por el acople al cuerpo mental del mismo o por la inserción de “burbujas mentales” en este, así como de programas y patrones en diferentes partes de la psique. Lo que aquel que está siendo "envenenado" siente, percibe o piensa, forma parte ya del contenido que tiene en su mente, y, si no te has dado cuenta que estás pensando o viendo o percibiendo cosas no usuales, o que te inducen hacia un tipo de comportamiento u otro, sutilmente negativo y sutilmente disruptivo en todos los casos, para ti mismo y para con otros, es difícil pararlo y no dejarse llevar por el mismo.

En mayor o menor grado, muchos de nosotros hemos sufrido mini-envenenamientos mentales y manipulaciones de este estilo, bien por entes actuando desde los planos no físicos, bien por la estructuras de nuestro sistema de control, haciendo que, en nuestra pantalla mental nos montemos historias y escenarios de todo tipo que nada tienen que ver con la realidad, pero que, interiormente, son tan vívidos como si estuvieran sucediendo en el mundo físico tal y como nos los imaginamos. Esto varia desde situaciones y películas que nos montamos sobre lo que nos puede pasar, a interpretaciones totalmente distorsionadas de cosas que estamos viviendo con otras personas, hasta manipulaciones en nuestra mente de proyectos e historias en los que estamos metidos, haciendo que, al insertar nuevo contenido en la psique o manipular el existente, se desvirtúe la realidad interior que cada uno se forma sobre algo o alguien, que luego no se corresponde con la manifestación física de lo que ese algo o alguien es o hace en ningún sentido.

Al haber pasado por muchos episodios de este tipo y haber perdido mucha energía y muchas noches de no dormir por no darme cuenta a tiempo de que lo que discurría por mi cabeza no eran más que pensamientos manipulados e insertados para hacerme cambiar mi visión algo o alguien, desistir, olvidar o dejar de hacer esto o lo otro, con alguien o con algo, llegué, y llegamos todos, a un punto que necesitas herramientas para poder discernir que memorias, pensamientos e ideas son falsas o manipuladas, y cuales no. Tratar de aprender a sentir la frecuencia de la “verdad” detrás de esas formas mentales no siempre es sencillo, así que en muchas ocasiones se hace necesario recurrir a una combinación de técnicas y herramientas para ello.

El fuego de la verdad

La forma siguiente que os comento a continuación no es más que una de esas herramientas, y la aprendí leyendo a supervivientes de experimentos de control mental, profundamente programados y con muchos alters de personalidad, tantos y tan bien creados en la esfera de consciencia, que es realmente complicado que sean capaces de saber que memorias son reales y que memorias han sido implantadas en ellos, o que pensamientos son suyos y cuales son externos. Para esta técnica se usa la energía de uno de los cuatro elementos primario, el fuego, en una visualización donde se “inserta” el pensamiento, memoria, visión o lo que sea que queramos saber si es “verdadera”, o si es falsa, en él.

¿Cómo funciona esto? Las memorias, pensamientos y manipulaciones de la psique que son artificiales son como las flores naturales y las flores de plástico, a estas últimas les falta “vida”, por mucho que se parezcan o por muy bien conseguidas que estén, no dejan de ser creaciones externas con energía diferente a la nuestra, que se insertan o proyectan sobre nosotros. El problema es que están muy bien hechas, y por eso no las distinguimos en un estado ordinario de pensamiento sin autobservación constante y atenta, pero no tienen las mismas cualidades que aquello que es natural y creado por uno mismo.

Todo empieza por cuestionarse aquello que estás recordando, que te ha llegado como un mensaje o intuición, como una canalización, aquello que te descubres pensando o se te está pasando por tu mente, etc., y tratar de percibir si podría ser una película proyectada o insertada, que simplemente no cuadra con el resto del contenido, ideas, experiencias y memorias que posees sobre el tema en cuestión. Es como insertar una rosa de plástico en un rosal y hacerla tan brillante y olorosa que es todo lo que nos llama la atención, sin darnos cuenta de que es la única rosa de todo el conjunto que tiene una pinta extraña respecto a las demás, y que no encaja con el resto del contenido de la psique que poseemos en cualidades, vibración, sensación, etc.

Quemando lo que necesitamos verificar

Una forma de tener una pista sobre si esta “rosa de plástico” es “real”, es visualizarla dentro de un fuego, "el fuego de la verdad", que es una energía arquetípica que posee su propia frecuencia y existencia, y que actúa de “juez” ante la forma mental que puede o no estar alineada y sintonizada con ella, siendo nuestra energía base de comparación. Para conectar con esa energía uno no tiene más que decretar, poner la intención o invocarla.

Si al visualizar el pensamiento, recuerdo, evento, memoria, etc., quemándose ves, sientes, percibes o tienes la impresión de que ese recuerdo o forma mental “se derrite”, entonces es falsa, ya que no está acorde al arquetipo “verdad” que es un tipo de vibración que tenemos a nuestra disposición para comparar todo contra ella y ayudarnos a discernir. Eso es lo que hace más o menos el centro intelectual superior de forma automática, ubicado y asociado al octavo chakra, extracorporal, cuando está activo y funcionando, algo que, como también hemos comentado en algún otro artículo, no es así en prácticamente ningún ser humano en estos momentos, de ahí que sea tan fácil engatusarnos con todo tipo de mentiras por los medios de comunicación y poderes varios, al no ser capaces de comparar automáticamente lo recibido con la frecuencia o vibración que tiene la energía de la “verdad”.

Por otro lado, si la memoria, pensamiento, visión, escenario mental, etc., persiste, y sientes que a pesar de haberlo visualizado “quemándose” sale ileso, es una indicación de que la energía que lo forma está alineada con lo que es correcto y verdadero, que no tiene por que ser exacto y 100% certero, pero está alineado con el arquetipo, y eso ya es una indicación de que no es manipulado, y nos ayuda a discernir cómo actuar o que hacer respecto a este envenenamiento mental negativo que pudiéramos estar recibiendo. Esto suele pasar, como digo, en los casos más repetitivos y persistentes, cuando eres molesto para el sistema, y esperemos que llegue un momento que haya tanta gente que “moleste” que no den abasto, y no haya forma de seguir manipulando a todo el mundo. El miedo al fracaso que tienen los poderes en control es tan grande, y hay tantas personas que se están dando cuenta de ello, que cada vez tienen menos armas para parar el cambio y transformación interior en cada uno de nosotros que nos va a llevar a la transformación y cambio global para toda nuestra raza, la Humana.

un abrazo,
David Topí

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