martes, 20 de diciembre de 2016

Camino al despertar.


A medida que vamos avanzando en nuestra práctica espiritual, y esto significa practicar todos los días con voluntad, entusiasmo e intensidad, vamos a ir viendo poco a poco que somos más conscientes, estamos más alerta, en un estado más observativo y menos apegado a nuestros pensamientos, al "yo" y al mundo.

Entonces, nos daremos cuenta cada vez que surge una identificación, un apego.
 
Esto lo reconoceremos porque surge un malestar en nuestro interior... Es un estado como de "salir de tu centro" para caer aferrado en la creencia de que el mundo es la realidad y reaccionar como si todo esto fuera real.
 
Es como estar viendo una película y adentrarse tanto en la historia que se está proyectando en la pantalla del cine, que al final creemos que es verdad, que es real. Y, por tanto, dejamos de mantener la atención en lo que soy realmente, porque me he creído que soy el personaje que aparece en la película.
Esta sensación, produce malestar... y cuanto más vas avanzando en tu práctica espiritual, cada vez detectas más rápido este malestar, esta sensación de "caer inconsciente", y por tanto, rápidamente vuelves a tu centro, al núcleo de tu verdadera Presencia consciente para permanecer en tu propia paz, en tu propia libertad, sin apegos, sin creencias en ilusiones, solo en lo que Tú Eres.
Un ser consciente también usa su mente, como herramienta, pero no se apega a los pensamientos. Usa la mente de manera práctica, no hace una historia ni interpreta las situaciones de la vida, sino que ve la realidad tal y como es, sin malinterpretarla. 
El ser consciente también usa su cuerpo físico, como vehículo y herramienta para poder expresarse desde su más profundo sentir. Esto es vivir desde el corazón, creando y compartiendo todo aquello que más te entusiasma y más amas hacer.
 
Usa la mente y el cuerpo para Ser aquí en la dimensión de la experiencia. Creando a partir de su sentir, de sus dones y talentos, de su creatividad y amor. Porque cuando te manifiestas como lo que eres y creas lo que sientes, entonces te expandes. Y cuando te expandes eres feliz, eres un ser libre.
Un ser consciente usa su mente y su cuerpo como herramienta y vehículo para vivir esta experiencia tan gloriosa y toda esta bendición.
A medida que vas avanzando en tu práctica espiritual, los viejos patrones condicionados y hábitos adquiridos a través de los años, se van cayendo... haciendo añicos... todo se va desmoronando y Tú devienes cada vez más libre... más ligero de cargas y condicionamientos... devienes más puro y sencillo.
La verdadera práctica espiritual no consiste en hacer para lograr algo (la liberación)... sino que consiste en ponerse a "no hacer" para permitir que la liberación surja por sí misma.
Es solo dejar de poner resistencia interna, dejar que todo surja por sí solo... es permanecer en total aceptación, en plena paz, observando todo, siendo consciente y sintiendo el Silencio en Ti.
Así es como nos damos cuenta de que la libertad ya está en nosotros, somos nosotros... solo que la prostituimos con nuestros juegos mentales.
No busques la paz... ya está en ti... solo date el permiso de sentirla a través del Silencio.
Fuente: Camino al Despertar

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