domingo, 6 de septiembre de 2015

Ejercicio de Protección con los Chakras y la Ducha Reiki. Por Marisol Cano Cano.



Ejercicio de Protección con los Chakras

Es bueno soltar el cinturón o cualquier prenda que apriete, para estar verdaderamente relajado.
A través del chacra de la coronilla, del cuero cabelludo, deja que entre una luz clara y blanca. Si hace falta, utiliza la imaginación. Simplemente imagina que una luz blanca fluye hacia tu cabeza desde arriba. Luego deja que salga a través del estómago y el plexo solar en forma de un rayo de luz blanca (visualiza un gran flor que sale de la boca de tu estómago). El proceso consiste en “inhalar” luz blanca por la cabeza y “exhalarla” a través del plexo solar (boca del estómago). Hacerlo con la respiración.
Apoya ligeramente la mano en el área del estómago para concentrar tu atención en lo que percibes con los sentidos. Puede que sientas calor o un poco de picor o una ligera vibración o incluso una corriente eléctrica sutil.
Una vez que empieces a sentir la energí­a, aleja tu mano ligeramente, de cinco a diez centí­metros. Sigue dirigiendo el flujo de luz blanca que atraviesa tu cabeza y sale por el plexo solar. Con la mano delante del estómago, puedes sentir los cambios y las fluctuaciones en la energí­a a medida que extiendas la mano .¿Parece cambiar? ¿Es más débil o más fuerte?
Gradualmente aumenta el espacio entre el estómago y la mano hasta que el brazo esté totalmente extendido delante del plexo solar. Al mismo tiempo, observa cómo te sientes. ¿Te sientes distinta, quizás mejor, más segura y abierta, más libre?
Para la próxima fase de este ejercicio, recibe y transmite la luz blanca sin poner la mano. Ahora intenta dirigir el “rayo de energí­a” a un objeto. Podrí­a ser la empuñadura de la puerta, un libro, una silla o cualquier otra cosa. Practica esto hasta que puedas percibir cuando la energí­a del rayo llega al objeto. Rebotará ligeramente cuando se encuentra con un objeto inanimado.
chakras
El propósito del ejercicio es comprender que, mientras se emite luz y energí­a, no se puede recibir o absorber nada por el plexo solar.
Esta es la mejor protección para influencias no deseadas. Después de este ejercicio, sientes por primera vez una energí­a que fluye a través tuyo y que conecta con el mundo.
Puedes aprender a hacer este ejercicio instantáneamente con un “chasquido” de tu conciencia. Es perfecto si tienes que entablar una conversación telefónica desagradable o si tienes que hablar con alguien de un tema delicado.
Cuando tienes que influir sobre alguien, esto supondrá una diferencia importante, ya que la transmisión de energí­a es reconocida por todos, aunque de una manera inconsciente.
Este ejercicio ayuda además a superar los miedos en cualquier situación y a fortalecer el carácter.



EJERCICIO LA DUCHA REIKI
Siempre hay una nueva forma de variar las rutinas que adquirimos sólo que cada quien debe escoger la que más le guste o le convenga de acuerdo con la tarea que esté realizando. Casi siempre cuando me siento atareada en mis labores, voy imaginando que luégo que termine me daré una ducha Reiki y me voy preparando para lo que viene.

La Ducha Reiki es una técnica que utilizo después de haber realizado un ejercicio agotador y también la utilizo antes de la meditación. Esta técnica consiste en limpiar todo el cuerpo con la energía Reiki para activar y purificar el cuerpo energético. Generalmente estoy de pie (también se puede sentado), pongo las manos en mi pecho (posición Gassho), cierro mis ojos, respiro tranquilamente, voy levantando lentamente mis brazos hacia el cielo, separados y palmas hacia arriba. Cuando empiezo a sentir la energía Reiki en las palmas de las manos, los brazos y mi cabeza como si fuera una ducha, volteo mis manos con las palmas hacia mi y las voy bajando muy despacio hacia la coronilla, sigo sintiendo la vibración del Reiki y empiezo a pasar mis manos lentamente sobre mi cuerpo, sin tocarlo, desde la coronilla hasta los pies. 

Lentamente para que salga toda la energía negativa que hay en mi y voy como sacudiendo esa energía innecesaria hasta que llegue a los pies. De esta manera siento que de mis pies sale todo lo que no me sirve y así cada célula de mi cuerpo se estará llenando de luz, en especial mis ojos, mis manos y mi boca.

Finalizada la ducha Reiki, pongo mis manos en posición Gassho, doy gracias, respiro lentamente con mis ojos cerrados y luego vuelvo a mis quehaceres.

Esta ducha Reiki se puede hacer en las mañanas cuando nos estemos bañando y aquí imaginamos que el agua va lavando toda la energía negativa. Esta técnica también la podemos hacer antes de enviar Reiki a distancia, antes de la autoterapia o terapia a otros. Ya cada quien va encontrando más situaciones en la cuales quiera hacerse una ducha Reiki.
Por Marisol Cano Cano




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