sábado, 4 de octubre de 2014

¿Quién es Amma?




Amma nació en 1953 en Kerala, India, en el seno de una familia humilde de pescadores. Llamaba la atención desde pequeña por la cantidad de horas que pasaba en meditación profunda a orillas del mar. También componía canciones devocionales y a menudo la veían cantando a la divinidad con una sincera emoción. A pesar de su tierna edad, sus composiciones mostraban una extraordinaria profundidad y sabiduría.

Su madre se puso enferma cuando Amma tenía nueve años y la sacaron del colegio para que ayudara en las tareas del hogar y cuidara de sus siete hermanos. Mientras recogía las sobras de comida de sus vecinos para alimentar a las vacas de su familia, Amma vio la inmensa pobreza y el sufrimiento de los demás.

Amma les llevaba comida y ropa de su propia casa a pesar de que su familia no era rica en absoluto, por ello le reñían y la castigaban. Amma empezó a abrazar a la gente de forma espontánea, para consolarles de sus penas.
Respondiendo a su cariñosa atención, comenzaron a llamarla Amma (Madre). A su vez, ella les llamaba hijos de manera natural.

A Amma le afectó mucho el profundo sufrimiento que presenció. Según el hinduismo, el sufrimiento del individuo se debe a su propio karma, el resultado de las acciones realizadas en el pasado. Amma respetó este concepto, pero se negó a aceptarlo como una justificación para la inacción. Amma reflexionó sobre el principio del karma hasta alcanzar una verdad incluso más profunda, con una pregunta que, en la actualidad, continúa haciéndonos a todos: “Si el karma de un hombre es sufrir, no es nuestro dharma (obligación) ayudarle a aliviar su sufrimiento y su dolor?”

Con esta convicción simple, pero profunda, de que cada uno de nosotros tiene la gran responsabilidad de echar una mano a los menos afortunados, Amma avanzó con confianza en su vida de servicio y cuidado compasivo de todos los seres, expresándose de forma extraordinaria en el abrazo maternal que ofrece a aquellos que buscan consuelo en sus brazos.

En la comunidad natal de Amma no se permitía que una niña de catorce años tocara a otras personas, especialmente a los hombres. Sin embargo, a pesar de la oposición de sus padres, Amma siguió su corazón, explicando más tarde:
“No veo si es un hombre o una mujer. No veo a nadie diferente a mi propio ser. Una corriente continua de amor fluye desde mí hacia toda la creación. Esa es mi naturaleza innata. La obligación del médico es tratar a los pacientes. Del mismo modo, mi obligación es consolar a los que sufren”.

Cada uno de los proyectos de embracing the World se ha iniciado en respuesta a las necesidades de los pobres del mundo que han acudido a descargar sus corazones con Amma y a llorar en su hombro. Hace más de veinticinco años los administradores de un orfanato le contaron a Amma que se habían quedado sin fondos. Le dijeron que pronto se verían obligados a devolver a los niños a la calle. Amma desvió el dinero que se había ahorrado para construir la primera sala de oración en Kerala, su sede central, para asumir el cuidado de los huérfanos. Así nació embracing the World.

En la actualidad, Kerala, se ha convertido en la sede mundial de embracing the World. Es el hogar permanente de más de tres mil personas y miles de seres llegados de toda la India y del resto del mundo, lo visitan diariamente. El ejemplo de Amma inspira igualmente a residentes y visitantes del centro, que se dedican a mejorar la vida de los menos afortunados.

A lo largo de su vida Amma ha abrazado y consolado a más de treinta y dos millones de personas. Cuando se le pregunta de dónde saca la energía para ayudar a tantas personas, al mismo tiempo que dirige una enorme organización humanitaria, Amma responde: “Donde hay amor verdadero, todo se hace sin esfuerzo”.

El darshan de Amma

Amma es una verdadera ciudadana del mundo que celebra programas públicos en la India, Europa, Estados Unidos y Australia, así como en Japón, Sri Lanka, Singapur, Malasia, Canadá, África y América del Sur. En sus charlas, ofrece palabras de sabiduría y orientación para la realización personal, así mismo habla de los asuntos más apremiantes de nuestro tiempo. Hasta la fecha concluye cada programa abrazando a todas las personas que han asistido al evento.

Una vez, algún periodista de la agencia de noticias británica, la BBC, le preguntó: “¿Por qué abrazas a la gente?” Amma le respondió: “Es como preguntarle a un río ‘¿por qué fluyes?’. Sencillamente, fluye porque es su naturaleza. Del mismo modo, esta es la naturaleza de Amma: una madre que expresa amor hacia sus hijos”.

 Esta expresión única y extraordinaria de amor universal se conoce como el darshan de Amma. Puede durar veinte horas seguidas o más, en un solo día. Ese abrazo maternal, que se ha repetido hora tras hora y día tras día en los últimos 40 años, se ha vuelto un símbolo y un catalizador del movimiento humanitario cada vez mayor que es embracing the World.

Enseñanzas de Amma
 Sus enseñanzas son una llamada para que volvamos nuestra mirada hacia las nobles cualidades del corazón en la vida cotidiana. Ella enseña que no podemos progresar espiritualmente si no desarrollamos un espíritu altruista. De esta manera, ha creado numerosas obras caritativas en las que el objetivo constante es el desarrollo de la persona humana en todas sus dimensiones. A lo largo de cuarenta años de servicio infatigable, Amma ha aconsejado y consolado a personas de todas las procedencias geográficas, culturales o sociales. El contacto personal, el afecto, la compasión, la ternura y la profunda atención que manifiesta hacia todos, el carisma espiritual, la inocencia y la humildad que le son naturales, son únicos. Cada instante de su vida está consagrado a procurar el bienestar de los demás. Su vida constituye el mejor ejemplo y en ella nos podemos inspirar. Su enseñanza se traduce también en proyectos humanitarios que estimulan el servicio desinteresado. Amma pone el acento sobre la necesidad de ayudar a los más desfavorecidos de la sociedad. El deber de los que tienen una vida desahogada es ayudar a los que carecen de medios.

Está considerada una Mahatma o Gran Alma. Los Mahatmas aparecen entre nosotros en contadas ocasiones. Las tradiciones orientales enseñan que la fuente inspiradora de cada religión brota de la misma Suprema Conciencia, de que Dios es único y que un constante fluir de divina energía impregna al universo y a todos los seres. En Amma, nosotros vemos ese divino fluir de amor y sabiduría. Ella es la suprema guía, pues está sustentada permanentemente en la inquebrantable experiencia de lo Divino, más allá de las limitaciones y de los condicionamientos personales y culturales. Llegar a Amma es una bendición, es la cosa más preciada.
 A lo largo de todo el mundo, Amma ha creado santuarios para que todas las personas se reúnan y profundicen en su búsqueda de la realización espiritual. Amma enseña que la paz del mundo sóo llegará cuando comprendamos que todo en el universo es esencialmente divino. Para facilitar esta comprensión, Amma nos anima a meditar, a orar y a servir a los que sufren. Cada día estos centros facilitan alimentos y medios a personas sin recursos, cuidan de los ancianos, recaudan fondos para los pobres, ayudan a los refugiados de todo el mundo y promueven iniciativas medioambientales.

 

Las enseñanzas de Amma se focalizan en cuatro conceptos:

                                                                  Amar

  • El amor es nuestra verdadera esencia
  • Sólo puedes sentir amor cuando lo expresas
  • El amor es la medicina que curará al mundo

Servir

  • Nuestro más alto deber es ayudar a quienes lo necesitan
  • Aprender a poner a los demás por delante de uno mismo
  • El mundo necesita servidores, no líderes

Conservar

  • Humanidad y Naturaleza son inseparables
  • Debemos dar y no sóo tomar de la Tierra
  • Hay que actuar ya y corregir nuestros errores

Practicar

  • La meditación calma la mente y equilibra las emociones
  • Los Kirtans o Bhajans ayudan a ganar concentración
  • Recitando los nombres divinos se obtiene pureza mental

 

GREEN FRIENDS

“Al establecer un nexo amoroso entre la humanidad y la Naturaleza, aseguramos el equilibrio natural y el progreso humano”.

- Amma.


GreenFriends, la rama medioambiental del MAM, es el movimiento internacional que ha crecido más rápidamente en estilos de vida que respetan la Naturaleza. GreenFriends nos anima a recuperar nuestra conciencia de unidad entre la Naturaleza y la humanidad, y a desarrollar amor y reverencia hacia la Madre Naturaleza. Por medio de la fuerza de acciones individuales de amor y plegaria, cada persona puede desempeñar un papel importante en la restauración de la armonía perdida entre la humanidad y la Naturaleza.

GreenFriends se inició en el año 2001, al Sur de la India, con la plantación de miles de árboles, mantenimiento de viveros y protección de bosques sagrados. Después del tsunami de 2004 en el Océano Índico, GreenFriends asentó 13 kilómetros de la costa de Kerala con una plantación masiva de árboles. Los principales centros del MAM están comprometidos en la investigación, el cultivo ecológico y el reciclaje. El MAM también distribuye productos orgánicos y colabora con aldeas tribales para que comercialicen su artesanía.

En el extranjero, los principales centros de Amma se han comprometido a reducir su impacto medioambiental. En colaboración con grupos medioambientales locales, se implementan proyectos ecológicos que animan a otras personas a entrar en acción. Promueven principios ecológicos de vida, así como el conocimiento y la cultura de pueblos indígenas. Las actividades de GreenFriends comprenden: permacultura, plantación de árboles, producción de alimentos orgánicos y cuidado de colmenas. También construyen albergues ecológicoos, preservan la tierra y los ecosistemas naturales, reciclan y reducen la cantidad de desechos, y crean con plástico reciclado esterillas, bolsas y otros utensilios prácticos.

Para reconectar a las personas con la Madre Naturaleza, GreenFriends organiza talleres, retiros, grupos de meditación y de encuentro en bosques y otros espacios naturales.

La iniciativa de GreenFriends puede resumirse en cinco puntos básicos:

  1. Pasar de 10 a 15 minutos en contacto con la naturaleza todos los días.
  2. Utilizar de la Naturaleza sólo aquello que sea imprescindible para el ser humano.
  3. Plantar un mínimo de 18 plantas, arbustos o árboles al año.
  4. Plantar Tulasi, una variedad de albahaca que desde tiempos inmemoriales está considerada en la India como planta sagrada ya que sus beneficios son múltiples.
  5. Difundir el espíritu de amor y respeto hacia la Naturaleza.

¿Quién es Amma?
Sri Mata Amritanandamayi, cariñosamente llamada Amma (que quiere decir “Madre Divina”), es mundialmente admirada como una de las líderes humanitarias y espirituales más sobresalientes. Con su visión holística, Amma trabaja sin descanso nutriendo a personas y comunidades con sus actividades espirituales y proyectos sociales.
Amma no pertenece formalmente a ninguna religión. “El amor no tiene limitaciones de clase social, religión, raza o nacionalidad”, explica.
Amma cree que todas las religiones son senderos legítimos, y jamás le pide a alguien que deje sus creencias, sino que por el contrario, los incentiva a profundizar más en su camino.
Amma está aquí para restaurar nuestra perdida herencia espiritual, independientemente de la religión que profesemos o aunque carezcamos de ella. Todos los procedimientos que emplea son caminos para recordarnos la Divinidad y para embebernos de esa Presencia, la cual constituye también nuestra verdadera naturaleza.
Amma suele decir: “Utilizadme como una escalera hacia vuestro propio Ser Divino”.

Amma enseña a sus discípulos a amar a los demás, y que el verdadero servicio desinteresado debe constituir una parte fundamental de sus prácticas espirituales. Así, su enseñanza se traduce también en proyectos humanitarios que ayudan a los más desfavorecidos de la sociedad, y ha creado numerosas obras caritativas como hospitales, consultorios, cocinas abiertas, viviendas, pensiones para mujeres sin recursos, orfanatos, escuelas y centros de enseñanza superior en las que el objetivo es el desarrollo de la persona humana en todas sus dimensiones.
Amma apoya a las víctimas de catástrofes como el tsunami del océano Índico, el terremoto en Cachemira y el huracán Katrina, entre otros.
Las fundaciones de Amma llegan para construir viviendas, proporcionar ayuda médica y, sobre todo para ofrecer consuelo.
El desinteresado mensaje de amor que transmite, con gran simplicidad y con una profunda sabiduría, ha conseguido inspirar a miles de personas de toda clase y condición social. Su misión consiste en transmitir un mensaje de amor universal a través de sus obras sociales y del contacto directo a través de su abrazo. A su “ashram” (monasterio) de Amritapuri en el estado indio de Kerala, llegan hasta 25 mil peregrinos en un solo día y ella los abraza en sesiones (darshan) de más de diez horas. Darshan significa ver o experimentar la presencia de una persona santa. Amma viene a compartir su amor, con toda humildad y con gran ternura. Ella toma a cada uno individualmente en su regazo, al tiempo que recibimos las bendiciones de su abrazo divino.



Fuente: Antoine Ashtar Yo Soy-Yo Soy


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